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6 nov 2016

Las Técnicas de Reproducción Asistida: "De una solución provisional a la esterilidad, a programación de la Humanidad"

 “Nadie sabe cuántas vidas detenidas
hay en los tanques de las clínicas de Reproducción Asistida.”
(...)
“Mientras el número de vidas congeladas va en aumento,
las parejas no se responsabilizan de sus embriones
y las clínicas no saben qué hacer con ellos.”
Natalia López Moratalla
La fecundación artificial priva al embrión
de varios días de las ventajas del entorno materno,
disminuyendo por ello su capacidad de sobrevivencia.”
Natalia López Moratalla
Diversos estudios ponen de manifiesto
que los embarazos tras FIV tienen más complicaciones,
tanto para la madre como para los nacidos,
si se comparan con las gestaciones naturales.”
Natalia López Moratalla

“La paternidad-maternidad biológica
ignorada por los donantes de gametos,
el comercio de óvulos y el turismo reproductor,
el incremento del Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP)
para elegir el sexo o alguna característica deseada,
con la eliminación de aquellos que no las tienen, etc.,
es en sí mismo un aviso de la dilución
de las relaciones naturales familiares.”
Natalia López Moratalla
 

Debido a la cantidad de artículos en abierto (hecho que es de agradecer) procedentes de la ciencia Bioética en relación a las técnicas de reproducción asistida y a la experimentación con embriones humanos, selecionamos algunos de especial interés para el tema principal de este blog: la Conciencia Prenatal y Perinatal y cómo todo lo que ocurre antes de nacer y en el periodo en torno y durante el nacimiento influye fuertemente en la personalidad del ser humano, suponiendo un shock y trauma las experiencias que descuidan sus necesidades naturales tanto físicas y emocionales como mentales y espirituales, así como su influencia en todo el sistema familiar, desde los hermanos, los progenitores y todo el árbol genealógico (ver la sección Ejemplos). Se extraen numerosos párrafos, se destacan algunas frases en negrita y se enlazan a los artículos correspondientes. Agradecemos el extenso trabajo de los autores para el beneficio de la salud humana y del planeta.

“La investigación con los embriones se lleva a cabo directamente sobre ellos, cambiando las condiciones de las técnicas sin experimentación previas en animales, y con carácter retroactivo. Esta manipulación no busca posibles beneficios del embrión mismo, sino a la eficacia en términos de embarazo logrado.
En la cultura contemporánea la Fecundación In Vitro (FIV) se presenta como una conquista que permite saltarse las leyes y los limites naturales de la transmisión de la vida, superando de este modo el conflicto de dos derechos. El derecho del hijo a su origen en el engendrar de sus padres, con el carácter azaroso y libre de una biología no programada y no manipulada y el supuesto derecho de todo varón o mujer a un hijo biológico. La solución de emergencia ha creado la falsa expectativa de que toda persona, y en cualquier situación, puede reclamar un hijo sano y perfecto, en una sociedad que quiere entrar en la era de la genética personalizada....
(…)
Es un proyecto de programación de la transmisión de la vida humana. De tal forma, que la percepción social de que existe un derecho natural al hijo hace crecer la percepción de un supuesto e imperioso deber de los profesionales de la salud de hacerlo posible mediante cualquier tipo de intervención. ”

Evidentemente, existe una línea divisoria entre las actuaciones encaminadas a curar la esterilidad interviniendo en sus causas, y las técnicas encaminadas a generar embriones y transferirlos al útero. Esa línea divisoria entre curar/paliar y generar artificialmente el hijo mediante cualquiera de las técnicas “in vitro”, la traza la ciencia.

En primer lugar, en la Medicina de la fecundidad los pacientes son el hombre y/o la mujer que quieren hacerse mutuamente padres. Pero tratándose de la transmisión de la vida, el hijo es otra persona que, sea como fuere la forma y el modo con que llega a la vida, es un ser humano con el carácter personal propio y específico de todos y cada uno de los hombres. Los actos médicos que curan la infertilidad no acaban en los padres ya que el éxito de la actuación médica está en que ellos puedan engendrar un hijo. El tratamiento en sí de la infertilidad, ha de mirar a que las intervenciones no causen riesgo a la salud del hijo.

Por el contrario, la aplicación de las ART no es en sí un acto médico. El sujeto humano sobre el que “actúan” es justamente el embrión que producen desde gametos humanos. El equipo (biólogos, embriólogos, médicos, ginecólogos y técnicos de laboratorio) son productores de embriones para dar respuesta técnica al deseo de un hijo. Con la lógica de la producción, los embriones se generan en exceso para poder seleccionar, se experimenta en ellos para probar su cultivo, anidación, etc. No importa cuantos quedan en el camino sino cuantas mujeres o parejas consiguen el embarazo, o el hijo nacido. Se cumple así la que lo producido se presenta como destruible.”

