Un cuerpo alcalino es un cuerpo sano.
Esto es lo que nos dicen numerosos estudios y lo que se ha publicado en
uno reciente llevado a cabo en el Instituto de Bioenergía Humana (BHU,
por sus siglas en inglés) de Barcelona.
Enrique González, director técnico de
Bioenergía Humana (BHU) y nutricionista terapéutico, afirma que “la
sangre es el director“. Siempre procurará que su índice de pH
no se mueva del 7,4. “Y si se lo ponéis difícil, ya se encargará de
robar minerales para que la cifra permanezca”. Las oscilaciones del pH
de la sangre son casi nulas (+/- 0,04), y por tanto no se suele medir.
“Lo que solemos medir son otros líquidos del cuerpo como la saliva y la
orina. Si están ácidos es que están cediendo a la sangre, y si están
alcalinos no”.
¿Qué
signos aparecen en el cuerpo tras el “saqueo” de nutrientes? Cansancio,
dolores de cabeza, problemas digestivos, desmineralización de las uñas y
el cabello. Si pasa el tiempo y no se pone remedio, estos síntomas se
convierten en enfermedades como el cáncer.
¿Qué significa “tener un cuerpo más alcalino”?
La expresión “un cuerpo más alcalino” es
algo que, sin lugar a dudas, nos llama la atención. Ahora bien, te
aseguramos que es una idea fácil de entender y que se resume en estos
sencillos aspectos:
La acidez o la alcalinidad se mide en
nuestra sangre, a través de una escala que va de 0 hasta 14. El nivel
más adecuado es la mitad, es decir, más o menos un 7,4.
¿Qué pasa cuando hay un aumento de este
nivel? Que nuestro organismo se vuelve más “ácido” y que, ante este
desequilibrio, el cuerpo reacciona cogiendo nutrientes de los órganos
para compensar esta diferencia, y es ahí cuando empiezan los
problemas. ¿Qué hace que tengamos un cuerpo más ácido? El estrés,
la contaminación, una dieta inadecuada, el tabaco, el sedentarismo,
etc. La acidez se mide sobre todo en la saliva y en la orina.
Un cuerpo ácido es un organismo que está
perdiendo nutrientes, vitaminas y minerales, y lo veremos de inmediato
en la fragilidad de nuestras uñas, en la caída de nuestro cabello, en
ese cansancio que no podemos explicar y en los molestos dolores de
cabeza.
¿Qué diferencia a un cuerpo enfermo de uno sano?
Pensemos en el motor de un coche. Si
está ácido y oxidado, a veces cuesta ponerlo en marcha y se puede parar
en cualquier momento. Si por el contrario está alcalino y bien
lubricado, tenemos la garantía de que funcionará bien por mucho tiempo.
Lo mismo ocurre con nuestro cuerpo. Si se mantiene en su estado natural,
es decir, ligeramente alcalino (con el pH de la sangre por encima de 7), estará protegido frente a enfermedades.
“No va a tener que ceder ningún tipo de sustancia y va a propiciar un clima poco favorable para virus y bacterias”.
En cambio, un cuerpo ácido es un cuerpo
enfermo o propenso a la enfermedad porque la sangre, las células y los
órganos vitales viven en un entorno hostil y están en peligro. ¿Y quién
marca el grado de acidez o alcalinización de nuestro cuerpo?. Los
líquidos que interactúan con la sangre en el intercambio de elementos
orgánicos.
Consejos para disfrutar de un cuerpo alcalino
Lo más adecuado será siempre llevar un
equilibrio entre los alimentos alcalinizantes y los ácidos. Se trata,
sobre todo, de no sufrir deficiencias y de beneficiarnos de las
propiedades de ambos para que nuestro pH esté en su nivel
óptimo. No obstante, los nutricionistas siempre nos recomiendan consumir
menos alimentos acidificantes y más alcalinizantes.
