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Si crees que todo lo que se hace en obstetricia está basado en la ciencia, desengañate: no es cierto.
Centremonos
en esta entrada en un solo dato: el corte inmediato del cordón
umbilical, una práctica instaurada sin ninguna evidencia científica y
que los múltiples estudios científicos publicados que recogen el daño
que genera no han conseguido erradicar. Ajenos a todo, una gran mayoría
de profesionales continúa pinzando el cordón umbilical inmediatamente
tras el nacimiento.
¿Cual es el coste oculto? (aparte de comenzar la vida...
Un estudio sueco ha
demostrado que los niños a los que se cortaba el cordón umbical tres
minutos después de nacer (qué manía con controlarlo todo…), y no
inmediatamente, tenían mejores habilidades motoras finas a la edad de 4
años. ¿Quizá el rendimiento escolar ya sí interesa?
Reproduzco aquí un extracto del capítulo sobre el cordón umbilical del libro La Nueva Revolución del Nacimiento
El corte del cordón umbilical: ¿para qué tanta prisa?
Dos
siglos lleva cuestionada la práctica del pinzamiento precoz del cordón
umbilical, a pesar de lo cual ha seguido realizándose hasta nuestros
días. Ya Erasmus Darwin, médico, fisiólogo y filósofo, y abuelo de
Charles Darwin, advertía acerca de los problemas que genera tanta prisa:
- Otra cosa muy perjudicial para el niño es pinzar y cortar el cordón del ombligo demasiado pronto, que se debe dejar siempre sin tocar hasta que el niño no solamente haya respirado varias veces sino hasta que su latido haya cesado por completo. De otra forma, el bebé es mucho más débil de lo que debería ser, puesto que en la placenta se queda una cantidad de sangre restante que debía haber entrado en su cuerpo.
ERASMUS DARWIN, Zoonimia (1801)
Después
del parto, casi un tercio de la sangre del bebé permanece en la
placenta y es bombeada hacia el bebé mientras el cordón continúa
latiendo. Es un proceso que dura unos pocos minutos, concluido el cual
el cordón deja de latir y se colapsa. Ese tiempo constituye un margen de
seguridad fisiológico que permite al bebé iniciar la función
respiratoria con su fuente de oxígeno intacta, mientras la circulación
en el corazón se reorganiza y las membranas pulmonares se despliegan y
empiezan a recibir sangre directamente bombeada desde el corazón, a
respirar y oxigenar esa sangre. Todo
ese proceso necesita unos minutos para poder realizarse, y pinzar el
cordón inmediatamente equivale a hacerlo sumido en la angustia y el
pánico por la falta de oxigeno y a recibir menos sangre de la necesaria.
Además,
si no hay urgencia por respirar, el bebé puede ir eliminando el líquido
de los orificios nasales sin necesidad de que nadie le introduzca una
cánula para aspirarlos.
¿Qué sentido tiene tanta prisa?
El
cordón umbilical tiene suficiente longitud para que el recién nacido
acceda al pecho de su madre todavía unido al cordón, lo que permite un
inicio de la respiración suave y placentero, una vez que el líquido
amniótico y la mucosidad liberan sin prisa los orificios nasales.
Después
del nacimiento, los pulmones necesitan un tiempo para vaciarse de
líquido e iniciar su función respiratoria. Hasta ese momento poco
irrigados, los
pulmones se llenan de sangre, atrayéndola desde otras zonas del cuerpo,
incluido el cerebro. Si la fuente de sangre (el cordón) permanece
activa, el bebé equilibra los niveles de sangre en todo su organismo. Si
no es así, el cerebro sufrirá las consecuencias de la falta de sangre. Cuando
el bebé está rosado y la respiración instaurada, los vasos del cordón
se colapsan y cierran por sí mismos. Entre el nacimiento y ese momento, la
transfusión de sangre de la placenta al bebé asegura un suministro
suficiente de sangre oxigenada que, entre otras cosas, protege su
cerebro.
Si
el cordón se pinza cuando deja de latir, el bebé tiene tiempo de
comenzar a respirar poco a poco, de una forma suave y relajada, sin
angustias. En estas condiciones, gran parte de los bebés apenas llora,
porque su primera experiencia extrauterina es agradable, segura y sin
trauma.
En
el parto medicalizado, sin embargo, se suele pinzar y seccionar el
cordón umbilical en el momento en que el bebé sale del vientre materno,
poniendo inmediatamente al recién nacido en una situación de privación
de oxígeno, fuente de máxima angustia para los mamíferos.