La alarma, cada vez más intensa de los Neonatólogos y Pediatras por el riesgo mayor de padecer enfermedades y malformaciones de los niños generados in vitro respecto a los engendrados, conlleva
el deber de un examen riguroso de las consecuencias de la aplicación de las ART. Los datos, abundantes aunque aún cuantitativamente imprecisos, de los riesgos suponen una seria objeción de ciencia a la manipulación de la transmisión de la vida, y no pueden seguir siendo ignorados o diluidos.”
Objeción de ciencia a Técnicas de Reproducción Asistida; por Natalia López Moratalla

La Medicina de la fertilidad ha avanzado poco en comparación con otras especialidades médicas. La causa principal es la apertura de esta vía peculiar de paliar la esterilidad sin curarla, que conlleva necesariamente una manipulación de los embriones. Han pasado 30 años de que se iniciara este falso atajo; y en este tiempo el protagonismo ha estado en los especialistas que se han dedicado a las llamadas técnicas de reproducción humana asistida.
(…)
La situación de España sigue siendo, incluso en 2009, llamativa en una serie de aspectos respecto al resto de países. Por una parte, no aporta los datos de casi la mitad de los centros existentes. Se realizan en España un 10% de los ciclos de toda Europa (41.689 de 418.111).
(…)
Sin embargo, en España -a pesar de las múltiples indicaciones de transferir dos como máximo, y mejor uno sólo- sigue siendo más alto el porcentaje de ciclos con transferencia de tres embriones: un 31,7% frente a un 21,5% global. Se consigue un porcentaje más alto de embarazos por transferencia realizada (35.8% frente a 30,3% del total de Europa) y, sin embargo, el porcentaje de partos por transferencia es llamativamente el más bajo (12,1%) de Europa; e inferior a la media, incluso si los óvulos son donados por mujeres jóvenes.
El riesgo de taras de diverso tipo es mayor en gemelos o trillizos que en gestaciones de uno sólo; las transferencias múltiples en España se acompañan de la llamada reducción embrionaria consistente en la destrucción selectiva de embriones en embarazos múltiples. España ha realizado 107 de las 436 de toda Europa. El procedimiento de destruir alguno de los fetos en los embarazos múltiples es una aberración, también desde el punto de vista de la ciencia médica.

La cuestión es que tanto la inseminación como la fecundación in vitro permiten, al forzar la capacidad fecundante de los espermios, que se inicie un desarrollo embrionario sumamente deficiente, que sin esa intervención no hubiera ocurrido. Parece imprescindible informar de la objeción de ciencia a estas técnicas, que por ser tan fuertemente invasivas hay riesgos para la salud del hijo conseguido.”

La creciente aplicación de las ART, las alertas médicas respecto a la salud de las mujeres sometidas a estimulación ovárica, y las alertas de pediatras acerca de la frecuencia de malformaciones, y otras alteraciones, en los nacidos de padres con problemas de esterilidad exige una responsabilidad de los profesionales, Y exige un serio estudio por parte de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, tanto en lo que se refiere a exigir el registro completo de cada centro de Reproducción Asistida, como para dar o negar el visto bueno a la ampliación de las ofertas que plantean los centros. De hecho, no se están exigiendo las recomendaciones internacionales para prevenir algunos aspectos de la inseguridad de las técnicas. Un factor obvio en España es la composición de la Comisión Nacional, que tiene el encargo del seguimiento, en la que están representados, en exceso, los intereses de los propios centros privados.”

Toda sociedad debe tener presente las graves reservas éticas de una investigación sobre las primeras etapas del desarrollo embrionario humano, que conllevan destrucción de los embriones. Sin embargo, la “European Society of Human Genetics” (ESHG) y la “European Society of Human Reproduction and Embryology” (ESHRE), han unido sus esfuerzos para maximizar los esfuerzos en beneficio de las parejas con problemas de fecundidad, pero sin prestar atención al beneficio del hijo.”

En esta cultura de la producción técnica, van unidas una débil, o al menos temporal, oposición a crear expresamente embriones para investigación con la aceptación a experimentar con los sobrantes de los programas de fecundación in vitro. Tales embriones sobrantes, con un largo periodo de crioconservación y de hecho no implantables (por no ser acogidos en útero) están condenados a morir, tal vez de forma lenta por la congelación pero inexorablemente: son vidas detenidas que no van a ser reanimadas tras la descongelación y transferidas al útero de una mujer. Para justificar la investigación con embriones, ahora los sobrantes y más adelante a la carta, se despoja a los embriones preimplantatorios de valor ontológico, o se convierte el problema en un magnífico caso de que el fin justifica los medios. Los investigadores podrán así ver en el embrión humano no como una entidad con valor intrínseco, sino dotado de posibilidades para los intereses y objetivos y utilidades científico-comerciales.

Y con ese enfoque, o error, de partida en la consideración del valor del embrión humano, los investigadores han abdicado del rigor de la investigación científica y puesto en evidencia las paradojas internas del argumento de la necesidad para el progreso científico.
- ¿cómo garantizar que van a obtener respuesta válida, conocimiento verdadero, a las preguntas que se consideran tan cruciales como para justificar el sacrificio de vidas humanas incipientes?
- ¿cómo encontrar la “justificación” médica de las técnicas de FIV si es evidente la creación de una presión científico-médico-comercial para introducirlas al servicio de nuevos deseos que permitan colmar los “derechos reproductivos”?
- ¿cómo apelar al imperativo científico del progreso si no se investiga ni las causas, ni los procedimientos para paliar la infertilidad?
-¿cómo justificar el mantener en la legalidad una investigación directa con embriones humanos, en el contexto de la reproducción asistida, sin el requisito mínimo y esencial de una previa investigación con animales?