Ten en cuenta estos sencillos consejos para cuidar mejor de tu salud y disfrutar de un cuerpo más alcalino.
1. Empieza a combatir la acidez con tu alimentación
Este va a ser nuestro primer objetivo, equilibrar nuestro pH
y nuestra alcalinidad a través de una alimentación más sana donde
evitemos esos elementos que aportan acidez a nuestra sangre. Toma nota
de los alimentos que debes tomar con moderación y equilibrio:
- Los lácteos, jugos envasados, harina blanca, el azúcar, la sal, las frituras, el chocolate con leche, el café, la carne roja, las bebidas o refrescos con gas, el alcohol.
Limón: Puede que te
llame la atención que aparezca en esta lista, dado su sabor “ácido”.
Debes tener en cuenta que esta fruta medicinal es ideal para alcalinizar
nuestro organismo. Una vez llega al estómago, inicia unos procesos muy
importantes que combaten la acidez, de ahí que sea muy recomendable
tomar cada mañana en ayunas un vaso de agua tibia con limón. Es más
efectivo.
- Además tienes que consumir en tu dieta la espinaca, pepino, ajo, té verde, bayas de Goji, almendras crudas, calabaza, tomate, cebolla, ortiga, diente de león, aguacate, jengibre, coles de bruselas, bicarbonato de sodio.
2. Combate el sedentarismo
Se considera una persona sedentaria a
toda aquella que se ejercite menos de 30 minutos tres veces por semana.
Esto trae como consecuencia grandes problemas para la salud, ya que las
personas sedentarias tienen mayor riesgo de presentar enfermedades
coronarias (infarto del corazón), hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, osteoporosis y depresión, entre otras.
Salir del sedentarismo y llevar una vida
sana es muy fácil, ya que sólo requiere dedicar 90 minutos semanales a
realizar alguna actividad física. Esto se puede lograr ejercitándose 30
minutos tres veces por semana ya sea caminando, subiendo escaleras,
trotando, montando bicicleta, nadando y en general todas aquellas
actividades físicas que involucren grandes grupos musculares.
Así que, ¿qué mejor forma de eliminar
toxinas, de aportar oxígeno y nutrientes a nuestra sangre que haciendo
un poco de ejercicio al día?, aunque sabemos que, en ocasiones, cuesta
encontrar ese ratito para salir a caminar o a nadar, vale la pena que lo
tengas muy en cuenta y que lo veas como una prioridad en tu vida.
3. Equilibrio Emocional y Control del estrés
El nivel de acidez en nuestro cuerpo puede dispararse si nos vemos sometidos a largos periodos de estrés
o ansiedad. Son esos momentos de la vida en que, de pronto, perdemos el
control de lo que es importante, y nuestra salud no solo pasa a un
segundo plano, sino que se resiente y no nos damos cuenta de ello.
El trabajo, las presiones familiares, los problemas emocionales y una existencia marcada por las emociones negativas y el estrés se traducen siempre en desequilibrios químicos y en un mayor índice de acidez. ¿Qué podemos hacer entonces?
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), la salud implica bienestar físico y psíquico, así como
bienestar ambiental y social. El estrés emocional provoca que ciertas
hormonas nos tensionen y dejen residuos en el organismo. Necesitamos un
estado de salud mental y emocional adecuado que nos ayude a lograr un
cuerpo alcalino.
4. Eliminar Toxinas
Depurar los residuos de nuestro cuerpo
es imprescindible. Los tóxicos también nos acidifican, sobre todo si el
organismo no limpia o no drena bien. Por eso hay que recurrir a algunas
plantas medicinales que ayuden en la labor de limpieza. Hidratarse
también es muy importante.
Respira, toma aire y recuerda
que lo más importante de esta vida es tu salud y tú. Si no te priorizas
no podrás servir de ayuda a los demás ni a ti mismo, y una felicidad sin
salud no es una existencia con calidad.
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