© Robert Spunt
Imágenes de pruebas a los participantes.
Un nuevo estudio realizado por neurocientíficos de la UCLA arroja luz sobre por qué las redes sociales como Facebook son una diversión popular para las personas que se sientan a tomar un descanso. Su investigación muestra que incluso en los momentos tranquilos, nuestro cerebro nos está preparando para estar socialmente conectados con otras personas.

"El cerebro tiene un gran sistema que parece predispuesto a prepararnos socialmente en nuestros ratos libres", explicaba Matthew Lieberman, profesor de UCLA en psicología, psiquiatría y ciencias bioconductuales. "La naturaleza social de nuestro cerebro se basa en lo biológico."



Esta investigación ayuda a resolver un misterio de casi 20 años. Los neurocientíficos ya conocían desde la década de 1990 que el cerebro incluye una red de regiones que parecen estar más activas durante los períodos de descanso, esto se hizo evidente cuando examinaron los escáneres cerebrales realizados a personas que estaban tratando de responder a las preguntas difíciles durante experimentos científicos, y se dieron cuenta que algunas áreas del cerebro pasaron a estar inusualmente activas durante los períodos de resolución de los problemas. Pero hasta ahora, los científicos sabían muy poco respecto a qué fin servía esa actividad del cerebro durante tales interludios.

La investigación de la UCLA, publicada en el Journal Cognitive Neuroscience, muestra que durante los momentos de tranquilidad, el cerebro se prepara poniendo su atención en otras personas, o para "ver el mundo a través de una lente social", señalaba Lieberman, autor principal del estudio.

En los experimentos, en Ahmanson-Lovelace Brain Mapping Center, de la UCLA, los investigadores mostraban fotos con leyendas a 21 personas, y seguían su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional, o fMRI. La mayor parte de las fotos mostraban a personas realizando acciones en un entorno social y expresando una cierta emoción. En un primer conjunto de 40 fotografías, las imágenes estaban emparejados con subtítulos que reflejaban el estado mental de la persona, "Él se siente aburrido" o "Ella está expresando duda", por ejemplo. El segundo conjunto de fotos tenía imágenes idénticas, pero sus leyendas describían simplemente lo que la persona estaba haciendo, "Ella está mirando a un lado", "Él está descansando la cabeza". Y en un tercer grupo de imágenes, sus leyendas tenían un número acompañado de una sencilla ecuación matemática, por ejemplo, "10: 18-8".

Se pidió a los participantes que juzgaran si los subtítulos expresaban con precisión lo que mostraban las imágenes, y se encontraron con esto:

-- Las mismas regiones del cerebro que se mantenían activas durante los breves momentos que los sujetos no estaban buscando en las fotos, también estaban activas cuando los participantes consideraban las fotos con leyendas acerca de las emociones de la gente. Sin embargo, esas áreas del cerebro no estaban activas cuando los participantes estaban viendo las fotos con leyendas sobre la descripción física de la persona ni con las ecuaciones matemáticas.

-- A veces, una parte del cerebro llamada corteza prefrontal dorsomedial estaba más activa durante el período de descanso justo antes de que se les pidiera a los participantes mirar las fotos. En esos casos, los participantes hacían juicios, significativamente más rápidos, si la consiguiente foto que veían presentaba una leyenda sobre el estado mental de la persona.

-- No se encontró relación entre la actividad de la corteza prefrontal dorsomedial durante el reposo y la velocidad en la toma de decisiones de los participantes, en las cuestiones que involucraban las ecuaciones matemáticas o las fotografías con descripciones físicas.

-- Los participantes del estudio que hayamos que tenían rasgos característicos de los trastornos del espectro autista, se identificaron cuando utilizaron cuestionarios administrados antes de las exploraciones del cerebro, tenían menos actividad cerebral en la corteza prefrontal dorsomedial durante los períodos de descanso y eran más lentos para juzgar el estado mental de las personas en las fotografías. Aquellos que tenían una menor cantidad de actividad de la corteza prefrontal dorsomedial, eran un 10 por ciento más lentos que los que más tenían.

La diferencia en la velocidad para la toma de decisiones que observaron los investigadores, podría tener un efecto significativo en la vida cotidiana de las personas, apuntó Lieberman. "Podría parecer no ser una gran ventaja, pero al ser un 10 por ciento más rápido, una y otra vez, en cada conversación, permitía que una persona estuviese mucho mejor preparado en el control de su vida social."

Lieberman, autor del best-seller "Social: ¿Por qué nuestros cerebros están diseñados para conectarse" [Social: Why Our Brains Are Wired to Connect], describe a la corteza prefrontal dorsomedial como "el CEO del cerebro social". Es la parte de una red cerebral que se activa cuando soñamos y durante los períodos de descanso, además de cuando pensamos de forma explícita acerca de otras personas.

Sobre la base de esa actividad en esa región del cerebro, cuando los participantes del estudio estaban descansando, los investigadores pudieron predecir con precisión la rapidez con que los participantes realizarían la siguiente tarea. Cuando la corteza prefrontal dorsomedial estaba altamente activa antes de que los participantes vieran una foto con una descripción de un estado mental, ellos eran los más rápidos en la toma de decisiones; cuando la región estaba sólo ligeramente activa, su toma de decisiones era más lenta. El fenómeno se aplica por igual a hombres y mujeres.

"Es la misma fotografía, lo único que difiere es si la leyenda estaba centrada en la mente o en el cuerpo", declaró el autor principal, Robert Spunt, que condujo la investigación siendo aún doctorando de la UCLA en psicología, ahora es académico en Caltech.

Lieberman indicó que las personas que tienen dificultades para leer las señales sociales en las expresiones faciales de otras personas podrían ser capaces de mejorar esta habilidad con la práctica, y está llevando a cabo una investigación adicional para examinar qué ciertos tipos de práctica en el pensamiento social podrían ayudar a mejorar estas habilidades sociales en general.

Los hallazgos sugieren que, la corteza prefrontal dorsomedial podría activarse durante los sueños y descanso a fin de procesar nuestras recientes experiencias sociales y actualizar nuestras asunciones y comprensión del mundo social, decía Lieberman.

"Eso nos consigue disponer a ver el mundo social en términos de pensamientos, sentimientos y los objetivos de otras personas", señaló. "Eso subraya su importancia. El cerebro no se limita a sí mismo, sino que navega por nuestro alrededor procurando reestructurarse con la atención puesta en el pensar de otros."

Así que, aunque Facebook no se diseñó pensando en la corteza prefrontal dorsomedial, la red social está muy en sintonía con la forma en que se conecta el cerebro.

"Cuando quiero tomar un descanso del trabajo, la red cerebral que se enciende es la misma que utilizamos cuando estamos mirando a través de nuestro hilo de Facebook y viendo lo que nuestros amigos están compartiendo", explicó Lieberman, uno de los fundadores de ese campo de estudio conocido como la neurociencia cognitiva social. "Eso es lo que nuestro cerebro quiere hacer, sobre todo cuando se toma un descanso del trabajo que requiere de otras redes cerebrales."
Fuente: University of California - Los Angeles .
Publicación: Robert P. Spunt, Meghan L. Meyer, Matthew D. Lieberman. The Default Mode of Human Brain Function Primes the Intentional Stance. Journal of Cognitive Neuroscience, 2015; 27 (6): 1116 DOI: 10.1162/jocn_a_00785 .