Han pasado demasiados años desde que la FIV se introdujo como solución de emergencia de una creciente falta de fertilidad. La solución de emergencia ha creado problemas más graves para la vida del embrión y de los nacidos de los que ha solucionado. Más aún, ha creado la falsa expectativa de que toda persona en cualquier situación puede reclamar un hijo en base a un ambiguo derecho reproductivo.

Parece obvio que necesitamos asumir la evidencia de que la realidad humana en desarrollo es humana, y abandonar la insistencia en adscribir valor moral a lo humano en función de su contexto y de valores externos adjudicados por otras personas. Al rehuir la perspectiva del carácter personal de la realidad humana embrionaria se pasa necesariamente al imperativo moral de la compasión a las parejas sin hijos y de ahí al imperativo moral de la compasión a los enfermos que nos obliga a la investigación destructiva y consumidora de embriones. Es más, se presenta la gravedad de ciertas enfermedades para dar carácter de urgencia a tales investigaciones “por no haber otras soluciones o al menos ser soluciones lentas”: única o al menos la mejor solución se ha hecho en estos años dogma inamovible de la medicina regenerativa.”
El estatuto del embrión humano en el contexto de la fecundación in vitro; por Natalia López Moratalla

“El que a un embrión in vitro no se le destine (temporal o definitiva) a su implantación en el seno materno, no significa que su valor o estatus sea diferente al embrión en útero: o es un embrión humano o no lo será nunca. Sólo significa que sus “progenitores-dueños” no quieren, o no pueden permitirle que anide. La visión de que la fuerza del estatus moral de una entidad depende de en qué espacio se le coloque, y por cuanto tiempo esté fuera “de su sitio propio” es algo que carece de justificación biológica y ontológica. El concepto de embrión no implantable no corresponde a una situación natural sino que está creada por la manipulación artificial del proceso de transmisión de la vida.”


“En primer termino, la práctica de las técnicas de reproducción humana -en muchos casos abusiva en exceso- ha convertido el fruto de la generación humana (los embriones precoces) en poco más que una propiedad de los donantes de gametos. El consenso entre el deseo de los padres y la voluntad de satisfacción de tal deseo por parte del equipo biomédico prevalece sobre los serios deberes que la existencia de ese embrión impone al hombre y a la mujer de quienes procede. Han dado vida a un hijo que exige protección y que por tanto requiere ser depositado en su ámbito natural materno para proseguir la gestación. Todo embrión de hecho no obtiene su derecho a existir de la común acogida de sus progenitores, de la aceptación de una mujer, o de una determinación legal, sino de su condición de ser humano. La implantación diferida en el tiempo se ha hecho posible por las técnicas de cultivo y crioconservación a largo plazo de los embriones preimplantarios; con ello se percibe muy diluida la responsabilidad natural de los padres con el embrión y se da una progresiva despersonalización en la relación paternidad-filiación.

Una anidación o un embarazo diferido -incluso hasta su conversión en sobrante- turba y trastoca aun más la transmisión de la vida hasta el punto de llegar a considerar al hijo una propiedad disponible. Disponible y abandonable.

La legislación admite la crioconservación de embriones (y determina una duración máxima) para evitar los intrincados problemas jurídicos que podrían surgir en torno a esos hijos cuya vida se ha detenido por la congelación en espera de un futuro bastante incierto. Aunque se trata de una realidad que lleva años produciéndose de hecho no es necesariamente inevitable. La existencia de embriones producidos en exceso y de embriones crioconservados, es una situación irresponsable que debe necesariamente acabar y resolverse de una vez para siempre como situación excepcional.

La posibilidad fáctica de producir embriones en exceso: La segunda cuestión es derivada de la mentalidad surgida de la practica de la fecundación in vitro. Es la pretensión de justificar la fecundación de más de un óvulo para disponer de la una mayor número de embriones preimplantatorios, bien para aumentar la eficacia procreativa con las menores molestias posibles, o bien para permitir la selección de aquellos embriones considerados los óptimos por su estado de previsible salud, o por mera elección del sexo. Pero la lógica del escoger es muy exigente: la posibilidad de escoger lo óptimo está en relación directa al numero producido. Aparecen así los adjetivos de embriones subóptimos, inviables, sobrantes, no implantables, crioconservados. Términos todos ellos que no modifican la realidad humana de los embriones, pero que de forma imperceptible y gradual suaviza la carga eugenésica de esta práctica.

El proceso gradual de cambio en la forma de plantear las cuestiones biomédicas es obvio. Al inicio se pretendió justificar la necesidad de una alta producción para poder implantar varios embriones al mismo tiempo, y facilitar así la supervivencia de alguno de ellos, aumentando la escasa eficacia de la práctica de la FIV. Esta medida ha sido contestada por los clínicos dado que los posibles embarazos múltiples no sólo son un peligro para la madre sino que han resultado un déficit para los niños que nacen prematuros. El aborto selectivo de algunos de ellos (conocida con el eufemismo de reducción embrionaria) no resuelve el segundo problema.”

