El doctor Carlos Álvarez Dardet, Catedrático de Salud Pública, encabeza una iniciativa para solicitar de nuevo la exclusión de la vacuna del papiloma del calendario de vacunaciones español. Asegura que es una vacuna inútil y, lo que es peor, peligrosa. Leed el manifiesto titulado ¡NO a la vacunación masiva de niñas contra el virus del papiloma humano! y si estáis de acuerdo firmádlo.
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El citado manifiesto está escrito por Álvarez Dardet, que trabaja en la Universidad de Alicante, en primera persona. Comienza así:
Me dirijo a usted porque acabo de tener conocimiento de que una vez más una niña, Érika, ha sufrido reacciones adversas y se encuentra incapacitada, en silla de ruedas, tras serle administrada una dosis de la vacuna del virus del papiloma humano (VPH). Se trata de un nuevo caso de una niña perfectamente sana que enferma tras ser vacunada. Un nuevo caso que me obliga a alzar la voz contra este atropello a la salud pública que se está cometiendo impunemente y a rogarle que me ayude con su firma a frenar este sinsentido".
La vacuna del virus papiloma humano se introdujo en los calendarios infantiles de vacunación de nuestro país en 2007 "fruto, en mi opinión -continúa Dardet, de la presión ejercida por los laboratorios farmacéuticos y la dejación de responsabilidades por parte de las autoridades sanitarias y las sociedades científicas".

Cervarix y Gardasil son los nombres de las vacunas que se están poniendo masivamente a las niñas y cuyos fabricantes (los laboratorios farmacéuticos GlaxoSmithKline y Sanofi Pasteur Merck Sharp & Dohme) se están lucrando tras haber logrado introducirlas en nuestro país.

El último de ellos es una joint venture entre Sanofi Pasteur y Merck Sharp & Dohme, el mismo fabricante del conocido antinflamatorio Vioxx, que finalmente fue retirado tras cinco años en el mercado porque triplicaba el riesgo de infarto. Yo añadiría que el primero, Sanofi vendió durante casi 25 años el medicamento para la menopausia Agreal a sabidenas de que podía destrozar el sistema nervioso de quienes lo tomaran.

Debe saber -explica con claridad el catedrático- que esta vacuna no es necesaria, ni efectiva; y ni siquiera es segura. Es inútil y peligrosa. Se informó a la población que protegía contra el cáncer de cuello de útero (también llamado de cérvix) y sencillamente es falso.
Le voy a decir por qué:

-Sólo ofrece protección frente a dos (o cuatro, según la marca) de las 100 cepas del virus del papiloma humano.

-Los efectos de las vacunas duran pocos años (Cervarix reconoce en su ficha técnica que "al menos" 18 meses).

-El virus del papiloma humano se transmite básicamente por vía sexual, por lo que no tiene ningún sentido poner la vacuna a niñas de 12, 13 ó 14 años".
Y además se introdujo en España cuando en otros países ya se estaban produciendo alertas por sus efectos adversos, incluyendo la muerte, invalidez permanente por enfermedad del sistema nervioso, desórdenes autoinmunes, embolismos pulmonares, síndrome de Guillain-Barré, convulsiones, desmayos, temblores, síncopes, vértigos, pancreatitis, lupus y un largo etcétera de daños, sobre los que las campañas de vacunación no dicen absolutamente nada".

Argumenta con razón este científico experto en epidemiología que algunos países incluso han dejado de recomendar esta vacuna, como Japón.

Mientras tanto, en nuestro país se está poniendo "alegremente" a niñas de 14 años (y menos en algunas comunidades autónomas) que "no la necesitan" y centenares de ellas "lo están pagando con su salud, algunas con su vida". Es lo que sucedió en España con Andrea o en Colombia el pasado viernes con Karen.
Los laboratorios fabricantes y el Comité Asesor de Vacunas (que aunque es un organismo teóricamente independiente, está integrado por colaboradores de los laboratorios farmacéuticos, que financian sus actividades) se han planteado entre sus retos rebajar la edad de vacunación a niñas preadolescentes de 11 años, extenderla también a los varones y, además, administrar las vacunas en los colegios (en algunas comunidades ya se está haciendo), para que no haya "escapatoria'".
El colmo del absurdo es que en España la incidencia del cáncer de útero es bajísima, de las más pequeñas de Europa, donde ya de por sí es baja (el 90% de las muertes se producen en países subdesarrollados, donde las mujeres no se someten a controles ginecológicos).
¡Vacunar masivamente a nuestras pequeñas no tiene ningún sentido!", concluye Dardet.
El manifiesto continúa cargado de datos y razones que es mejor que leáis.

No es la primera vez que en España se solicita una moratoria en la aplicación de esta polémica inmunización. Al comienzo de las vacunaciones masivas contra el papiloma ya varios miles de profesionales sanitarios y ciudadanos firmaron por ello. En concreto, lo hicieron la mitad de los catedrático de Salud Pública de nuestro país.

La Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma lleva más de seis años luchando para que se retire del calendario de vacunaciones de nuestro país y por ello de nuevo pide que quienes estéis interesados firméis la petición de moratoria. Yo ya lo he hecho.