Por JASS / Informe Insólito
¿Que nos está pasando?, ¿por qué hay tantas enfermedades graves en los últimos tiempos?, ¿nos están bombardeando con sustancias sintéticas intencionadamente?, ¿por qué cada vez hay mas sustancias nocivas para la salud en nuestro entorno, en nuestros alimentos?, ¿por qué las autoridades competentes no ponen freno a esta invasión química?, ¿quién está detrás?, ¿lo están haciendo a conciencia?, ¿quién maneja los hilos de esta posible intoxicación global?, ¿querrán provocar un descenso de la población mundial?.
Vamos a dar una vuelta por nuestra casa, y descubrir la toxicidad de muchos productos los cuales utilizamos a diario. Veremos cómo nos encontramos atrapados en un ambiente doméstico nocivo de difícil escapatoria, “Hogar químico hogar”, el tour tóxico.
Solo basta con echar un vistazo a nuestro alrededor y veremos que existen muchísimos casos de cáncer en nuestra familia, entre nuestros amigos y conocidos, cada vez más obesidad infantil, más enfermedades coronarias y vasculares, mas enfermedades alérgicas, más enfermedades raras y aparición de tumores.
¿Cuales son los agentes tóxicos que nos rodean y cómo nos van haciendo daño?, ¿dónde se encuentran?. Pues bien, ellos están en casa, en la calle, en la ciudad, están en los ríos, en el mar, en la montaña, en el aire que respiramos, en lo que comemos, en los productos que compramos en el supermercado, con lo que nos vestimos, en los medicamentos que tomamos.
Al día nos exponemos a cientos de sustancias tóxicas sin saberlo, y encima el número de sustancia químicas sintetizadas nuevas crece diariamente y para las cuales no existen estudios serios de efectos en los seres humanos, esta es la realidad. Cada vez se sintetizan más productos sin valorar ni estudiar sus consecuencias ambientales ni en humanos. Existen muchos productos que usamos a diario los cuales son muy nocivos, y aunque los fabricantes argumentan que son dosis mínimas, el hecho de usar a diario un producto garantiza una mayor absorción.
Empezaremos el tour químico por nuestra casa, donde podemos encontrar un grandísimo almacén de productos tóxicos. Y entre los destacados, uno que es de uso diario, los cosméticos, los cuales abarcarían geles, champús, dentífricos, maquillaje, esmaltes de uñas y desodorantes principalmente. Aunque no lo parezca después de utilizarlos no se quedan quedan en la capa más superficial de la piel sino que son absorbidos y pasan al torrente sanguíneo.
En algunas partes del mundo hay leyes reguladoras, que especifican claramente que no pueden contener ciertas sustancias clasificadas como carcinógenas, mutágenas o tóxicas, pero aquí en España hay bastante manga ancha al respecto. No hablaremos de marcas en concreto para que no cunda el pánico, pero os aseguro que todos las tenemos en casa. De la innumerable lista de productos en cosméticas empezaremos por el cuarto de baño donde almacenamos normalmente todos los cosméticos, geles, jabones, champúes, dentífricos, cremas, antisépticos.
El primero serán los Parabenos (ácido parahidroxibenzoico), el cual tiene propiedades bactericidas y fungicidas y que se usan para prolongar normalmente la vida del producto, dejándolos libres de bacterias ni microorganismos. Los encontramos en cremas, desodorantes y lociones aplicadas que se aplican sobre la piel. Este tipo de producto provoca un aumento de la incidencia del cáncer de mama y como con la mayoría de ellos, sus efectos con el tiempo son “desconocidos”.
Seguiremos con la parafina, hidrocarburos derivados del petróleo que se utilizan para crear una capa impermeable en la piel y así encontrar el aspecto deseado de suavidad, tersura y brillo, este producto lo que hace es cubrir con una capa la piel e impedir que se expulsen los contaminantes hacia fuera de nuestra cuerpo. La que se utiliza en estética es la blanca, aunque también las usan con más impurezas como la ámbar o marrón, estos últimos pueden producir cáncer.
