Este método se basa, principalmente, en el hecho fisiológico de que tanto la estructura como la vitalidad de los órganos del cuerpo dependen de ciertas cantidades proporcionales de constituyentes inorgánicas, que son necesarias para su mantenimiento y correcto funcionamiento.
Dice el doctor Schüssler en una terapéutica: “el hombre fue hecho de aire y tierra. La actividad de las plantas le dio vida. Después de la muerte el cadáver se transforma en aire y cenizas, las cuales son aprovechadas por las plantas para desarrollar nuevas energías. Estos conceptos me indujeron a crear la terapia bioquímica”.
Según Schüssler, cualquier alteración del movimiento molecular de la organización de estas sales en los tejidos vivos, origina la enfermedad que puede reequilibrarse mediante la administración de las mismas en muy pequeñas concentraciones.
La afinidad del tejido en cuestión por la sal correspondiente moviliza esta sustancia hacia su lugar de acción donde, debido a su carencia, está debilitado.
En este sentido cabe recordar lo que Hans Selye, bioquímico austriaco, describió recientemente:”las dosis importantes de sales minerales son nocivas, puesto que no se eliminan totalmente y fijándose en las células producen una verdadera esclerosis tisular y celular”.
Una vez más, como ya avanzaba Schüssler la frase “mucho ayuda mucho” se basa en un error tradicional que, por sus consecuencias, puede traer nefastos resultados.
Relación entre tejidos y las sales de Schüssler:
Tejido nerviosos: kalium phosphoricum.
Liquido extracelular: natrum sulfuricum.
Glóbulos sanguíneos: kalium muriaticum.
Huesos, dentina: calcarea fluorica.
Músculos: magnesia phosphorica.
Piel, epidermis, células epiteliales: kalium sulfuricum.
Mucosas: natrum sulfuricum.
Serosas: calcarea sulfúrica.
Cartílagos y tejido conectivo: silicea.
Huesos: calcarea phosphorica.
Sangre: natrum muriaticum.
Órganos hematopoyéticos: ferrum phosphoricum.
Las sales bioquímicas se emplean en dosis mínimas, habitualmente la dilución 6DH.
En contra del uso alopático de dosis masivas, en el que el organismo tiene que esforzase en eliminar todo aquello que no es necesario o no puede absorber, el punto de vista de este método es que si en general, dentro de la composición cuantitativa del cuerpo humano, estas sales están presentes en concentraciones muy pequeñas, diluidas hasta el nivel de concentración de acción fisiológica, deberán aportarse de forma semejante para que ejerzan una función terapéutica a nivel celular.
Nos recuerda Schüssler que “en personas, animales o plantas sanas, las sales se encuentran en proporción de la tercera, cuarta y quinta dilución decimal”
Prescripción:
Son cómodos de tomar comprimidos de 300mg.
Estos facilitan la posología y las tomas. Se preparan conforme a la metodología hahnemanniana de trituración hasta alcanzar el nivel de dilución 5DH.
La sexta dilución se realiza en lactosa de fluido rápido, apta para la compresión directa.
La posología para casos agudos suele ser de 1 comprimidos cada dos horas.
Para los casos crónicos, 1 comprimidos o 2 cucharadillas de polvo, 3 veces al día.
Como siempre es preferiblemente tomar media horas antes de las comidas o una hora y media después de éstas.
Quizá lo bueno que ofrece el conjunto de alternativas que se describen a lo largo de esta obra o pagina web es, precisamente, la posibilidad de estimular las funciones del propio organismo y equilibrar, de forma conjunta o por separado, aquellas situaciones de desequilibrio que denominados enfermedad.
La experiencia y la observación es la única base sobre la que debemos sostener, cuando se tiene que elegir un tratamiento, especialmente eficaz.
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