Fréderick Leboyer resume así la situación:
- Si cortamos el cordón inmediatamente, creamos una situación que es la opuesta a lo previsto por la naturaleza. Pinzando el cordón antes de que los pulmones estén operativos, reducimos el aporte de oxígeno al cerebro del niño. Su organismo solamente puede reaccionar con violencia a nuestra agresión, poniendo en marcha los sistemas de estrés. No solo hemos hecho algo absurdo, sino que hemos creado lo que Pavlov llamó un reflejo condicionado que será operativo durante toda la vida. ¿Qué es lo que hemos unido? Vida y respiración; respiración y terror de una muerte inminente.[1]
El obstetra George Morley,
[2] ha consagrado buena parte de su vida a investigar el impacto del
pinzado prematuro del cordón y a alertar acerca de lo que considera un
error con lamentables consecuencias para los bebés. Según el doctor
Morley, la obstetricia convencional todavía no comprende cuáles son las
funciones del cordón y de la placenta, y los médicos continúan
aprendiendo y creyendo que el pinzamiento tardío del cordón puede
proporcionar al bebé demasiada sangre. Afirma el doctor Morley:
- Mientras tanto, las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) están llenas de recién nacidos débiles, que han sufrido un pinzamiento prematuro del cordón, que muestran grandes insuficiencias de sangre, palidez, hipovolemia (volumen bajo de sangre), anemia (poca cantidad de glóbulos rojos), hipotensión (tensión arterial baja), hipotermia (baja temperatura), oliguria (poca producción de orina), acidosis metabólica, hipoxia (bajo suministro de oxígeno) y dificultades respiratorias (choque pulmonar), hasta el punto de que algunos necesitan transfusiones de sangre y muchos más reciben expansores de esta.[3]
El
doctor Morley asegura que el riesgo de que el bebé reciba un exceso de
sangre es un mito desmentido por numerosos estudios y un error que la
naturaleza no podría cometer sin conducir inmediatamente a la extinción
de la especie.
Si
se pinza el cordón inmediatamente después del nacimiento, también se
corta el suministro de sangre oxigenada y el hecho de empezar a respirar
se convierte en una cuestión de vida o muerte. El bebé desvía sangre de otros órganos para llenar los vasos de los pulmones. Si
el parto ha sido bueno y el bebé está en buenas condiciones, esto puede
no tener mayores consecuencias (aparentemente), aparte de comenzar la
vida sumido en una angustiante sensación de asfixia sin necesidad. Pero
si ha nacido prematuro, con bajo peso, o ha tenido sufrimiento fetal
durante el parto, y encima se le priva de parte de su sangre, la cosa
cambia. En estos casos, a menudo es conducido inmediatamente a la mesa
de «reanimación»,prescindiendo
del mejor y más inmediato tratamiento posible para ello, que es
continuar en brazos de su madre con su fuente de sangre oxigenada
intacta.
- «La práctica obstétrica estándar actual es pinzar el cordón inmediatamente para obtener un pH del cordón, lo que maximiza la asfixia y la hipovolemia (insuficiente volumen de sangre) y favorece una EHI (encefalopatía hipóxica isquémica, causa de parálisis cerebral). La sangre placentaria capaz de salvar la vida y proteger su cerebro se desecha, mientras zonas del cerebro del bebé mueren por falta de oxígeno», lamenta el doctor Morley.[4]
En
condiciones normales, si para el bebé es negativo el pinzado inmediato,
para la madre tampoco es inocuo. Si el cordón se pinza antes de que
deje de latir, la placenta queda más cargada de sangre, de forma que su
desprendimiento y expulsión tienen más riesgos.
Prevenir la anemia en los bebés
Por
otra parte, diversos estudios han constatado además que cuando el
cordón permanece latiendo, en dos minutos pasa tanto hierro como en seis
meses de lactancia materna lo que ayuda a prevenir la anemia en los
bebés.[5] [6] En unos estudios sobre la anemia en los bebés llevado a
cabo por UNICEF en Argentina, se comprobó que el 40 por ciento tenía
anemia. La anemia en los primeros meses de vida parece estar
directamente relacionada con una disminución del cociente intelectual IQ
.[7] El informe concluía que para evitarla había que dejar el cordón
sin pinzar unos minutos después del nacimiento.
Qué dicen las Guías:
OMS:
En
su «clasificación de las prácticas en el parto normal» del año 1999, la
OMS incluye entre las «prácticas de las que no existe evidencia clara y
deben usarse con cautela»,
- la «ligadura y sección precoz del cordón umbilical».
En su protocolo para el parto normal, la OMS recomienda:
- Cortar el cordón una vez que hayan cesado las pulsaciones del mismo mientras el bebé se encuentra con su madre, siempre y cuando no exista una hemorragia significativa.
- Incentivar el cuidado materno piel con piel con su bebé durante al menos las primeras dos horas después del parto, así como todo lo que sea posible durante el posparto inmediato y posteriormente.
GUIA DE PRACTICA CLINICA PARA LA ATENCION AL PARTO NORMAL
Sobre el pinzamiento del cordón umbilical recomienda:
- Se recomienda el pinzamiento tardío del cordón umbilical. Se sugiere como conveniente el pinzamiento del cordón a partir del segundo minuto o tras el cese del latido de cordón umbilical.
Sobre la aspiración de mucosidades y paso de sondas por los orificios del bebé afirma:
- Los RN a los que no se ha realizado aspiración presentan una frecuencia cardiaca menor a los 3-6 minutos, un menor tiempo máximo para obtener niveles de SaO2>92% (saturación de oxigeno>92%) y mejores resultados en el Apgar a los 5 minutos.
Y recomienda:
- No se recomienda la aspiración sistemática orofaríngea ni nasofaríngea del RN.
- No se recomienda realizar el paso sistemático de sonda nasogástrica ni rectal para descartar atresias en el recién nacido sano.
Isabel Fernandez del Castillo
Extraído de “La nueva Revolución del Nacimiento”
Extraído de “La nueva Revolución del Nacimiento”
visto en: solmonasterio.blog
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