Desde que el hombre es homo sapiens, ha
habido un conocimiento del funcionamiento de las leyes que rigen la
naturaleza, el cosmos y la Creación, y ese conocimiento se ha denominado
“ocultismo”, pues estaba, como bien podéis deducir “oculto”. El porqué
de haber mantenido en secreto este conocimiento, posiblemente tenga que
ver con que, desde el principio de los tiempos, el hombre ha temido lo
que no comprende, y ha hecho muy mal uso del poder que otorga conocer
los mecanismos que rigen el funcionamiento de las cosas, por un lado
debido a la forma en la que nuestra mente está creada y como
funcionamos, y el hecho de que el hombre ha buscado siempre el beneficio
personal y el servicio a uno mismo por encima del beneficio común y el
servicio a los demás. Así, conocer y manipular las energías de la
naturaleza y del planeta al antojo de uno, era peligroso, sino se hacia
por aquellos que buscaban solo servir al prójimo a través de este
conocimiento, que tenia que apartarse de la masa general para evitar que
fuera usado para hacer lo contrario.
Por otro lado, puesto que los hombres se han
perseguido unos a otros por simples diferencias ideológicas, era
peligroso hablar en público de todo aquello que podía devolver el poder a
las personas sobre el control del sistema establecido, bajo pena de ser
ejecutado y perseguido. Así, conocimiento ocultista ha existido
siempre, pero bien guardado, o bien por miedo de aquellos que lo
poseían, o bien por prudencia de un posible mal uso.
De esotérico a ocultista
En todo caso, la palabra ocultismo no era la usada ni
mucho menos en los albores de la humanidad ni a lo largo de su
historia, sino que siempre se refirió a este conocimiento como “esoterismo”,
siendo Eliphas Levi, pseudónimo del mago y escritor francés Alphonse
Louis Constant, a su vez cabalista y teúrgo, quien lo acuñó por primera
vez en el siglo XIX. Aquello que empezó a llamarse conocimiento
ocultista, era el conocimiento “esotérico” que Pitágoras y las
escuelas de misterio egipcias y griegas enseñaban más o menos
secretamente en sus tiempos, pero nunca tuvieron la definición de “ocultas”, sino solo “reservadas” a aquellos que podían hacer un buen uso de ellas.
El de dónde vienen originariamente este conocimiento,
también es fuente de investigación constante. Algunas de las líneas
esotéricas provienen de los conocimientos que las primeras razas que
habitaron nuestro planeta tenían, y trajeron consigo de allá donde
vinieran originariamente (creemos que han existido cuatro grandes razas
anteriores a la nuestra, la primera, la llamada raza polar de la que no
se conserva nada; la segunda, la raza hiperbórea, de la que nace una
línea de conocimiento de la que quedan muy pocos vestigios en el
planeta; la tercera raza, la raza lemuriana; la cuarta, la raza atlante,
y de la que si que varias escuelas de misterios son depositarias de
todo el saber que se tuvo en aquella época, especialmente aquellas que
tienen su base histórica en Egipto, finalmente, nosotros, la quinta
raza, disponemos de las líneas de conocimiento que le fueron entregadas a
la humanidad nacida genéticamente por sus creadores, el ENLIL sumerio
(=Yahveh hebreo= cábala) y el ENKI sumerio (=Lucifer hebreo, línea de
conocimiento maya, calendario lunar, etc.).
El segundo, ENKI, a priori el creador de nuestra raza
por sus responsabilidades científicas y genéticas, intentó liberar y
dotar de conocimiento a aquellos que había creado, enfrentándose a su
hermano, que pretendía todo lo contrario, de ahí que, la cábala real, no
la pública, por ejemplo, sea el manual de instrucciones de gestión y
control de la quinta raza, mientras que las escuelas que descienden de
los conocimientos entregados por ENKI son aquellas que tienen el
conocimiento contrario, el de la liberación del ser humano.
Ciencias ocultas vs enseñanzas ocultistas
Por otro lado, existe una enorme diferencia entre lo que hoy en día se llaman “ciencias ocultas” y lo que tendrían que ser las “enseñanzas ocultistas”.
Las primeras incluyen todo tipo de prácticas relacionadas con la
adivinación, quiromancia, tarot, espiritismo, etc., lo segundo está
relacionado con el conocimiento superior de la estructura de la
Creación, y que a mi me gusta más catalogar como “metafísica”, lo que
está más allá de lo físico y tangible.
Al final, se suelen mezclar ambos términos y todo es
ocultista o esotérico, cuando en nada se parece aquel que usa técnicas
adivinatorias para saber si le va a venir bien un trabajo o una
relación, con aquel que trata de comprender los conceptos fundamentales
que rigen todo lo que existe en el universo.
