Hoy quería compartir contigo una idea muy hermosa y poderosa. Es uno de los hechos más bonitos de nuestro planeta.
Es este: los abuelos aman muchísimo a sus nietos.
Al leer esto, seguramente pensarás:
vaya descubrimiento Jan… Esto lo sabe todo el mundo…
Y
sí, en principio lo sabe todo el mundo, pero en realidad no somos del
todo conscientes de lo que significa. Este hecho tan aparentemente
conocido tiene unas consecuencias muy profundas en las que normalmente
no pensamos.
Todos y cada uno de nosotros tenemos una gran fuente de amor a nuestra disposición.
Y, si queremos, podemos conectar con ella.
Son nuestros antepasados.
El Gran Amor de Tus Antepasados
Los abuelos aman muchísimos a sus nietos. Esto lo sabemos todos, de acuerdo.
Pero no es solo esto. Hay algo más que muchas veces pasa desapercibido: los abuelos aman a los nietos tanto como los padres.
¿Habías pensado en esto alguna vez?
El amor que siente un abuelo por su nieto no es menor que el que siente un padre por su hijo.
Y este hecho tiene unas consecuencias muy profundas.
Aún
no soy abuelo, así que no sé qué se siente exactamente, pero sí sé que
no sienten un amor menor. Recuerdo perfectamente cómo me amaban mis
abuelos cuando era pequeño (y cómo me sigue amando mi abuela ahora) y
también veo cómo mis padres y mis suegros aman a mis hijos. Y no es un
amor menor que el de un padre.
Incluso puede que sea mayor.
(Solo hay que ver como los abuelos se “olvidan” un poco de sus hijos y se vuelven locos con los nietos ).
Y
esto no se acaba aquí, porque con los bisabuelos pasa lo mismo. De
pequeño tuve la suerte de tener a una bisabuela conmigo, y me amaba
muchísimo. Era un poco difícil de carácter, pero me amaba. Y actualmente
tengo una abuela en la Tierra, y veo lo que siente por mis hijos (sus
bisnietos). Y es indudable: los ama muchísimo.
Es decir, el amor
que siente una persona por sus descendientes no disminuye a medida que
pasan las generaciones. Da igual que sean sus hijos, sus nietos o sus
requetetataranietos. Los ama muchísimo. A todos.
¿Ves a dónde nos lleva esto?
Centrémonos
en ti un momento. Tú tienes padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y
una larga lista de antepasados que se remonta hasta el inicio de la
Tierra, e incluso más allá.
Y todos te aman muchísimo.
Da
igual que algunos estén aquí físicamente y algunos ya no. Los que
aparentemente ya no están te aman igualmente. En cierta manera, incluso
te aman más, porque ya no tienen las limitaciones que hay en la Tierra.
Para verlo gráficamente, el amor que hay sobre ti ahora mismo es algo así:
Es hermoso, ¿verdad?
Y
no se limita a esto, porque la pirámide de amor que hay sobre ti es aún
mucho mayor que la del dibujo. Contiene a todos tus antepasados.
Y todos te aman con toda su alma.
Cómo Conectar con el Amor de Tus Antepasados
Si quieres, puedes hacer una pequeña meditación para conectar con este inmenso amor que te rodea.
Para
empezar, simplemente cierra los ojos y piensa en tu padre y en tu
madre. No pienses en si lo hicieron bien o mal, sino en lo mucho que te
aman. Tanto si están aquí como si no, ellos te aman muchísimo. Siempre
lo han hecho y siempre lo harán.
Simplemente relájate unos momentos y siente este amor.
(Si te cuesta mucho, puedes hacer este ejercicio para sanar la relación con los padres.)
Luego
piensa en tus abuelos. Imagínate que los tienes delante y fíjate en
cómo te miran y sonríen. Te aman inmensamente, ¿verdad? Y no es que amen
a sus hijos (tus padres), y que a través de ellos te amen a ti; te aman
a ti directamente.
Los que aún están en la Tierra tienen las
limitaciones que implica vivir aquí, y por esto no siempre pueden
mostrar su amor en toda su inmensidad, pero los que ya se han ido son
completamente libres. Están de vuelta con la Fuente del Universo y su
poder es ilimitado. Pídeles que te abracen, si quieres. Pídeles que te
inunden de su amor. Lo harán encantados.
Harán encantados cualquier cosa que sea buena para ti. Desean que seas feliz por encima de cualquier otra cosa en este mundo.
Eres su precioso nieto y te aman con locura.
Luego
piensa en tus bisabuelos. Son ocho. Probablemente ya no están aquí
contigo, y probablemente a la mayoría de ellos no los llegaste a
conocer. Pero esto da igual. Ellos sí te conocen a ti. Y te aman con
toda su alma.
Tú eres una de las últimas líneas de su descendencia
(si no has tenido hijos, eres la última). Eres el fruto de su trabajo y
su amor. Eres la flor que salió de la semilla que plantaron en su
momento.
Ellos aman a esta flor con todas sus fuerzas. Te aman a ti con todas sus fuerzas.
Luego
puedes pasar tu atención a tus tatarabuelos. Y luego a los padres de
tus tatarabuelos. Y luego puedes ir subiendo por tu árbol genealógico
hasta donde quieras. Cuanto más alto llegues, más amor sentirás. Puedes
llegar hasta el inicio de la humanidad, y verás que actualmente hay
millones y millones de almas amándote profundamente.
Son tus antepasados, y te aman inmensamente.
Tú eres su hijo.
¿Puedes sentir este amor?
Es todo para ti.
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