En esta era de auge de las comunicaciones virtuales, la comunicación más importante ocurre en el interior de nuestra mente, porque de ella depende en gran parte el éxito o el
fracaso que experimentemos en nuestra vida. Aprender el leguaje de nuestra mente es vital, porque
es allí donde residen algunos de los poderes que pueden cambiar nuestra vida.
Tu mente siempre necesitará una imagen para asociar a tus pensamientos. Sea lo que sea que tu expreses con palabras, aunque sean absurdas y sin sentido, tu cerebro forma inmediatamente una imagen.
De la misma manera hay palabras que nuestra mente no puede traducir en una imagen. Es el NO. La expresión negativa no tiene una representación en imágenes para el cerebro. Por eso, cuando tu dices “no quiero tal cosa”, lo que tu cerebro ve es “la tal cosa”. Si dices “no quiero deudas”, el no, no tiene representación, tu cerebro sólo ve deudas y que? atraes más deudas.
Dice Bob Doyle en “El Secreto”: A la ley de la atracción no le importa si tu percibes algo como bueno o como malo, si lo quieres o si no lo quieres. Sólo responde a tus pensamientos. De modo que si estás contemplando tu montaña de deudas y te sientes fatal por ello, ésa será la señal que estarás emitiendo al Universo: "Me siento fatal por todas las deudas que tengo”. Te lo estás afirmando a ti mismo. Lo sientes en todos los planos de tu existencia. Por lo tanto, obtendrás más de lo mismo.
Agrega Lisa Nichols qa continuación: “Cuando te enfocas en las cosas que no quieres- “No quiero llegar tarde, no quiero llegar tarde” – La ley de atracción no oye el “no quiero”. Manifiesta lo que estás pensando y lo hará una y otra vez. La ley de la atracción no sabe de “quieros y no quieros”. Cuando te enfocas en algo, sea lo que sea, estás provocando que se manifieste”
Cada vez que pronunciamos negaciones, nuestra mente solo puede traducir en imagen la parte que expresa el pensamiento, pero no su negación. “No quiero deudas”, para tu mente es “Quiero deudas". Tal vez te preguntes, ¿cómo que el cerebro no entiende la palabra “no”? Nosotros entendemos el NO, porque la mente no lo entiende? Es fácil, como nuestro cerebro solo piensa en imágenes cuando utilizamos una expresión en la que se encuentra la palabra “no”, lo único que conseguimos es dibujar en la mente aquello que pretendemos negar. Al traducir el cerebro todo en imágenes, solo se enfoca en la parte positiva de la expresión.
Si deseas haz este ejercicio: Imagina un árbol, verde, frondoso. Ahora, no quiero que veas una manzana roja colgando de él. No veas ninguna manzana roja. Haz un esfuerzo no veas una manzana roja en el árbol! ¿Que pasó? Pues, que estoy segura que viste una manzana roja.
Con los niños se aprecia fácilmente este punto, porque tendemos a utilizar con ellos a menudo la palabra NO. “No grites”, no corras, no toques el enchufe, no des portazos. etc.
Cuando le dices a un niño “no debes gritar”, su mente solo entiende el “debes gritar”. Eso te explica porque la mayoría de los niños tienden a hacer o repetir lo que les dijimos que no hicieran. Es que en realidad, su mente solo capta la parte afirmativa de la orden. En lugar de decir “no corras dentro de la casa”, puedes decirle al niño: “quiero que camines despacio cuando estás dentro de la casa”, el cerebro del niño formará rápidamente la imagen de caminar lento.
De manera que en nuestra práctica mental de algo que deseamos realizar, no utilicemos el “NO”, porque lo único que lograremos es justamente lo que queremos evitar. Cuando vas a una entrevista de trabajo o a un examen, en lugar de decir “ojalá no me ponga nervioso”, di “me siento calmado y seguro”.