Las tecnologías de reproducción in vitro han mostrado que la viabilidad del embrión en la étapa preimplantatoria es dependiente del aporte de los factores moleculares; factores que en el proceso natural la madre aporta al embrión a su paso por las trompas. La falta de eficacia de esta técnicas tiene en ello una explicación obvia: ni los gametos están en la situación biológica optima para interaccionar y fecundarse y con el embrión fuera de su sitio natural ni él ni la madre intercambian las señales imprescindibles para el desarrollo al paso por las trompas y su posterior anidación facilitada por las moléculas con reconocimiento específico madre-hijo.”

El número tan elevado de perdidas de embriones con la practica de la FIV se intenta justificar con la afirmación de que la pérdida de embriones es un hecho transitorio ligado a las actuales imperfecciones de las técnicas, pero que mejoraran con el tiempo. Sin embargo no sólo no ha sido así sino que la realidad muestra algo muy distinto: el supuesto mejoramiento de las técnicas ha conducido a que sobran embriones que no son implantados y que permanecen crioconservados. Es decir se fecundan “muchos” aunque sean de peor calidad, se eligen y el resto se rechaza.”
“En definitiva el estatus del embrión preimplantatorio (generado naturalmente o creado in vitro) es el mismo: individuo de la especie humana. La diferencia de situación biológica primordial del embrión en útero o in vitro no cambia su ser -su estatuto biológico y ontológico-, sino su salud y viabilidad. In vitro disminuye drásticamente la capacidad de un correcto desarrollo en simbiosis armonizada con la madre; es decir se le resta posibilidad de vivir, continuar su desarrollo sin interferencias, y se le aumentan el riesgo de malformaciones y enfermedades. Esto no significa menor humanidad, sino que siendo un ser humano, se le ha generado y situado en unas circunstancias en las que la capacidad de seguir viviendo está limitada.”
“La conveniencia de producir el mayor número de embriones para poder seleccionar los óptimos para transferencia a la madre, anidación y desarrollo está originando un número desorbitado y no decreciente de embriones que queda como excedentes. Es razonable establecer la práctica (y modificar en tal sentido la actual ley española) de no fecundar más óvulos que embriones van a poder ser transferidos y gestados con oportunidad de continuar su desarrollo. La necesidad de una potencial-posible utilidad de los embriones sobrantes para investigación no justifica la desidia de permitir que sobren embriones.”

Aunque, después del nacimiento de la oveja Dolly, se ha logrado ya la clonación de individuos de una variedad de especies, la clonación sigue siendo, de todos modos, una técnica aún no eficiente si consideramos que, en general, sólo un 0,2-5% de los oocitos a los que se ha realizado una transferencia de núcleo continúan su desarrollo. Se han planteado varias dudas acerca de la salud, envejecimiento prematuro o la fertilidad, de los individuos clonados, y existen datos que indican que hay una mortalidad perinatal mayor en los mamíferos clonados”

Las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) –Estimulación ovárica, Inseminación Intrauterina (IUI), o Fecundación in vitro (FIV)/Inyección Intra-Citoplasmática de un Espermio (ICSI)– han hecho posible el nacimiento de cientos de miles niños, muchos de los cuales están entrando en la edad adulta. Al inicio de los años 90 comienza una alerta pediátrica por los defectos y anomalías que presentaban estos niños, en proporción más alta que los nacidos de forma natural. Su peor salud se hace incuestionable a partir del 2002. Las técnicas son en sí sumamente agresivas; las pérdidas de embriones antes de la implantación, los abortos espontáneos y la mortalidad perinatal es muy elevada. No se ha hecho la imprescindible experimentación previa con animales: y las pruebas con animales fértiles han mostrado que las crías generadas in vitro presentan alteraciones graves. Sin embargo, los daños se atribuían, casi exclusivamente y de forma gratuita, a la edad avanzada de las mujeres usuarias de las técnicas, y a la esterilidad por las alteraciones genéticas de los espermatozoides, en aumento por los contaminantes del ambiente. Se ha llevado a cabo una extensa experimentación humana directa, sin cumplir los requisitos mínimos de la experimentación humana, e ignorando qué papel desempeñan las técnicas en sí mismas y cómo se causan los defectos que padecen una parte de los así generados, ni exactamente que podrán transmitir a las siguientes generaciones. No estamos ante una cuestión de riesgo/ beneficio sino ante un problema de salud. Las TRA no son intervenciones encaminadas a solucionar un problema físico o fisiológico vital. La proporcionalidad entre la satisfacción del deseo de maternidad/paternidad y los riesgos para la salud del hijo debe ser un criterio primario, aunque no el único.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

Estos eventos «in vitro» ocurren durante el período más crítico del desarrollo del embrión naciente, alrededor de su anidación. El cambio del medio natural –cuerpo de la madre– por los diferentes medios de las técnicas, no son indiferentes ni para el oocito ni para el embrión.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

Es bien conocido que la proporción de los nacidos vivos no ha aumentado, en los más de 30 años a pesar de que la tecnología se ha ido perfeccionando, viendo los resultados que se obtienen año tras año en términos de embarazo logrado, o de niño nacido. Sólo sobreviven aproximadamente un 15% a 30% de los embriones generados con estas técnicas.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

