Lo que llamamos
enfermedad, es solo un síntoma del
desequilibrio al que hemos llevado nuestro cuerpo. Este tiene muchos mecanismos para solucionar las pegas a las que se ve sometida,
excesos, insuficiencias, toxicidad,
etc. Nuestro estilo de vida actual se las ha ideado para bloquear esa
armonía, entorpeciendo nuestra capacidad natural de adaptación a las
dificultades.
Tenemos que entender que no hay ningún medicamento que pueda corregir
nuestros problemas, mientras bloqueemos nuestro cuerpo con hábitos que
van en contra de las
leyes naturales.
Si cada día añadimos más tóxicos de los que podemos eliminar, será
fácil deducir que la acumulación de toxinas acabará por crearnos un
trastorno.

Ese es el origen de la mal llamada enfermedad, desde una irritación
hasta un cáncer, todo responde al mismo proceso de generación.
Sólo varía el grado de toxicidad y el órgano por el cual nuestro cuerpo se da por vencido.
Con este funcionamiento corporal, es muy importante el papel que
tiene una adecuada nutrición, aunque de poco servirá una buena
alimentación en un contenido de colapso orgánico.
Por todo ello, si queremos recuperar nuestro estado natural de salud
deberemos depurar el cuerpo. Si no limpiamos nuestros filtros orgánicos
y reducimos la toxicidad, todo lo que hagamos no será efectivo.
Cada día creamos millones de células nuevas que sustituyen a las más viejas. Cada tejido tiene su tiempo de renovación.
¿Por qué enferman los órganos si se están renovando periódicamente?
En
la correcta renovación celular encontraremos la respuesta
para recuperar la salud y la plenitud, no realizamos completamente
nuestro derecho natural a la integridad física y mental. Nos inculcan
que no estamos nunca al 100% de nuestro potencial por ello nos
resignamos y aceptamos andar por debajo de nuestras posibilidades.
Eso es la expresión del desequilibrio que nosotros mismos generamos
por desconocimiento o condicionamiento mental, obstaculizando la
constante renovación celular.
Nuestro cuerpo se compone de billones de células agrupadas y que forman la sangre, huesos u órganos.
Cada célula, además de la función que realiza en nuestro cuerpo,
tiene unos mecanismos de acción: nace, se reproduce, se alimenta, se
desintoxica, realiza un trabajo y muere. La célula depende de dos
elementos externos que condicionan su tarea:
- la calidad de los nutrientes que recibe
- la calidad del medio en el cual debe actuar
De esto podemos deducir que las particularidades del cuerpo dependen
directamente de la calidad celular y ésta a su vez depende de la calidad
de alimentos que tenga a disposición y del medio en que se mueve.
El primer factor tiene que ver con nuestra alimentación, ambas
variables están limitadas por el nivel de intoxicación del cuerpo.
Poco conocida es la afirmación básica de la medicina natural:
“La causa profunda de todas las enfermedades es la suciedad del terreno producida por la acumulación de desechos”.
Las toxinas no se quedan en un lugar solo, sino que circulan por todo
el cuerpo, sufriendo una sobrecarga, pero como cada persona tenemos
nuestro punto débil, es allí donde precisamente saldrá la crisis visible
y dolorosa.
visto en: http://www.naturopatamasdeu.com/somos-celulas-desequilibrios-toxinas-y-aparicion-de-enfermedad