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Actualmente, los antidepresivos se recetan más que en las
dos últimas décadas. Sin embargo, y a pesar de que millones de personas
toman estos medicamentos, los médicos y científicos no conocen la causa
exacta de la depresión. Con el avance de las investigaciones se ha
llegado a la conclusión de que se trata de un cúmulo de factores.
Con una escasa idea de cómo otros factores influyen en el estado de ánimo de las personas (como la predisposición genética o la presencia de acontecimientos estresantes) y una comprensión incompleta de las redes cerebrales que sustentan nuestro estado emocional, los científicos solo han sido capaces de desarrollar fármacos antidepresivos que trabajan para controlar la influencia de los neurotransmisores en el cerebro, informa el portal Medical Daily.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
Desde que el Prozac entró en el mercado en 1988, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se han convertido en los antidepresivos más prescritos porque generalmente son más seguros que el resto ya que causan menos efectos secundarios.
Con una escasa idea de cómo otros factores influyen en el estado de ánimo de las personas (como la predisposición genética o la presencia de acontecimientos estresantes) y una comprensión incompleta de las redes cerebrales que sustentan nuestro estado emocional, los científicos solo han sido capaces de desarrollar fármacos antidepresivos que trabajan para controlar la influencia de los neurotransmisores en el cerebro, informa el portal Medical Daily.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
Desde que el Prozac entró en el mercado en 1988, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se han convertido en los antidepresivos más prescritos porque generalmente son más seguros que el resto ya que causan menos efectos secundarios.
Se utilizan para tratar la
depresión de moderada a severa, así como los trastornos de ansiedad,
ataques de pánico y trastornos de la personalidad.
La serotonina es un neurotransmisor asociado con la sensación de bienestar y felicidad que se segrega en menor cantidad en las personas con depresión. Los ISRS inhiben la recaptación del mismo hacia la célula presináptica, lo que produce un aumento de la cantidad de serotonina en la hendidura sináptica. Los científicos sostienen que toda esta 'serotonina extra' fortalece la conectividad de las células nerviosas, lo que se traduce en un alivio de la desesperanza y la tristeza extrema.
Sin embargo, algunas investigaciones han demostrado que esto no siempre se produce: en lugar de mejorar la conectividad, los antidepresivos trabajan en aumentar y mejorar las ramificaciones entre las células nerviosas del hipocampo.
El resto de clases de antidepresivos funcionan de diferentes maneras para aumentar los niveles de neurotransmisores entre las neuronas, entre los que destacan los inhibidores selectivos de la recaptación de dopamina (ISRD), inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (ISRN), antidepresivos tricíclicos (ATC) o inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).
La serotonina es un neurotransmisor asociado con la sensación de bienestar y felicidad que se segrega en menor cantidad en las personas con depresión. Los ISRS inhiben la recaptación del mismo hacia la célula presináptica, lo que produce un aumento de la cantidad de serotonina en la hendidura sináptica. Los científicos sostienen que toda esta 'serotonina extra' fortalece la conectividad de las células nerviosas, lo que se traduce en un alivio de la desesperanza y la tristeza extrema.
Sin embargo, algunas investigaciones han demostrado que esto no siempre se produce: en lugar de mejorar la conectividad, los antidepresivos trabajan en aumentar y mejorar las ramificaciones entre las células nerviosas del hipocampo.
El resto de clases de antidepresivos funcionan de diferentes maneras para aumentar los niveles de neurotransmisores entre las neuronas, entre los que destacan los inhibidores selectivos de la recaptación de dopamina (ISRD), inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (ISRN), antidepresivos tricíclicos (ATC) o inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).
Comentario: Hay varios factores que el articulo no menciona, por ejemplo el hecho de que la incidencia de la depresión aumente a pesar de la mayor prescripción de fármacos para tratarla, nos debería dejar con mucho que pensar, esto está conectado íntimamente al hecho de que para las compañías que venden estos fármacos no existe ningún interés monetario en curar ninguna enfermedad.
Otro aspecto a considerar para la incidencia de la depresión global, es el mismo estado social del planeta, el efecto que tiene el estrés en nuestros cerebros y fisiología en general puede generar como síntoma una depresión crónica, si combinamos esto con una dieta que incrementa nuestra toxicidad, pues tenemos una receta para una epidemia general de depresión, también tenemos este aspecto a continuación:
Epidemia de depresión como una alarma despertadora para la humanidad
- Vitamina D para la depresión, demencia y diabetes
- Los adultos jóvenes que han tenido depresión tienen redes cerebrales 'híper conectadas'
- Aclaran la relación entre depresión y ciertas clases de inflamación
- Altos niveles de cortisol para diagnosticar depresión clínica
- Estudio español muestra que la comida rápida puede estar relacionada a la depresión
- Elimina la depresión con meditación
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