¿Es posible que las emociones
desencadenen molestias físicas? La tristeza, por ejemplo, nos produce
cansancio. Según el tipo de sentimiento que nos invada repercutirá en
una zona de nuestro cuerpo ¿Alguna vez te has puesto a pensar cómo
influyen los pensamientos en tu salud y en tu cuerpo? Son pocas las
veces que la mayoría de personas nos ponemos a pensar cuán impactantes
pueden ser los pensamientos para nuestro cuerpo y nuestra salud.
En ocasiones nos dejamos llevar por el
estrés, la tensión, la angustia, el desespero, la prisa y muchos otros
sentimientos negativos que, sin pensarlo, nos pueden afectar tanto
emocional como físicamente, desmejorando nuestra calidad de vida.
Todos deberíamos tener claro que la conexión cuerpo-mente es mucho más fuerte de lo que pensamos, pues nuestros pensamientos y emociones pueden ser determinantes a la hora de estimular la producción de ciertas sustancias que pueden influir en nuestra salud física y emocional.
Todos deberíamos tener claro que la conexión cuerpo-mente es mucho más fuerte de lo que pensamos, pues nuestros pensamientos y emociones pueden ser determinantes a la hora de estimular la producción de ciertas sustancias que pueden influir en nuestra salud física y emocional.
Por ejemplo,
la serotonina y la dopamina son dos sustancias que nuestro cerebro
libera cuando tenemos un estado de felicidad o euforia. Algo así ocurre
con las emociones negativas, pero en lugar de hacerle bien a nuestro
cuerpo, le puede generar dolor y muchas otras molestias que impiden
sentirse saludable.
Nuestro cerebro tiene la capacidad de
almacenar información importante y determinante para el comportamiento y
su relación con nuestro cuerpo. Varios expertos coinciden al pensar que
todos tenemos la capacidad de definir lo bueno y lo malo de cada
situación, siendo nosotros mismos los responsables de otorgarle una
connotación negativa o positiva a cada uno de los momentos por los que
tenemos que atravesar día a día.
El efecto sobre nuestro cuerpo
Nuestro ser emocional puede derivar en
algunas molestias físicas que nos pueden indicar que estamos atravesando
por un momento difícil en el que las emociones y pensamientos negativos
nos tienen invadidos. Por ejemplo, sentir dolor en el cuello
constantemente nos podría estar indicando que tenemos la incapacidad
para ver desde diferentes perspectivas.
Una sensación de dolor inexplicable en
las caderas nos puede estar indicando que el miedo nos tiene invadidos,
posiblemente por no sentirnos con capacidad de tomar decisiones
importantes.
El dolor en la espalda alta está relacionado con el dolor del desamor; el dolor de la espalda media se relaciona con la incapacidad para soltar el pasado; y el dolor en la espalda baja está relacionado con el estrés financiero. Una sensación de dolor en las rodillas puede indicarnos miedo, orgullo y falta de dominio sobre el ego.
Cuando estamos atravesando un momento o
situación que nos produce ira, en nuestro cuerpo ocurre un efecto
bioquímico que nos hace aumentar los niveles de adrenalina y reviviremos
las sensaciones una y muchas veces.
Las sensaciones de tristeza influyen
mucho en nuestras energías y motivación para enfrentarnos a nuestro día a
día. La tristeza nos puede producir fatiga, exceso de cansancio y una
bajada importante de energías.
¿Cómo combatir los pensamientos y emociones negativas día a día?
Sí como tenemos momentos buenos y llenos
de felicidad, parte de vivir también es pasar por momentos difíciles,
que ponen a prueba nuestra fortaleza y nuestra capacidad para controlar
nuestras emociones. Para hacer frente a los pensamientos y emociones
negativas que nos pueden invadir en cualquier momento de nuestra vida,
es muy importante aprender a tener un pensamiento positivo de cada
experiencia, por difícil o insuperable que parezca.
Todos los días al levantarnos es muy importante programar cuerpo y mente para asumir el reto de ese nuevo día y esa oportunidad que tenemos para estar bien y vivir felices. Nuestra mente tiene un poder impresionante y puede llevar a cabo todas aquellas cosas que le indiquemos con mucha seguridad. Teniendo en cuenta esto, es importante aplicarnos buenas dosis de positivismo y tratar de verle el lado bueno a las cosas, aunque sea una experiencia relativamente difícil de superar.
Cuando los pensamientos y emociones negativas traten de apoderarse de nuestra vida y de nuestra salud, es muy importante tomarse unos minutos para reflexionar y meditar si en verdad vale la pena gastar nuestras energías en ese pensamiento.
Lo más probable es que después de hacer
este ejercicio, en lugar de lamentarte y dejarte dominar por esas
emociones, quieras darle un cambio a tu vida y buscar soluciones para
que esa negatividad no te afecte y te robe tu calidad de vida.
Está comprobado científicamente que el positivismo
y las buenas emociones, como la alegría, la felicidad y la risa,
liberan hormonas responsables del fortalecimiento de nuestro sistema
inmunológico. Así mismo, se determinó que las emociones negativas pueden
actuar de forma contraria y causar un debilitamiento del sistema
inmune, haciendo nuestro cuerpo más propenso a contraer diferentes
enfermedades.
Ser una persona positiva es cuestión de
decisión, buenos pensamientos y buenas emociones. Vale la pena
aplicarnos buenas dosis de positivismo, pues esto mejorará nuestra salud
emocional y física en muchas maneras.
fuente:http://consejosdelconejo.com
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