En Burlington los habitantes se muestran orgullosos de vivir en una ciudad que funciona con energía limpia.
“Hay que remontarse una docena de años, a 2004, cuando se tomó la decisión de dejar de comprar electricidad a la única planta nuclear que hay en Vermont”, afirma su alcalde, Miro Weingberger.
Actualmente, la ciudad puede presumir de un combo energético que incluye la biomasa (en un 45%), hidroelectricidad (30%), eólica (24%) y solar (1%).
La decisión de apostar por las energías limpias transformó todo el estilo de vida de sus habitantes.
Por ejemplo, los ciudadanos de Burlington son más conscientes del uso
responsable de la energía y utilizan contadores inteligentes
para recoger los datos del consumo eléctrico; de esta forma, tienen un control sobre el uso de la electricidad.
Taylor Ricketts, profesor de Economía Ecológica de la Universidad de Vermont afirma: “no hay nada mágico en Burlington. La naturaleza no nos ha regalado más horas de sol, vientos más fuertes o ríos más poderosos que en otros lugares. Así que si nosotros podemos hacerlo, también pueden los demás”.
Burlington fue pionera, pero no es la única ciudad estadounidense comprometida con las energías renovables. Otros ejemplos de iniciativas similares son:
En California
San José (960.000 habitantes)
El centro de Silicon Valley
apuesta por ampliar la capacidad instalada de producción de energía
solar local, así como crear incentivos para la instalación y venta de
energía.
San Diego (1,37 millones de habitantes)
Además de aprovechar los recursos solares abundantes de la zona, existe un plan para estimular la conversión de la flota de vehículos de combustible fósil por vehículos eléctricos.
San Francisco (864,000 habitantes)
El
Plan de Acción por el Clima es un símbolo de la ciudad que ha dado
lugar a compromisos locales con la energía limpia y la sostenibilidad.
En Colorado
Aspen (6.658 habitantes)
Esta ciudad se ha comprometido a reducir los gases de efecto invernadero un 30% para el 2020 y un 80% para el 2050. Además, ya obtiene su energía de fuentes 100% renovables: el 50% de ella proviene de plantas eólicas, el 45% es energía hidroeléctrica y el 5% restante, a partir de energía solar.
Fuente: www.univision.com
En Nueva York
East Hampton (21.500 habitantes)
Conscientes
de la amenaza que significa el cambio climático y el alza del nivel del
mar en Long Island, la ciudad tiene un firme compromiso con un futuro
libre de combustibles fósiles. Su idea es lograr que el 100% de la
energía sea renovable para el año 2030.
En Texas
Georgetown (54.898 habitantes)
La ciudad se ha comprometido a comprar toda la energía renovable para el año 2017.
En Michigan
Grand Rapids (192.000 habitantes)
Celebrada
por ser una de las ciudades más verdes de Estados Unidos. Han
incrementado el número de paneles solares en los edificios municipales.
En Kansas
Greensburg (785 habitantes)
Greensburg
posee un parque eólico local que suministra la potencia más que
suficiente para esta ciudad y hasta puede vender el saldo.
En Minnesota
Rochester (100.000 habitantes)
Mientras Minnesota se ha trazado el objetivo estatal de reducir el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2050,
las autoridades de Rochester buscan ser libres de carbón para el 2030.
Pretende ser 100% renovable para el 2031, además se han enfocado en
pensar en estrategias para expandir su desarrollo de manera sostenible.
Estas ciudades estadounidenses se comprometieron públicamente a incrementar el uso de energías limpias; esto se traduce en transformar sus hábitos para ser ambientalmente más amigables en el corto plazo.
Entre algunas acciones destacan el uso de vehículos eléctricos, mejorar
el transporte público, edificios más eficientes y construcción de
parques solares y plantas eólicas.
¡Vivan las energías renovables!
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