El siguiente grupo tóxico seria los Ftalatos (ésteres de ácido ftálico), productos químicos que sirven de disolventes y suavizantes, se conocen varios, DEHP, DINP, DIDP, etc. Se encuentran presentes aparte de en los cosméticos, en plásticos, pegamentos, adhesivos, aparatos electrónicos, envases de agua, perfumes, jabones, lociones, etc. Son ingredientes muy tóxicos, pueden provocar decenas de tipos de síntomas y enfermedades, pero las más destacables serían el cáncer, la disfunción del sistema hormonal y daños en el ADN de reproducción masculina, así como malformaciones en el feto, problemas cardiovasculares, desarrollo prematuro de las mamas de las niñas, etc. Éstos también se encuentran en las videoconsolas con contenidos muy altos.
Si todavía no tenéis suficiente continuaremos con el Polietilenglicol o macrogol (PEG) que se utiliza como emulsionante, para dejar penetrar al resto de productos del cosmético en la piel, es soluble al agua. Su peligrosidad depende sobre todo del resto de ingredientes que compongan el producto, ya que absorben son ningún problema, y pasan a acumularse en ciertos órganos como el corazón, el hígado y los riñones.
Nuestra siguiente visita será a nuestro cuarto de la limpieza, donde tenemos gran cantidad de productos para limpiar y perfumar el hogar, donde el principal tóxico que se lleva el premio gordo sería el Formaldehído (aldehído), presente en multitud de productos de limpieza del hogar, muebles, barnices, pinturas, plásticos, gomas, desinfectantes, y en la ropa que vestimos normalmente, sobre todo aquellos que no hagan falta plancharlo. Estamos hablando de un compuesto muy volátil e inflamable, ha sido clasificado como carcinógeno, si nos exponemos al formaldehído puede provocar varios tipos de cáncer, como el cáncer de nasofaringe y la leucemia. Se suele utilizar como fungicida y desinfectante industrial incluso como conservante en los depósitos de cadáveres y laboratorios médicos. Aparte de estos efectos, pueden provocar desarreglos en el inicio de la pubertad, fatiga excesiva, palpitaciones del corazón, insomnio, sudores nocturnos, desequilibrios hormonales, erupciones cutáneas, inflamación de las glándulas, problemas digestivos, náuseas, diarrea, dolor en las articulaciones y muscular, enfermedades del corazón, irritabilidad, agresividad, deterioro de la memoria y la concentración, la percepción visual y auditiva, aparición de alergias, asma, ataca al sistema nervioso, reducir la coordinación, etc., etc.
Y todo esto sin salir de casa, es increíble cómo estamos rodeados de productos nocivos, y nadie nos dice que no los usemos, deberían estar etiquetados como el tabaco, advirtiendo de los riesgos para la salud. ¿Por qué los fabricantes los usan?, pues porque es mas barato fabricarlos que recolectarlos y tratarlos de la naturaleza. También así se usan patentes que sirven para venderse y hacer negocios.
Otro agente tóxico que tenemos en casa, es el famoso Triclosán del cual podríamos hacer varios artículos e incluso algún que otro libro. Es un agente bacteriano y fungicida que se encuentra en innumerables productos, siendo el que más abunda, estamos invadidos. Se lleva usando desde hace casi medio siglo de ahí que aparte de encontrarlo en nuestra casa, forma ya parte del medio ambiente e incluso de nosotros. Es detectable en los ríos y lagos, en organismos acuáticos, algas, así como en la orina humana, la sangre, y en la ¡leche materna!. Estamos hablando de un producto que se bioacumula, se concentra en los órganos y se heredan. Vamos que es uno más de la familia.
