Mirando
a mi alrededor con cierta consciencia de lo que estoy viendo, me doy
cuenta que la
mayoría de la comida que nos envuelve y a la que tenemos acceso
tiene un efecto acidificante en nuestro cuerpo. ¿Y eso qué
significa?
Pues que tiene
un efecto negativo, enfermante!.
Observemos,
empecemos por las bebidas, Coca-Colas, Fantas, el alcohol, Red
Bull’s, etc, pasando por las panaderías, dulces y más dulces,
trigo refinado en todo tipo de panes, bocadillos, pastas, pasando por
las pitzzas, la pasta, el arroz blanco, todo los tipos de carne,
bistecs, butifarras, solomillos, etc., etc. La gran mayoría de la
comida que se promueve en restaurantes, lugares de comida rápida,
Pans & Company, Burgers Kings, etc., etc. todo tiene un efecto
acidificante, por tanto, que enferma nuestro cuerpo.
No
me extraña que así sea conociendo la voluntad de la parte oscura en
reducir nuestro potencial humano y espiritual, cuanto más intoxiados
y enfermos estemos, mejor!, menos peligrosos seremos!.
En este post, quiero introducir el tema de la Alcalinidad-Acidez
corporal y sus efectos en nuestro bienestar físico-mental-emocional.
Con razón el Vaticano tiene su propio huerto!
El
equilibrio ácido-básico en el organismo
Inicialmente
conviene explicar lo que significa acidez
y alcalinidad.
Estos dos términos responden a la forma de clasificar la reacción
de cualquier elemento. El grado de acidez o alcalinidad se mide a
través de una escala llamada de pH
(potencial de hidrógeno) que va de O (extremo ácido) a 14 (extremo
alcalino), ubicándose en el centro (7) el valor neutro. O sea que
entre O y 7 tenemos los valores de acidez y de 7 a 14 los de
alcalinidad.
Veamos
a grandes rasgos como funciona el mecanismo de acidez y alcalinidad
en el organismo. Los 60 trillones de células que componen nuestro
organismo, necesitan alimentarse, eliminar residuos y renovarse
constantemente. En este sentido, la
sangre cumple dos funciones vitales: llevar a todas las células los
materiales nutritivos que necesitan y retirar de ellas los residuos
tóxicos y ácidos que se producen como resultado de la
transformación de dichos nutrientes (metabolismo).
Merced al proceso de respiración celular, las células reciben parte
del oxígeno que necesitan para sus procesos vitales.
A
nivel celular se produce una especie de combustión interna, ya que
se libera calor corporal. Los residuos que se originan en este
proceso de combustión, son de naturaleza ácida y deben ser
evacuados del organismo a través de las vías naturales de
eliminación (riñones, intestino, piel y pulmones).
Para
cumplir adecuadamente esta tarea la sangre debe mantener un ligero
nivel de alcalinidad. En una persona sana el pH de la sangre (la
linfa, el líquido cefaloraquídeo, etc.) se ubica entre 7,40 y 7,45.
Cuando se incrementa el nivel de acidez, debido a ciertos mecanismos
de autorregulación, la
sangre logra conservar este vital equilibrio. Lo hace a través del
aporte de bases
(álcalis) que neutralizan los ácidos. Por ello, para obtener un
sano metabolismo celular, es preciso que junto al oxígeno, la sangre
tenga un constante flujo de sustancias de naturaleza alcalina, a fin
de poder neutralizar los ácidos.
En
primera instancia la sangre obtiene estas bases de los alimentos.
En caso de ulterior necesidad -sea por exceso de ácidos o por
carencias nutricionales de bases- puede recurrir a la reserva
alcalina de huesos, dientes, tejidos. De este modo la sangre se
convierte en un “ladrón” de la estructura orgánica, con el solo
objetivo de restablecer el vital equilibrio ácido-básico. Así se
pone en marcha el mecanismo de descalcificación y desmineralización.
Estos
mecanismos nos llevan al desgaste de huesos, degeneración de las
articulaciones, cabello débil, lesiones en mucosas, afecciones en
vías respiratorias.