El diagnóstico de las causas de esterilidad es esencial y, sin embargo, se ha investigado poco y no se conoce en muchos casos. Es imprescindible avanzar en esa investigación para poder definir una indicación clara para usar los diferentes procedimientos de las TRA, a fin de minimizar los riesgos asociados a su carácter invasivo.
Hay que tener en cuenta que la aplicación de estas técnicas tiene riesgos, y que éste no es un proceso dirigido a curar la esterilidad. Existe, por tanto, de entrada una objeción de ciencia a la aplicación de una tecnología sin garantías y, posiblemente en algunos casos, innecesaria o ineficaz.
(…)
Todo ello nos habla de que, aún después de más de 30 años de investigación retrospectiva, las TRA no se controlan suficientemente.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

Si como se comienza a pensar, y preocupa, podemos estar sólo en la superficie de un gran iceberg urge un debate público racional que revise la amplia permisividad de la legislación y, que tal vez ponga de manifiesto la conveniencia de establecer controles adecuados a los centros de TRA sobre el uso de las técnicas.
Describimos aquí uno de los más graves problemas que lleva consigo la aplicación de las TRA: el riesgo mayor de padecer enfermedades y malformaciones de los niños generados por las TRA respecto a los engendrados, que hoy es innegable. Datos que deben estar disponibles a quienes acuden a ellas, disponibles a la sociedad, y necesariamente han de ser tenidos en cuenta en las Comisiones Nacionales tanto de Bioética como de control de las TRA.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

Los datos acerca de la frecuencia de malformaciones, alteraciones cromosómicas, Síndromes raros, y un largo etc., a corto y a largo plazo, en los nacidos con la intervención de algunos de los procesos incluidos en las denominadas Técnicas de Reproducción Asistida, son una llamada de atención, que exige una responsabilidad de los profesionales y de los sistemas de control de los daños. Se requiere una investigación urgente y cuidadosa de la salud de los ya nacidos y una información tanto a los que acuden a las TRA como a la sociedad.
(…)
El riesgo del uso de las técnicas es mayor cuanto más invasivas son. Es elevado el número de alteraciones epigenéticas (reguladoras de la expresión natural del genoma del embrión) que resultan de la exposición a un ambiente artificial tanto de los oocitos obtenidos por estimulación ovárica, como del medio de cultivo del óvulo fecundado, o la congelación-descongelación y reanimación del embrión previo a la implantación en el útero materno.
Todo esto, como se ha reseñado anteriormente tiene consecuencias directas a corto, medio y largo plazo en la vida del individuo generado por las técnicas. Incluso en cuanto que sean heredables puede causar un problema intergeneracional.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

Las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) son paradigmáticas de una experimentación humana que no cumple con los requisitos científicos ni éticos, y que ha creado un grave problema intergeneracional. Se aceptaron, a pesar de ser muy invasivas y costosas, como un atajo en la lucha por la esterilidad debida a causas físicas, como es la obstrucción de las trompas de Falopio, con una investigación exclusivamente retrospectiva, y con estudios previos en animales muy insuficientes. Presentan riesgos asociados a la transferencia múltiple de embriones; riesgos para la salud de la paciente por el tratamiento, y riesgos para la descendencia. Riesgos asociados a las futuras relaciones paterno/filiares y fraternales. Los principales problemas técnicos –el tratamiento para la estimulación ovárica, la manipulación de gametos y el cultivo de los embriones, su conservación en frío, el número de embriones a transferir, y su correcta implantación en el útero–, siguen sin encontrar la solución definitiva, y no desciende la mortalidad embrionaria y neonatal. Para algunos de estos problemas se ha tomado como solución la donación de óvulos y espermios, o el encargo de la gestación a otra mujer. De esta forma las TRA se han sacado del ámbito de la pareja estable estéril y se ha abierto a mujeres solas, a mujeres de edad avanzada, a parejas del mismo sexo, etc.”

Se trata de una experimentación humana que no busca posibles beneficios para el embrión mismo, sino la eficacia en términos de embarazo logrado. El sujeto humano sobre el que actúan las TRA es justamente el embrión, que se genera desde gametos humanos, para dar respuesta técnica al deseo de un hijo de una pareja, o de una persona sola. Esto es, se consideran «pacientes» a las personas que desean un hijo sin engendrarlo, mientras se elude toda responsabilidad sobre las pérdidas de embriones, los embriones sobrantes, o la salud, a corto o a largo plazo, de los que llegan a nacer. Llama la atención al respecto, que en los protocolos y en las leyes «los pacientes» son la/los progenitores, y sólo cuando se trata de comparar entre sí el estado de embriones frescos con el de embriones congelados ambos embriones adquieren entonces el carácter de paciente.

El deslumbramiento por la biotecnología, la confianza ciega en el progreso científico-técnico, y, sobre todo, el afán de autonomía sobre la propia corporalidad hizo que se pasara por alto que la transmisión de la vida, la relación paternidad-filiación, es de las cuestiones serias de la vida. Aquellas cuestiones en las que lo biológico y lo personal intrínsecamente fundido en cada persona, es imposible de desunir sin violentar la naturaleza. La pretensión de optar por procesos que requieren saltar las barreras naturales, afianzadas en el proceso de la evolución, se enfrenta con la realidad de la perfecta regulación armónica de los procesos naturales, que les hace muy difícilmente manipulables.”

