AVISO:

SI VES QUE EN ESTE BLOG SE VIOLAN LOS DERECHOS DE AUTOR, POR FAVOR, AVÍSAME AL shalangen@gmail.com GRACIAS.

2 mar 2016

OBSTRUCCION INTESTINAL, como remediarla.


 
Requiere este capítulo muy cuidadosa lectura, por la gran importancia que para el bienestar físico tiene lo que vamos a exponer aunque no sea muy agradable.
La cloaca intestinal, cuando no se procura su buen funcionamiento, por incomprensión o descuido, causa gran número de trastornos y dolencias que alteran la salud del indivíduo, a veces gravemente.
La cefalalgia, la acidez de estómago, la dispepsia, la índigestión, la acedía y otros trastornos proceden en gran parte, si no por completo, de la obstrucción intestinal.

Los granos, las costras y erupciones de la piel, la saburra de la lengua, el sudor maloliente, los estados febriles, Ia fetidez del aliento, la nerviosidad y muchos otros síntomas, derivan sobre todo de la pestilente y embozada cloaca que tantos llevan consigo sin saberlo.


El intestino grueso y especialmente los tres sectores de la porción denominada colon están expeditos en la mayoría de los animales y en las personas de vida saludable y normal.
No los obstruyen materias excrementicias y quedan libres de ellas por evacuaciones naturales.
No obstante, en la mayoría de las gentes que se creen civilizadas, pocas veces funciona normalmente el colon, y se cree que las siete décimas partes de dichas personas sufren en mayor o menor grado algunas de las varias formas de estreñimiento y constipación.

Los informes de los hospitales prueban que de 500 casos en que se observó el colon después de la muerte del enfermo, en la autopsia, sólo 50 lo tenían en condición normal , los demás se encontraban obstruidos por materias fecales endurecidas..

Conocen los yoguis de la India esta circunstancia desde hace muchos siglos, y también ahora la reconoce la moderna patología occidental.
Aun  entre quienes se ufanan de tener todos los días una evacuación natural, suele manifestarse cierta obstrucción.
"Si los excrementos son negruzcos o de color verde oscuro será indicio de que han estado acumulados desde tiempo atrás en el intestino.
"La absorción de las heces por la mucosa del intestino grueso ocasiona diversas enfermedades, entre ellas la anemia, fetidez de aliento, erupciones cutáneas, trastornos cardíacos, fiebres palúdicas y tifoideas, vértigos, jaquecas, etcétera.
"La excesiva distensión del intestino ciego y del asa sigmoidea del colon amenaza ocasionar la hidropesía y el entumecimiento de las piernas y calambres."

De este modo la fisiología occidental corrobora las enseñanzas índicas del Yoga Hatha.
Se infiere de todo lo expuesto que la necesidad del baño interno deriva del incumplimiento de las leyes fundamentales de la Naturaleza en lo relacionado con las evacuaciones intestinales.
Los hábitos viciosos de la vida seudocivilizada son causa de tal quebrantamiento, pues el hombre primitivo vivía en contacto con la Naturaleza, del mismo modo que los animales salvajes, y los trastornos derivados de la acumulación de heces en el intestino grueso no lo afectaban
 Pero, como nos encontramos en presencia de las condiciones establecidas por la errada civilización, es imprescindible que la ciencia proporcione una terapéutica capaz de curar la obstrucción intestinal e impedir que se reproduzca.
"Pero las acumulaciones más peligrosas son las de menor tamaño, pues por de pronto, no molestan y pasan inadvertidas, de suerte que muchísimas personas las tienen sin sospecharlo, hasta que cualquier incidente acelera sus morbosos efectos.
"Dichas personas se satisfacen con evacuar diariamente; pero su color cetrino, su lengua sucia y sobre todo el aspecto de sus deposiciones bastan para afirmar que son víctimas del estreñimiento.