De
esto se desprende que debemos ser cuidadosos en el aporte de
alcalinizantes que realizamos a nuestro cuerpo a través de los
alimentos que ingerimos, tratando de evitar alimentos y situaciones
acidificantes. Un
tiempo prolongado con el cuerpo acídico es lo mismo que la
corrosión, este corroería los tejidos, venas y arterias. Cuando
el pH se vuelve acídico hay deficiencia de oxigeno, esto provoca que
se creen microformas anaeróbicas dañinas, las formaciones de
gérmenes, hongos y virus.
Otros
Factores Importantes Que Debemos Conocer Sobre La Acidosis
- Los alimentos que consumimos se transforman en desechos acídicos y la importancia de expulsarlos a su debido tiempo es sumamente importante.
- La sangre acídica se coagula más rápidamente y provoca que se obstruyan las venas.
- La sobre-acidez interfiere con la vida misma, es principalmente la responsable de todas las enfermedades, incluyendo ataques cardiacos, envejecimiento prematuro y la obesidad.
- Nuestros 75 trillones de células son levemente acidas pero están rodeadas de un fluido alcalino. La polaridad es esencial en la química o para el intercambio de energía pero esta se dificulta con la acidez. Esta es una de las razones por que las personas pierden su energía.
- El pH acídicos interfiere con la absorción de minerales por lo que la absorción del calcio será ineficiente.
- El exceso de acidez debilita todos nuestros sistemas y obliga al cuerpo a obtener los minerales no recibidos de los órganos vitales y huesos tratando de neutralizar la acidez.
- El cuerpo crea el colesterol (depósitos de grasas) para proteger la acumulación del mortiferos desechos acidos critalizados fuera de los organos vitales como el higado, corazón y riñones. La obesidad es un problema de sistemas acidicos, ya que en estos casos, la grasa salva nuestra vida. Explica el Dr. Robert Young.
- El agua ordinaria o destilada es neutral (pH 7), las bebidas azucaradas como las colas son acidicas (pH 2.5).
Síntomas
de exceso de acidez:
1-ESTADO
PSÍQUICO
Tristeza, hiper-emotividad, tendencia a la depresión, nerviosismo, irritabilidad.
2-CABEZA
Dolores de cabeza, conjuntivitis, palidez.
3-BOCA
Saliva ácida, encías inflamadas y sensibles, alta irritación de las amígdalas y faringitis que conduce infecciones repetitivas de las mucosas.
4-DIENTES
Caries y dientes agrietados o frágiles.
Sensibilidad de los dientes al contacto con alimentos fríos, calientes o ácidos.
5-ESTÓMAGO
Acidez estomacal, eructos ácidos, espasmos, dolores estomacales, gastritis y hasta úlceras.
6-INTESTINOS
Ardor en el recto, predisposición a las inflamaciones intestinales y decoloramiento de las haces por agotamiento.
7-RIÑONES-VESÍCULA
Orina ácida, irritación y ardor en la vejiga y uretra. Cálculos renales y de la vejiga .
8-VÍAS RESPIRATORIAS
Sensibilidad de las vías respiratorias al frío, frecuentes resfriados, bronquitis, sinusitis, anginas, hipertrofia de las amígdalas, tendencia a las alergias, tos y garganta áspera por irritación de ésta.
9-PIEL
Sudor ácido, piel seca e irritaciones.
Grietas entre los dedos y alrededor de las uñas, micosis, granos, eczemas diversos.
10-UÑAS
Las uñas se adelgazan, se parten y se quiebran con facilidad.
Estrías y manchas blancas.
11-MÚSCULOS
Calambres y espasmos, tendencia a la tetania, al lumbago y tortícolis.
12-SISTEMA ÓSEO Y ARTICULAR
Desmineralización de los huesos: osteoporosis, osteomalacia y raquitismo.
Fracturas y lentitud en su consolidación. Crujido de las articulaciones, bloqueo de las vértebras, reumatismo, artrosis, artritis, ciáticas y hernia discal.
Dolores articulares migratorios.
13-SISTEMA CIRCULATORIO
Hipotensión, mala circulación, extrema sensibilidad al frío. Tendencia a la anemia y a las hemorragias. Sabañones.