En todo caso, las enseñanzas esotéricas (vamos a
volver a usar los términos pitagóricos y no los cabalistas) se han
desarrollado bajo diferentes culturas, y se han visto influenciadas por
las circunstancias de la época donde se han transmitido o intentado
transmitir, pues nunca fue la intención de aquellos que la poseían de
denegar el acceso a la humanidad de este conocimiento, sino solo de
hacerlo llegar a aquellos que por su propio esfuerzo habían llegado a
merecerlo, y no podían o, a priori no iban, a hacer un mal uso del
mismo. Está por discutir, evidentemente, si los que hoy han accedido a
ese conocimiento en los grados más altos y ocultos de todas las escuelas
iniciáticas (los grados que están dentro de los círculos más internos,
mas allá de los grados públicos rosacruces, masones, mágicos, etc.) usan
este conocimiento y poder para el bien o para el mal, pero desde el
punto de vista de los maestros de la antigüedad, ese era el objetivo.
Diferentes sistemas en diferentes épocas
Según el periodo histórico y la mentalidad de la
humanidad en cada momento, estas enseñanzas esotéricas han ido saliendo a
la luz (con más o menos fortuna, más o menos información, más o menos
desinformación, y más o menos distorsión) con diferentes denominaciones.
Sistemas de transmisión de información esotérica incluyen la magia, la
masonería, la teosofía, la gnosis, el rosacrucismo, la metafísica, la
antroposofía, etc. Cada sistema posee su propia estructura y
cosmovisión, que varían de una a otra, que están peleados en algunos
casos, que se contradicen flagrantemente en otros y que se complementan
perfectamente en algunos más. Y como todo, cada escuela o línea tiene
una estructura muy definida.
Por ejemplo, la magia tiene un director a quien llaman Ippssissimus, la masonería tiene a su Gran Maestre, la teosofía a su Presidente, la gnosis a su Perfectis, los rosacruces a su Imperator y los metafísicos a sus Instructores.
Más aun, cada uno de estos sistemas de transmisión de
conocimiento esotérico tiene sub-divisiones en tradiciones, ritos,
logias, etc. En la magia, por ejemplo, existe la magia pagana, la magia
neopagana y la magia cabalística. La magia cabalística, la última, se
divide a su vez en magia ritual y magia enochiana y, de nuevo, la magia
enochiana se divide en alta magia y magia práctica. La magia neopagana
se divide a su vez en la tradición celta, la tradición gardneriana, etc.
La masonería, por su lado, en su parte pública, se
divide en ritos como el egipcio, el filosófico, el martinista, el
escocés, el astrológico, etc., etc. Sobre teosofía tenemos la división
entre la teosofía antigua de la lejana Grecia, promulgada por Amonio Saccas,
y la teosofía moderna de Blavastsky, movimiento precursor de la mayoría
de ideas tan distorsionadas de lo que hoy conocemos como “nueva era”.
Siguiendo con las divisiones, la gnosis se divide en
cataros, albigenses y valentinianos, los rosacruces se dividen en
logias, fraternidades, hermandades, ordenes y sociedades, y la
metafísica, por último, se divide en pagana y cristiana, platónica y una
línea promulgaba por la escritora Conny Méndez que viene a ser una
mezcla de varias de las líneas anteriores.
Todos unidos, todos peleados
En los años 30, varias de estas escuelas y órdenes
decidieron unirse para crear una organización que mantuviera y
protegiera todo este conocimiento esotérico, y así nació la federación
FUDOSI, que duró bien poco, porque fue desmontada en 1951. Fue creada
por rosacruces (AMORC), masones, martinistas, y otras cuantas escuelas
iniciáticas, pero, como siempre pasa, fue opuesta directamente por otra
organización llamada casi igual, FUDOFSI, formada por otras tantas
escuelas y organizaciones esotéricas pero totalmente contrarias a las
primeras. Tampoco duró mucho esta organización y fue desmontada ya hace
algunas décadas.
Al final, el objetivo perseguido por este tipo de
escuelas y organizaciones es el mismo, perpetuar el saber arcano sobre
las leyes que rigen la Creación, y como usarlas, a priori, para el bien
mayor de la humanidad. Puesto que en estos momentos, y desde la
manipulación del ser humano este conocimiento no es público, debido
precisamente a que el ser humano no es aquello que debiera ser para
vivir en armonía con estas leyes, la mayoría de este conocimiento se
mantiene “oculto”, de ahí la denominación de ocultismo de Eliphas Levi.
Pero eso es algo que ya está cambiando, pues poco a poco, el ser humano,
va expandiendo su conciencia, y poco a poco se libera todo este
conocimiento y sabiduría que sigue siendo usado por unos pocos para un
control de unos muchos, pero eso es algo que no va a durar demasiado.
Aquel que está listo, encuentra el sendero del camino iniciático, el
sendero del camino personal, y no tiene que más que tener una fuerte
vocación de servir a los demás y de querer ayudar al prójimo, y con ello
me refiero a la raza humana en su conjunto, para que ese conocimiento
le vaya siendo transmitido y aparezcan las fuentes, maestros y
oportunidades para ello.
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