Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) explicaron cómo el consumo de cafeína antes de dormir retrasa cuarenta minutos el reloj interno de los humanos y nos desvela.
El reloj interno, a través de un
mecanismo bioquímico que sintoniza el organismo con los ciclos del día y
la noche, logra que el cuerpo sepa cuándo conviene que esté listo para
dormir, comer o para realizar un esfuerzo de trabajo diurno.
Dicho mecanismo se reajusta ante la
influencia de señales externas, por ejemplo, la exposición a una luz
brillante a la hora de dormir puede retrasar el tiempo circadiano y nos
desvela. Este efecto se ha observado con el uso de dispositivos
electrónicos como celulares o tablets.
Para comprender el funcionamiento de
este mecanismo, los autores hicieron un seguimiento durante 49 días a
cinco personas que tomaron diariamente una pastilla de cafeína
equivalente a dos cafés antes de irse a dormir. Luego compararon el
efecto de esa cafeína sobre el reloj circadiano con el que produce la
exposición a luz intensa.
Los resultados, publicados en la revista
'Science Translational Medicine', demostraron que la cafeína retrasó el
reloj interno en cuarenta minutos, la mitad del efecto producido por la
luz. Para medir las variaciones se tomó como referencia el ciclo de
secreción de melatonina, la hormona que avisa al cuerpo la llegada de la
noche y que promueve el sueño y otros procesos relacionados con el
descanso nocturno. Además, los autores analizaron los efectos de la
cafeína sobre el reloj circadiano a nivel celular.
No obstante, Kenneth Wright, profesor de
la Universidad de Colorado y uno de los autores del artículo, afirma
que los resultados “indican que, administrada en el momento adecuado, la
cafeína se puede utilizar para poner en hora el reloj”, lo que la
convertiría en una herramienta que, además de quitar el sueño, ayude a
ordenarlo.
Fuente: RPP Noticias
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