14-GLÁNDULAS ENDOCRINAS
Agotamiento e hipofuncionamiento de las glándulas en general, excepto la tiroides, que tiene tendencia acelerarse.
15-ÓRGANOS GENITALES
Inflamación de las vías genitales por los ácidos. Se favorecen de infecciones.
16-SISTEMA NERVIOSO
Sensibilidad desmesurada al dolor en general, insomnio.
Tristeza, hiper-emotividad, tendencia a la depresión, nerviosismo, irritabilidad.
2-CABEZA
Dolores de cabeza, conjuntivitis, palidez.
3-BOCA
Saliva ácida, encías inflamadas y sensibles, alta irritación de las amígdalas y faringitis que conduce infecciones repetitivas de las mucosas.
4-DIENTES
Caries y dientes agrietados o frágiles.
Sensibilidad de los dientes al contacto con alimentos fríos, calientes o ácidos.
5-ESTÓMAGO
Acidez estomacal, eructos ácidos, espasmos, dolores estomacales, gastritis y hasta úlceras.
6-INTESTINOS
Ardor en el recto, predisposición a las inflamaciones intestinales y decoloramiento de las haces por agotamiento.
7-RIÑONES-VESÍCULA
Orina ácida, irritación y ardor en la vejiga y uretra. Cálculos renales y de la vejiga .
8-VÍAS RESPIRATORIAS
Sensibilidad de las vías respiratorias al frío, frecuentes resfriados, bronquitis, sinusitis, anginas, hipertrofia de las amígdalas, tendencia a las alergias, tos y garganta áspera por irritación de ésta.
9-PIEL
Sudor ácido, piel seca e irritaciones.
Grietas entre los dedos y alrededor de las uñas, micosis, granos, eczemas diversos.
10-UÑAS
Las uñas se adelgazan, se parten y se quiebran con facilidad.
Estrías y manchas blancas.
11-MÚSCULOS
Calambres y espasmos, tendencia a la tetania, al lumbago y tortícolis.
12-SISTEMA ÓSEO Y ARTICULAR
Desmineralización de los huesos: osteoporosis, osteomalacia y raquitismo.
Fracturas y lentitud en su consolidación. Crujido de las articulaciones, bloqueo de las vértebras, reumatismo, artrosis, artritis, ciáticas y hernia discal.
Dolores articulares migratorios.
13-SISTEMA CIRCULATORIO
Hipotensión, mala circulación, extrema sensibilidad al frío. Tendencia a la anemia y a las hemorragias. Sabañones.
14-GLÁNDULAS ENDOCRINAS
Agotamiento e hipofuncionamiento de las glándulas en general, excepto la tiroides, que tiene tendencia acelerarse.
15-ÓRGANOS GENITALES
Inflamación de las vías genitales por los ácidos. Se favorecen de infecciones.
16-SISTEMA NERVIOSO
Sensibilidad desmesurada al dolor en general, insomnio.
Clasificación
de los alimentos
Veamos
qué se entiende por alimentos acidificantes y alcalinizantes.
Nuestros nutrientes tienen distintos grados de acidez o alcalinidad.
El agua pura, que es neutra, tiene un pH 7,07. Básicamente, todas
las frutas y verduras resultan alcalinizantes.
Si bien la fruta tiene un pH bajo (o sea que resulta ácida), debemos
evitar una confusión generalizada: no es lo mismo la reacción
química de un alimento fuera que dentro del organismo.
Cuando el alimento se metaboliza, puede generar una reacción
totalmente distinta a su característica original. Es el caso del
limón o de la miel. Ambos tienen pH ácido, pero una vez dentro del
organismo provocan una reacción alcalina.
También
los minerales juegan un rol importante en el comportamiento
acidificante o alcalinizante de los alimentos
y nos permiten hacer una elección más consciente.
- Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro.
- En cambio son alcalinizantes aquellos que contienen buena dosis de: calcio, magnesio, sodio y potasio.
Es
importante conocer aspectos que tienen que ver con la preparación
misma de las comidas. Por ejemplo: se ha demostrado que un 40-60% de
los elementos minerales y un 95% de las vitaminas y bases se pierden
en el agua de cocción de las verduras. Resulta entonces que el alto
contenido de bases que poseen las verduras -y que resulta tan útil
para el equilibrio sanguíneo- se desvaloriza.
