Los nuevos avances en Neurociencia
ofrecen una nueva visión sobre el funcionamiento de nuestro cerebro, el
ser humano tiene capacidades mentales que le permiten predecir las
conducta de otros. La empatía ese sentimiento que
tenemos cuando vemos a alguien sufrir, o alegrarnos al ver una situación
divertida, que dicen los últimos avances en neurociencias y
neuropsicologia. Exploraremos la Teoría de la Mente y la función de las Neuronas Espejo, así como la repercusión que tienen en nuestra vida.
Las neuronas espejo fueron descubiertas en 1996 por científicos italianos, Giacomo Rizzolatti, Leonardo Fogassi y Vittorio Gallese
de la universidad italiana de Parma. En las neurociencias estas
neuronas desempeñan un papel importante en las capacidades cognitivas
del ser humano, es la capacidad que tenemos de ponernos en el “lugar del otro”, la empatía, la imitación de dicha acción por nuestro cerebro.
Las Neuronas Espejo
Las neuronas espejo son un tipo particular de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción, pero también cuando él observa
una acción similar realizada por otro individuo. Las neuronas espejo
forman parte de un sistema de redes neuronales que posibilita la percepción-ejecución-intención.
La simple observación de movimientos de la mano, pie o boca activa las
mismas regiones específicas de la corteza motora, como si el observador
estuviera realizando esos mismos movimientos. Pero el proceso va más
allá de que el movimiento, al ser observado, genere un movimiento
similar latente en el observador. El sistema integra en sus circuitos
neuronales la atribución/percepción de las intenciones de los otros, la teoría de la mente (Blakemore y Decety, 2001; Gallese, Keysers y Rizzolatti, 2004; Rizzolatti, 2005; Rizzolatti y Sinigaglia, 2006).
Cuando percibo los efectos de la pasión en la voz y el gesto de una persona, mi mente pasa de inmediato de estos efectos a sus causas, y se hace una idea tan vivaz de la pasión que al instante la convierte en esa misma pasión. De igual modo, cuando me doy cuenta de las causas de una emoción, mi mente pasa a los efectos que esas causas producen, con lo que se ve movida por una emoción similar. Hume, David, Tratado de la Naturaleza Humana
La publicación de estos resultados desató en 1996 un entusiasmo desbordante, no exento de polémica entre los especialistas. Ramachandran
llegó a profetizar que tal descubrimiento de neuronas especulares,
estaba llamado a desempeñar en psicología un papel semejante al que
había tenido en biología la decodificación de la estructura del ADN. Por primera vez se había encontrado una conexión directa entre percepción y acción,
que permitía explicar muchos fenómenos en polémica, particularmente la
empatía y la intersubjetividad. Las neuronas especulares posibilitan al
hombre comprender las intenciones de otras personas. Le
permite ponerse en lugar de otros, leer sus pensamientos, sentimientos y
deseos, lo que resulta fundamental en la interacción social.
Las investigaciones con neuroimagen
cerebral han constatado que la mera observación de las acciones de los
demás activa en el observador las mismas áreas cerebrales, como si fuera
él mismo quien ejecutara las acciones. Parece como si la mera
percepción pusiera en marcha una imitación interior simulando la acción ajena.
Cuando vemos a una persona sonriente, inmediatamente sintonizamos con su estado emocional y parece que nos contagiamos de su alegría. Cuando vemos a otra persona en apuros, parece que inconscientemente simulamos tales apuros en nuestra mente, como si sintiéramos las sensaciones negativas de la otra persona y ello nos llevara actuar para aliviar su situación. Las investigaciones demuestran que respondemos a las emociones, alegría, tristeza, dolor, etc, de los demás con análogos patrones fisiológicos de activación, como si nos ocurriera a nosotros.
Cuando veo a alguien realizando una acción automáticamente simulo la acción en mi cerebro. Si yo entiendo la acción de otra persona es porque tengo en mi cerebro una copia para esa acción, basada en mis propias experiencias de tales movimientos. A la inversa, tu sabes cómo yo me siento porque literalmente tu sientes lo que yo estoy sintiendo.
La Teoría de la Mente
La Teoria de la Mente se refiere a la
capacidad cognitiva del ser humano para atribuirse estados mentales a si
mismo y a otros. La psicología popular, asume que las personas tienen mente.
Y la mente es el conjunto de pensamientos, creencias, deseos,
intenciones, emociones. Y el comportamiento de las personas se debe a lo
que tienen en su mente.
Desde los primeros días de vida, el bebé
sabe muchas cosas sobre el mundo, los objetos y sus propiedades, las
personas, los acontecimientos y relaciones. El ser humano nace
con pautas o disposiciones para procesar la información relevante del
medio; tiene una mente física, una mente social y una mente lingüística,
que le capacita para responder eficaz y adaptativamente a las exigencias en los respectivos dominios.
Venimos al mundo equipados con unas estructuras y disposiciones cognitivas, que nos capacitan para elaborar modelos de mundo, representaciones
adecuadas de la realidad. Diversas investigaciones parecen confirmar
que todos los niños, a edades similares, y en diferentes culturas,
presentan unas capacidades o funciones mentales, como la función
simbólica, el juego, el lenguaje y la capacidad mentalista.
El mas famoso descubrimiento empírico en el desarrollo de la teoría de la mente, es el descubierto por Wimmer y Perner (1983) sobre un cambio cognitivo en niños de tres y cuatro años de edad aproximadamente, El experimento trata sobre una falsa creencia en la que los niños de tres años suelen fallar, y los de cuatro aciertan en la misma tarea.
Los niños ven un escenario en el que el protagonista “Sally”,
deja un chocolate en el mostrador y luego sale de la escena, en su
ausencia se esconde el chocolate en una caja, a los niños se les
pregunta donde buscara Sally el chocolate al regresar, o en donde piensa sally
que esta el chocolate, los niños de tres años fallan al responder, sin
embargo los niños de cuatro años responden de forma correcta como un
adulto respondería.
En otro experimento, también diseñado
por Perner, se muestra al niño un envase de caramelos bien conocido y se
le pregunta qué hay dentro. El niño responderá que caramelos. Luego se
le hace ver que el envase, aunque normalmente tiene caramelos, ahora
contiene un lápiz. Entonces se le pregunta qué responderá un compañero
de clase, que todavía no ha visto lo que realmente contiene el envase,
cuando se le pregunte lo que hay dentro. El niño puede responder
acertadamente basándose en las creencias que tienen sus compañeros o erróneamente a partir del estado actual de los objetos.
A la edad de tres años los niños no resuelven correctamente el problema y responden en función de la situación real que ellos conocen. No comprenden que el protagonista se comportará según su creencia falsa. A los cuatro años, los niños ya no tienen dificultad para resolver la tarea.
Todos pensamos y sentimos de manera similar pero no
igual, porque cada uno lo hacemos desde nuestros propios modelos
mentales, construidos en base a nuestra particular percepción subjetiva
de la realidad.http://sanazion.com/
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