La evacuación diaria no prueba que el intestino grueso esté libre de acumulaciones fecales, pues precisamente los casos más graves de estreñimiento que hemos tenido fueron aquellos en 'que el sujeto evacuaba diariamente.
"El color de las. deposiciones facilita el diagnóstico de la acumulación intestinal.
La peor característica de un intestino grueso obstruido es quizá que se convierte en semillero de innumerables gérmenes patógenos que, introducidos en la sangre por absorción,, emponzoñan todos los órganos del cuerpo.
Investigadores eminentes, dedicados a esta importantísima cuestión, descubrieron que la mayor parte de las morbosas condiciones del organismo humano, que degeneran en las distintas enfermedades, son síntomas de una sola causa básica y tienen origen en los gérmenes patógenos que se desarrollan en las  pútridas acumulaciones fecales del intestino grueso.
Se han generado estos gérmenes en las hediondas acumulaciones intestinales, y absorbidos por la mucosa del colon, pasaron a la sangre, que con ellos contaminó todos los órganos del cuerpo, en donde dejó semillas de enfermedad, dolor, muerte y destrucción.
Por eso, mucho más cuerdo que entretenerse sin combatir los síntomas es atacar el mal de raíz, resueltamente, y conjurar las condiciones que ocasionaron el trastorno.
No es posible que goce de salud cabal quien tiene en el organismo una oculta y hedionda cloaca propagadora de malsanas emanaciones que afectan a todo el cuerpo.

Debemos evitar la contaminación de la sangre, el encenagamiento de la fuente de la vida fisiológica.
La acumulación de desechos en el intestino grueso repercute en el estómago y en el intestino delgado, y provoca la indigestión y la dispepsia a causa de impedir el paso natural de los alimentos por el tubo digestivo.
Es así porque, retenidas más tiempo del necesario en el estómago y en el intestino delgado, porque el grueso les impide el paso, las materias alimenticias están expuestas a fermentar y acedarse, produciendo flatulencias molestas, hiperclorhidria y otros trastornos digestivos.

Además, se perjudican el hígado y los riñones, cuyo funcionamiento es entorpecido.
La fiebre no tarda en aparecer y el organismo sucumbe a las condiciones morbosas.
La Naturaleza se vale de los riñones y de la piel para eliminar del organismo muchos desechos; pero ambos órganos excretores concluyen por rendirse y fatigarse.
La piel se llena de granos, costras, verrugas y otras erupciones más o menos herpéticas.
Todo esto y mucho más procede de la suciedad intestinal, pues en tales circunstancias el colon es como una cloaca que nunca se atiende debidamente 
Para que los síntomas morbosos desaparezcan basta con desinfectar la cloaca.




En conclusión, podemos decir que el embozado intestino grueso
produce la septicemia o envenenamiento de la sangre.
Y como la sangre es la fuente de que se nutre todo el organismo, el manantial de vida fisiológica, por así decirlo, se comprende fácilmente que si conseguimos eliminar del manantial de vida el tóxico que lo contamina, el fluido vital circulará libre y puro, llevando en sí fuerza, salud y vigor, en vez de enfermedad, dolor y muerte.
Este asunto nos parece de sobra importante para merecer la atención de cuantos consideren la salud como el mayor bien de la vida física.
La corriente medicina alopática acierta por una parte cuando aconseja mantener el "vientre libre"; pero se equivoca, a nuestro modo de ver, en la exposición de los medios para lograr el expedito funcionamiento del tubo digestivo y el de los intestinos en particular.
Una vez explicadas las condiciones del mal, veamos cuáles pueden ser sus remedios.

El baño interno, denominado también irrigación intestinal, consiste en inyectar uno o dos litros de agua caliente en el intestino grueso, de manera que el chorro llegue al colon para remover los grumos de materias fecales que envenenan el organismo, al mismo tiempo que dar un baño suave de humedad a los riñones.
Parece tan sencillo este procedimiento, que quien no ha ya estudiado el problema diga o piense, quizá, que los médicos e higienistas occidentales no hubieran desconocido o desecha un tratamiento tan simple en el caso de no presentar algún grave inconveniente.


La sencillez, precisamente, es el carácter de la verdad, y por la sencillez del procedimiento no se les hubiera ocurrido jamás a los terapeutas occidentales, pero hace unos años cayeron en la cuenta de los graves peligros que suponía para la salud la obstrucción intestinal y aun la aglomeración de materias fecales endurecidas en las cavidades o alvéolos de las paredes internas del colon.
No aconsejamos, por lo tanto, el, uso constante del baño interno o irrigación intestinal, sino lo contrario precisamente, esto es, que sólo se ha de administrar cuando se tengan indicios vehementes de la aglomeración de heces en el intestino grueso y particularmente en el colon.





No hay comentarios:

Publicar un comentario