De
allí la importancia del sistema oriental de cocer
las verduras al vapor en cestas de acero o bambú, o
sea sin que estén en contacto directo con el agua. También
comprendemos el alto valor terapéutico de los caldos, que conservan
todo el contenido alcalino de las verduras y que resultan tan
equilibrantes en enfermos y convalecientes.
En
general los cereales
generan
desechos ácidos más en el trigo
y maíz
y menos en cebada, quínoa. Por su parte las
legumbres y semillas
son ligeramente acidificantes por su contenido proteico, pero con
variedades.
Los
lácteos
son
elementos acidificantes, la leche fresca sin pasteurizar resulta algo
más alcalina. Ciertas cualidades de los alimentos se pierden en el
agua de cocción, de ahí la importancia de la cocción al vapor. Por
eso es importante el valor nutricional de los caldos que conservan
todo el contenido alcalino de las verduras y que resultan tan
equilibrantes en enfermos y convalecientes.
ÁCIDOS
BUENOS Y MALOS
Entre
los beneficiosos se encuentran los frutales, cítrico, tartárico
etc. Estos son ácidos débiles que una vez metabolizados en el
organismo se combinan con minerales, sodio,
calcio, potasio
y dan lugar a sales minerales. En el lado opuesto están el oxálico,
presente en acelgas,
espinacas
que disminuyen la absorción de calcio. El ácido benzoico, presente
en ciruelas
esta contraindicado en la gota
y reumatismo. Eso
no quiere decir que debamos rechazar el consumo de estos alimentos
pero si debemos moderarlos si padecemos alguna de estas patologías.
Desaconsejadas
son las bebidas
gaseosas
las cuales suelen ir acompañadas de aditivos y acidulantes. Los
ácidos presentes en carnes,
embutidos y lácteos,
la no correcta eliminación de ácidos como el úrico dan origen a
dolencias como la artritis,
artrosis, reumatismo,
etc. Una dieta vegetaría que excluya la carne no necesariamente es
ideal si se consumen en exceso,
huevos, quesos, legumbres, cereales refinados, café, té, chocolate,
gaseosas, azúcar blanco.
Tabla
de alimentos ácidos-alcalinos.
Esta tabla está bastante bien, muy completa y extensa. Observo, tras
mirar bastantes listas, que a veces no coinciden unas con las otras,
así que cada cual deberá investigarlo más afondo. Pero sí que hay
unos parámetros homogéneos en la mayoría de ellas.
UN
EXCELENTE INDICADOR: LA ORINA
Como
hemos dicho, cuando los procesos vitales del organismo se desarrollan
normalmente, el nivel de la sangre es ligeramente alcalino (pH 7,40).
El exceso de ácidos apenas varía este parámetro primordial del
cuerpo. Pero los trastornos se reflejan en el ámbito de los tejidos
y líquidos en contacto con la sangre. Dado que los ácidos en exceso
son eliminados a través de los riñones y la orina, tenemos allí un
modo simple y preciso de verificar qué está sucediendo en nuestro
organismo.
Valores
bioelectrónicos en una persona sana
Igual
que la temperatura es un factor limitante en el desarrollo de la vida
y la mayoría de los seres vivos no sobreviven por debajo y por
encima de una temperatura, las constantes señaladas antes nos dan
idea de la idoneidad del medio interno para que se desarrolle la vida
con todo su potencial, para que florezca la salud. Las tres primeras
constantes se miden en la sangre, la saliva y la orina.
Este
método de verificación fue descubierto por el científico húngaro
Erik Rucka y desarrollado por la Dra. Catherine Kousmine,
investigadora suiza: “Una
persona sana y bien equilibrada, que recibe suficiente cantidad de
sustancias alcalinas en su alimentación tendrá en la segunda orina
de la mañana un pH ligeramente alcalino, idéntico al de la sangre.
La primera orina no sirve para el control por ser naturalmente ácida,
ya que el reposo nocturno sirve para que los riñones eliminen los
productos ácidos de desecho”.
El sistema para verificar este valor es sencillo y se basa en el
simple uso de tiras de papel reactivo.
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