Fue sorprendente que los productores de las sofisticadas máquinas congelantes patrocinaron numerosos talleres, reuniones, conferencias, y publicaciones, para promover sus productos, mientras la vitrificación no necesitaba de esas máquinas. Una vez más los intereses comerciales restan la necesaria racionalidad a la investigación, que no se plantea lo que es mejor sino lo que es más fácil.”

Descenso de la fertilidad: En los últimos años se ha producido un descenso considerable de la fertilidad en los países industrializados. Por una parte, la fertilidad femenina es dependiente de la edad y ha habido un retraso de la edad en que las mujeres tienen su primer hijo. Por otra, la fertilidad masculina, que no depende directamente de la edad, está siendo disminuida, especialmente, por las epimutaciones en los espermios producidas por los tóxicos ambientales. Están presentes en el medio ambiente en forma de herbicidas, insecticidas y fungicidas, a los que están expuestas diariamente muchas poblaciones humanas. “

“Los datos del Diagnóstico Genético Preimplantacional también son alarmantes. La quinta parte del total de estos diagnósticos a nivel europeo se practica en España. Una experimentación, ya que se desconoce si la biopsia embrionaria (extraer una o dos células de las ocho que tiene el embrión de tres días) tiene algunas consecuencias en el hijo seleccionado.
La legislación vigente admite todo y el país se ha convertido en un “paraíso reproductor”

La posibilidad de detectar defectos cromosómicos o genéticos en embriones in vitro, asociada a las técnicas de Reproducción Humana Asistida antes de su posible transferencia a útero para completar su desarrollo, se presentó como una alternativa al aborto eugenésico. Y una opción para mujeres de edad avanzada para procrear, de evitar embarazos de embriones con defectos cromosómicos. El diagnóstico genético previo a la implantación (DGP) y el cribado de los embriones in vitro (por las siglas en inglés, PSC), ofrecen la imagen de la persona con discapacidad como un individuo a excluir de la sociedad. Supone una experimentación humana directa, sin fines terapéuticos ni para el embrión que se manipula, se elige o descarta según el diagnóstico, ni para avance de la medicina perinatal. Dado que estas técnicas permiten disponer de varios embriones, se ha generado además una eugenesia «positiva», que busca seleccionar unos embriones en función de terceros, por tener unas determinadas características, sexo, o carecer de posibles predisposiciones a enfermedades. Varios aspectos exigen el deber ético ineludible de informar sobre esta forma de eugenesia que, además de serlo y destruir directa e intencionadamente la vida de seres humanos en sus primeras etapas, no cumple los requisitos mínimos de rigor de una investigación científica o biotecnológica. No se han realizado las pruebas previas en animales para validar las técnicas por lo que existen serios errores en el diagnostico con falsos positivos y falsos negativos. Recientemente se ha podido constatar que algunos embriones desechados pueden eliminar sus defectos con el desarrollo dos días después de la biopsia. Por otra parte, todo el estudio acerca de qué puede o no diagnosticarse es retrospectivo y los daños irrecuperables. Y, de especial importancia, es el hecho de que no se conoce con seguridad los efectos que la biopsia a un embrión de pocos días lleva consigo para los diagnosticados.”
Selección de embriones humanos. Diagnóstico Genético Preimplantación; por Natalia López Moratalla, Marta Lago Fernández Purón y Esteban Santiago

El análisis de los resultados muestra que la tecnología es muy poco eficaz; los datos de éxito son muy bajos y el embrión seleccionado sufre otros defectos por la manipulación.
(…)
Así por cada 2000 ciclos de los que resultan más de 15-16 mil embriones se consigue biopsia de unos 12.000. Se transfieren unos 3000 de los que se consiguen unos 400 embarazos y nacen unos 330 niños, algunos gemelos, unos pocos trillizos, de los que se destruyeron selectivamente por reducción embrionaria tanto para disminuir el parto múltiple o en el caso de que se detecten durante la gestación anomalías, como encefalopatía y espina bífida. Los embriones seleccionados y no transferidos se conservan tras congelación. Los defectuosos se descartan, en principio. De los recién nacidos algunos presentaron malformaciones graves, otros más leves y varios mueren al nacer. Los que sobreviven mantienen un estado de salud similar a los nacidos por reproducción asistida, siempre peor que los engendrados naturalmente.
(...)
No hay un aumento de la probabilidad de éxito en el embarazo por practicar el diagnóstico genético preimplantatorio 3 días después de la fecundación y contar los cromosomas. Un mensaje que debe conocer la sociedad.
(…)
Esta investigación no aporta una conclusión definitiva debido a que hay muy pocos niños seguidos médicamente tras nacer con esa biopsia, y los diferentes estudios han usado diferentes controles. Se está llevando a cabo una experimentación humana prospectiva que no respeta el primer principio esencial de investigación: estudios sistemáticos previos en animales.”
Selección de embriones humanos. Diagnóstico Genético Preimplantación; por Natalia López Moratalla, Marta Lago Fernández Purón y Esteban Santiago

Además, se sabe que durante la primera fase del desarrollo embrionario las células alteradas, en su mayoría, van desapareciendo de forma natural. Es muy significativo el hecho ocurrido en 2011 en la Reunión del ESHRE, celebrada en Estocolmo. Un estudio del equipo de William G. Kearns, director del Centro “Shady  Grove” de Preimplantación Genética en Maryland, ponía de manifiesto que los embriones con células defectuosas a los tres días de vida, por tener cromosomas de más o de menos, pueden corregir realmente sus errores genéticos, dos días después. Ya que se ha descrito la posibilidad de que las células anormales mueran o incluso sean expulsadas hacia la zona exterior del embrión, y dar lugar a los tejidos extraembrionarios. De hecho, un porcentaje de células de la placenta poseen errores en el número de cromosomas sin que eso afecte al desarrollo embrionario.
En definitiva, serias objeciones de ciencia por las que debería reevaluarse la práctica, métodos y fines de esta prueba diagnóstica.”