No permitas que tu diálogo interno se convierta en un obstáculo en tu camino. Cuando fijes metas, deseos, aspiraciones, evita la palabra NO. Procura utilizar los términos y palabras que dibujen las imágenes de los resultados que quieres lograr. Recuerda que atraemos lo que podemos visualizar y el no, no puedes visualizarlo. No quiero sufrir se visualiza con sufrimiento y sufrimiento no es lo que quieres, entonces, visualiza felicidad, alegría. Cuando alguna cosa no te hace feliz, o mejor dicho sufres por ello, no te enfoques más en ella, visualiza lo que te hace feliz.
Fuente: Sony - Atrae la Plenitud
Hay un hecho fundamental, objeto de estudio para lingüistas y neurólogos, y es que nuestro cerebro, esa gran máquina, no entiende la palabra “No”.
Hagamos la prueba. Si te digo que “NO pienses en un elefante azul con tutú subido a un taburete, tocando los bongos con la pata derecha y un saxofón con la izquierda…” ¿En qué estás pensando? ¿Cuánto ha tardado tu mente en dibujar un zoo, un circo, un animal fantástico y todos los complementos que NO le acompañaban?
Una vez comprobado como procesa nuestra mente un mensaje negativo, piensa un momento en todas las cosas que nos decimos, que decimos a nuestros hijos, a nuestros amigos, a la vida misma, de forma negativa.
Sorprendente, ¿verdad?
Si tienes miedo a caer enfermo, a perder el trabajo, a caerle mal a alguien, en realidad, estás generando imágenes en tu cabeza de aquello a lo que tienes miedo. Le estás diciendo a tu cabeza que tu objetivo es caer enfermo, perder el trabajo, caerle mal a tal persona (o caer mal en general).
Se trata pues, de tomar consciencia, y de entrenarte en la formulación en positivo de tus objetivos, de modo que te mantengas sano, trabajes toda la vida (o el tiempo que te propongas) y le caigas bien a esa persona que tanto te importa (a todo el mundo, tal vez, no haga falta).
Lo mismo diría de tantos slogans que se utilizan para "llamar la atención" de la sociedad y revindicar ciertos hechos o derechos en los que la palabra NO aparece en ellos. De alguna manera estamos "llamando" a lo que intentamos evitar: "NO a la Guerra", en vez de "SÍ a la Paz"; "NO a la Discriminación de la Mujer", en lugar de "SÍ a la Igualdad de la Mujer"; "NO a la Pena de Muerte" en lugar de "SÍ a la Abolición de la Pena de Muerte"; "No somos ..." en lugar de "Somos ...".
La imagen mental es una experiencia que se asemeja perceptiblemente a la experiencia de percibir cierto objeto, acontecimiento, o escena, pero que ocurre cuando el objeto, el acontecimiento, o la escena relevante no está realmente presentes a los sentidos. La naturaleza de estas experiencias, qué las hace posibles, y su función, han sido temas de la investigación y de controversia en la filosofía, psicología, ciencia cognoscitiva y, más recientemente, neurología. Contemporáneamente, los investigadores utilizan la expresión, imágenes mentales, como que pueden ocurrir en cualquiera de los sentidos, pudiendo experimentar las imágenes auditivas, las imágenes olfativas, y así sucesivamente.
Cómo las imágenes mentales forman en el cerebro
¿Usted se ha preguntado porqué usted parece conseguir un cuadro mental de algo que sucede cuando está leyendo un libro? ¿O cuándo tiene quizá un sueño estando despierto? Estas imágenes aparecen como cuadros en su mente. Por ejemplo, cuando un músico oye una canción, puede a veces “ver” las notas de la canción en su cabeza. Esto se considera diferente de un efecto secundario, tal como una imagen diferida. Llamar una imagen en nuestras mentes puede ser un acto voluntario, así que puede ser caracterizado como estando bajo varios grados de control consciente.
Según algunos biólogos, nuestras experiencias del mundo se almacenan como imágenes mentales. Estas imágenes mentales pueden entonces ser asociadas y comparadas con otras imágenes mentales, y se pueden utilizar sintetizando nuevas imágenes.
Fuente: World Lingo
No hay comentarios:
Publicar un comentario