Para Carlos de Prada, director de la campaña Hogar sin tóxicos de la Fundación Vivo Sano, la población no...
está siendo debidamente protegida frente a los riesgos que entrañan algunas sustancias cancerígenas. “La evaluación del riesgo no puede limitarse a decir que tal o cual sustancia, aisladamente, es segura, sino que debe considerar el efecto combinado, que es el modo real en que nos vemos expuestos a estas sustancias”, explica este experto.
Los criterios toxicológicos actuales respecto a la exposición presentan una serie de defectos, como no considerar el efecto cóctel, o el efecto de bajas dosis a largo plazo. Dentro de la comunidad científica cada vez existen más voces que reclaman este cambio, a las que se suma la propia Fundación Vivo Sano.
El estudio recién publicado en Carcinogenesis analiza sustancias presentes en elementos cotidianos, como el bisfenol A de las latas de conservas, los retardantes de llamas presentes en muchos de los tejidos de nuestra casa, o los ftalatos de los juguetes plásticos de nuestros niños. Los autores destacan cómo las bajas dosis en exposición prolongada pueden jugar un papel mucho más importante que el que hasta ahora se les ha atribuido, y consideran este estudio la primera aproximación global al complejo papel de los tóxicos ambientales en el problema del cáncer.
visto en: http://vidasana.org
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