“(...) la vida del concebido arranca en el laboratorio y puede que antes de transferirlo a la mujer que lo vaya a gestar, sea sometido a un proceso de selección y/o congelado a la espera de una transferencia. La obtención de varios embriones por ciclo de estimulación ovárica de la madre biológica origina que se acumulen en los congeladores de los Centros los embriones “sobrantes”.”

Es bien conocido que el tratamiento de estimulación ovárica, imprescindible en estas técnicas, tiene riesgos: masivo crecimiento del ovario, fallo renal, distrés respiratorio y fenómenos tromboembólicos. Está confirmado el riesgo mayor de cáncer en las mujeres sometidas a este tipo de tratamiento hormonal. España presenta el más alto número de ciclos con donantes y el índice más alto de este trastorno, conocido como Síndrome de Hiperovulación, del que no se informa ni a las mujeres que acuden a someterse a las técnicas, ni a las jóvenes donantes de óvulos de entre 15 y 18 años. Además, se sigue ensayando con la maduración in vitro de los óvulos, a fin de aumentar la eficiencia y evitar las consecuencias negativas para la salud  que esa inmadurez conlleva en el hijo si llega a nacer.”

Con relativa frecuencia aparecen en los medios de comunicación noticias sensacionales y, con más frecuencia aún, sensacionalistas del mundo de las ciencias de la vida y de las ciencias biomédicas. Al mismo tiempo que nos despiertan asombro ante unos conocimientos que nos adentran en parcelas de la propia naturaleza y nos aportan una esperanza en las ventajas que tales adelantos pueden proporcionarnos, nos producen un cierto temor. ¿Hacia dónde nos llevan? ¿Podrá lograrse algo con la manipulación de nuestra naturaleza biológica?

Hay preguntas ineludibles que nos afectan a todos ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué significa hoy el progreso? ¿Descuidamos realmente campos de investigación que son vitales para la supervivencia de muchos seres humanos? ¿Puede haber límites en la investigación, o por el contrario, es una contradicción hablar de progreso al mismo tiempo que de límites?
La cuestión más radical es dónde está la medida, si es que existe, que nos permita no quedar rebasados por la aplicación de unos conocimientos no asumidos, o de una responsabilidad sobrevalorada y desorbitada que nos obligase a poner en práctica toda la potencia tecnológica de esos conocimientos.

(Sobre la Ley de Reproducción Asistida) "es una ley nefasta hecha al dictado de los dueños del gran negocio de los centros de reproducción asistida que da via libre a generar embriones en número deseao, congelarlos, usarlos para experimentos o productos cosméticos o farmaceúticos, etc. También es la solución para mujeres solas y para uniones homosexuales. Se puede hacer compra-venta de óvulos y hay anonimato del donante".
“El bebé-medicamento exige múltiples hermanos que se quedan en el camino” afirma Natalia López Moratalla

La cuestión es obvia; la agenda del lobby pro investigación con embriones y clonación humana tiene una cita clave: no permitir que el debate se centre en la discusión científica de los resultados, sino enfrentar a la comunidad científica y a la sociedad con un falso problema entre ciencia y religión. El lema es claro: hacer creer a la sociedad que los defensores de las células embrionarias tienen motivaciones exclusivamente científicas, mientras que los oponentes (o simplemente que trabajan y conocen la eficacia curativa probada de las células del propio enfermo, las llamadas madre de adulto) sólo tienen motivos religiosos. El progreso científico, afirman, debe ser defendido de la religión; quieren hacer creer que cualquier planteamiento ético que proponga buscar soluciones que respete la vida de un ser humano es un retroceso al progreso científico, que se acompaña con la indiferencia por el sufrimiento de los enfermos incurables y sus familias.
(...)
Es comprensible que el dinero tiente a algunos pero las presiones más fuertes o más generalizadas van por otra vía. Este lobby tiene muy pocos científicos detrás y ninguno serio. Pero está muy bien orquestado: dos de las revistas de más impacto (Nature y New Englan Journal of Medicine) en las que cualquier investigador sueña con publicar obligan a declarar que es partidario de investigar con embriones aunque él trabaje con células de adulto. La posibilidad de publicar en ese nivel hace que muchos investigadores guarden silencio acerca de la verdad de los estudios de medicina regenerativa. A nadie le interesa crearse enemigos por criticar el falso potencial terapéutico de las células embrionarias. Por otra parte los medios de comunicación hacen “noticia” cualquier declaración en esa línea y no consideran “noticia” los enormes avances realizados en estos años en la medicina regenerativa real.
(…)
la realidad es que el negocio de la compra-venta de óvulos ha entrado en la opinión pública bajo la capa humanitaria de una donación para hacer “feliz” con la gestación de una criatura a mujeres sin óvulos o a las que se les pasó la edad de la maternidad.
(…)
Si se presenta así es porque la realidad está amañada por los intereses económicos de centros de Reproducción Asistida que se están asociando a los “Bancos de células madre”.
(…) los bancos de células embrionarias necesitan óvulos y los centros de FIV los consiguen y cultivan. España se ha convertido en la capital europea de las donantes de óvulos y más después de las trampas de Corea.

