Giovanna Luongo, doctora en Química 
Analítica analizó 60 prendas de cadenas de ropa suecas e 
internacionales. Un análisis inicial encontró miles de productos 
químicos en la ropa y alrededor de un centenar de sustancias fueron 
identificadas de forma preliminar. Varias no estaban en las listas de 
los fabricantes y son sospechosas de ser subproductos o residuos 
añadidos durante el transporte.
"La exposición a tales químicos aumenta 
el riesgo de dermatitis alérgica, pero podrían tener efectos más graves 
en la salud de los seres humanos, así como en el medio ambiente. Algunos
 de ellos se sospecha o se ha probado que son carcinógenos y algunos 
tienen toxicidad acuática [que pueden dañar a los organismos acuáticos o
 a los humanos por vías acuáticas de exposición]", dice Luongo.
Estudio
Dependiendo de la incidencia, la 
cantidad, la toxicidad y la facilidad con que pueden penetrar en la 
piel, se eligieron cuatro grupos de sustancias para su posterior 
análisis. Las mayores concentraciones de dos de ellas, las quinolinas y 
las aminas aromáticas, se encontraron en tejidos de poliéster. El 
algodón contenía altas concentraciones de benzotiazoles, incluso la ropa
 hecha de algodón orgánico.
Los investigadores lavaron la ropa y 
luego midieron los niveles de productos químicos. Algunas de las 
sustancias se eliminaron de la ropa, con el riesgo de acabar en 
ambientes acuáticos. Otras permanecieron en un alto grado en la ropa, 
convirtiéndose en una fuente potencial de exposición dérmica a largo 
plazo.
Tóxicos
Es difícil saber si los niveles de estas
 sustancias nocivas son peligrosas, y qué efectos pueden tener a largo 
plazo. "Sólo hemos arañado la superficie, esto es algo que tiene que ser
 tratado. La ropa se usa día y noche durante toda nuestra vida. Tenemos 
que averiguar si los productos químicos textiles entran en nuestra piel y
 lo que significa para nuestra salud. Es muy difícil evaluarlo y 
requiere mucha más investigación", dice Conny Östman, catedrático de 
Química Analítica.
La preocupación por los tóxicos en los 
productos cotidianos es cada vez mayor. Una serie de estudios del Centro
 Médico NYU Langone (Nueva York, Estados Unidos) ha comprobado que dos 
productos químicos muy utilizados para fortalecer las envolturas de 
plástico, el jabón y los cosméticos están relacionados con un aumento en
 el riesgo de presión arterial alta y de diabetes en niños y 
adolescentes.
Los compuestos, ftalato de di-isononilo 
(DINP) y ftalato de di-isodecilo (DIDP), pertenecen a una clase de 
sustancias conocidas como ftalatos. Irónicamente, los dos productos 
químicos fueron utilizados como sustitutos de otra sustancia química, 
di-2-etilhexolftlatato o DEHP, que tiene efectos adversos similares.
Referencia:
Giovanna Luongo: Chemicals in textiles. A
 potential source for human exposure and environmental pollution. 
Stockholm University (2015).
Fuente: Tendencias 21
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