Principalmente afecta a los músculos, incluido a los cardíacos, afectan a las células que se encargan de las contracciones musculares. También a la interrupción de la actividad de la hormona reproductiva, y de la señalización celular en el cerebro. ¿Y donde lo encontramos en casa?, pues agarraos bien y tomad nota de donde se encuentra este desinfectante: en jabones de manos, desinfectantes y antisépticos, vendas, algodón, tiritas, papel higiénico, servilletas, bolsas de basura, pastas de dientes, desodorantes, botiquines, sartenes, ollas, cuberterías, trapos de cocina, bayetas, ropa intima, calcetines, productos escolares, calculadoras, tijeras, lápices, juguetes infantiles, alfombras, sabanas, teclados de ordenador, etc. etc. Al encontrarse omnipresente, son capaces de provocar que muchas bacterias se hagan resistentes ya que éstos han desarrollado mecanismos de defensa genéticamente, e incluso pueden resistir a los antibióticos.
Continuaremos el tour toxico por nuestra casa y seguiremos enumerando mas sustancias nocivas, los siguientes serian los Nonilfenoles (NPE) compuestos orgánicos relacionados con los alquilfenoles. Utilizados como detergentes industriales y en la producción de textiles naturales y sintéticos. NPE se descomponen para formar nonilfenol, una toxina que causa trastornos hormonales persistentes, imita a las hormonas femeninas alterando el desarrollo sexual y afectando al sistema reproductivo. En casa está en la ropa y calzado. Se utilizan en países como China, Vietnam, Malasia, Indonesia, Bangladesh, Méjico, Marruecos, India, etc., donde no está prohibido utilizarlas.
Los estudios que hay se han hecho con productos de marca en las que todos confiamos y conocemos, así que imaginaos todas aquellas prendas sin marca que vienen de estos países las cuales no se analizan. En Europa está restringido su uso en muchos países, pero ya que la mayoría de la fabricación textil proviene de afuera no están controladas en absoluto. Deberían de obligar a las empresas textiles al estudio de otras sustancia no nocivas y las fueran sustituyendo, pero claro supondrá costes en investigación y en adaptación de las fábricas.
Seguiremos dando vueltas por casa, ya mareados, pero ahora nos toca irnos a la cocina, pero por ahora nos fijaremos en los recipientes que conservan nuestros productos. El turno le toca al Bisfenol A (BPA) es un producto químico utilizado para fabricar todo tipo de plásticos policarbonatos, incluso biberones. En algunos países como Francia ha sido declarado ilegal. En la cocina no lo podemos encontrar en las latas de comidas precocinadas, latas de conservas, latas de bebidas, tupperwares, botellas de plásticos de bebidas, sopas y las salsas, envases para calentar en el microondas, además a más altas temperaturas, más fácilmente se liberará y filtrará en los alimentos este producto químico. Los niños pequeños son los más expuestos al Bisfenol A debido a que su consumo de alimentos en relación a su peso corporal es mayor que a otras edades. Las mujeres embarazadas están expuestas a niveles del compuesto potencialmente peligrosos. Puede estar asociado a la diabetes, la obesidad, la infertilidad, el cáncer de mama o de próstata, los problemas cardiovasculares, las alteraciones en el desarrollo neurológico y cerebral y a los trastornos del comportamiento. Fuera de la cocina también los podemos encontrar en recibos de compras o extractos bancarios, CDs, DVDs.
Después de este tour sin salir de casa, podemos ver que estamos atados de pies y manos, no tenemos escapatoria. Estamos bajo una seria amenaza sanitaria, enriqueciendo a la industria química-farmacéutica quienes nos venden los medicamentos para tratarnos de todas estas afecciones o enfermedades, la mayoría crónicas. Hay que intentar dejar de convivir con estos elementos nocivos en nuestra vida cotidiana. Debemos ser más selectivo con lo que compramos, evitando los más agresivos, buscar productos con pocas transformaciones, y por supuesto tened bien aireada la casa…
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