Se trata de convertir la reproducción artificial en un derecho reproductivo, al mismo tiempo que el aborto y la anticoncepción.”

El fenómeno de la impronta parental tiene un claro significado biológico. Define la identidad biológica del cigoto originado por la fusión de los dos gametos, como embrión, diferente de cualquier célula híbrida originada por fusión de los núcleos de otras dos células cualesquiera; y netamente diferente también de la célula producida por fusión entre sí de dos óvulos, o de dos espermatozoides. Existe en los mamíferos una barrera biológica natural infranqueable, que echa por tierra la posibilidad de que nazca un hijo de un padre sin una madre, o de una madre sin un padre. La impronta masculina y la impronta femenina de la dotación genética que consigo llevan los 22 autosomas de los gametos, óvulo y espermatozoide, reafirman la vinculación heterosexual en el origen de todo hombre o mujer. Cuando el embrión se genera por transferencia de un núcleo de una célula somática a un óvulo requiere una serie de manipulaciones para “reprogramarlo” y que llegue a ser un cigoto.”

La cuestión es que tanto la inseminación como la fecundación in vitro permiten, al forzar la capacidad fecundante de los espermios, que se inicie un desarrollo embrionario sumamente deficiente, que sin esa intervención no hubiera ocurrido. Parece imprescindible informar de la objeción de ciencia a estas técnicas, que por ser tan fuertemente invasivas hay riesgos para la salud del hijo conseguido.
Carencias de la comunicación biológica en las técnicas de reproducción asistida; por Pedro José Sánchez Abad y Natalia López Moratalla

Ha habido en los últimos años un gran avance en el conocimiento de la biología de los gametos que ponen de manifiesto la importancia esencial de la impronta propia de cada uno de ellos adquirida durante su maduración. Es una falta de rigor y responsabilidad continuar con la aplicación de las ART que fuerzan la fecundación con gametos en estado no fecundante.
Carencias de la comunicación biológica en las técnicas de reproducción asistida; por Pedro José Sánchez Abad y Natalia López Moratalla

La génesis y maduración de los gametos es un proceso de una enorme precisión que requiere como nicho natural el cuerpo masculino o el femenino. De su estado depende una diferenciación estable durante el desarrollo embrionario, tras su mutua fecundación.”
Riesgos para la salud de los nacidos por las técnicas de fecundación asistida. La punta de un iceberg; por Natalia López Moratalla, Alejandra Huerta Zepeda y Dolores Bueno López

Los datos aportados muestran que el modelo «inventado» es biológicamente muy inferior al natural. El embrión in vitro, máxime congelado, está en una situación vital muy precaria y muy expuesto a un medio ambiente inhóspito. Pero que se le coloque fuera del sitio que le corresponde haciéndole más vulnerable, o que se someta a exámenes de selección, o que se le pueda, de hecho, abandonar, no significa que no sea un ser humano y por tanto posea el carácter personal propio y específico de los individuos de la estirpe de los hombres. La forma como se llega a la vida, ni los motivos que han llevado a generarlo, no cambian su entidad, ni le restan humanidad; es un ser humano.

Toda persona es capaz de percibir el misterio del hombre: la desproporción entre la fusión de los gametos de sus progenitores y el resultado, que es nada menos que un hombre dotado de inteligencia, libertad, capacidad de amar, de relaciones personales, de heroísmo y miseria. Por ello los resultados de esta experimentación humana, el fracaso de la selección del bebé perfecto, etc. podrían –¿deberían?– hablarnos del derecho de cada persona humana a ser engendrado, sin que nadie se otorgue el programarlo desde fuera. Debería hablarnos de la decisión por una buena terapia de la esterilidad. Curar y prevenir los factores –bien conocidos– que están llevando consigo una alarmante caída de la fecundidad.

La forma en cómo se han aplicado las TRA, desoyendo las evidentes objeciones de ciencia, ha creado un problema de salud pública que afecta a las próximas generaciones. Problema intergeneracional en el doble nivel humano. Por un lado, problemas de salud de las mujeres a las que se ha dicho que se les otorga derechos reproductivos sin límites, problemas de salud y fertilidad en las siguientes generaciones. Por otro lado, problemas humanos insolubles de rotura de la relaciones familiares vitales para las personas y violentada en programas a prueba, experimentando contra evidencias ya sólidas de los daños que acarrean.
(…)
Todo esto debe ser pensado de nuevo y debatido. Incluso oyendo la opinión de los así nacidos que van entrando ya en la edad adulta y tienen mucho que decir. Va más allá de lo que se entiende por una asistencia a la reproducción ante problemas de infertilidad de una pareja estable.”
El precio del “milagro” de los nacimientos por las técnicas de fecundación asistida; por Natalia López Moratalla


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