Miguel Jaramigueljara.com
Tras varios rechazos y tropiezos la llamada "Viagra femenina" ha recibido el visto bueno para su aprobación de la mayor agencia de medicamentos del mundo,
la de Estados Unidos -FDA por sus siglas en inglés-. ¿Cual es su
indicación?: trastorno de hipoactividad del deseo sexual en la mujer
(falta de deseo sexual). Baja efectividad y graves reacciones adversas son algunas de sus credenciales.
Producida por Sprout Pharmaceuticals, flibanserina -que así se llama su principio activo- ha sido propuesta para tratar el desorden de deseo sexual hipoactivo en mujeres pre-menopáusicas,
a una dosis de 100 mg por las noches. A...
pesar de la favorable
valoración global, algunos de los expertos de la FDA que han votado a
favor de la aprobación reconocen que el beneficio del fármaco es, cuando
menos, modesto.
No ha habido unanimidad en el voto favorable. La profesora de Salud Pública en la Universidad de Texas, Nuria Homedes (a quien tengo el gusto de conocer) califica de "mala ciencia" la investigación sobre esta píldora.
Pese a presentar tres ensayos clínicos el laboratorio no convence en lo que a eficacia del fármaco se refiere y sus daños (hipotensión, síncope y depresión del sistema nervioso central) pueden ser como explica el médico Elmer Huerta: la aprobación de esta medicina, tiene más de política y de negocio que de ciencia y beneficio para la mujer.
La flibanserina, de nombre comercial Addyi, es una sustancia desarrollada por el laboratorio alemán Boehringer Ingelheim que aumenta la norepinefrina y dopamina y disminuye la cantidad de serotonina en el cerebro. Como su "hermana" la pastilla azul de Pfizer, que fue en un principio pensada para la angina de pech y la hipertensión arterial, este fármaco ha dado diversos tumbos. El medicamento fue probado en los años 90 como un antidepresivo y no funcionó muy bien.
Sin embargo, en junio del 2010, el laboratorio le solicitó a la FDA que apruebe el medicamento para el tratamiento de la hipoactividad del deseo sexual en la mujer. El pedido fue rechazado por unanimidad. Desencantado, el laboratorio alemán le vendió los derechos de la medicina, ya bautizada como la "Viagra rosada" al laboratorio Sprout, que volvió a solicitar a la FDA la aprobación del medicamento en junio del 2013. La solicitud fue rechazada otra vez.
Ante una protesta formal, en febrero del 2014, la FDA le dio instrucciones muy precisas al laboratorio Sprout de los pasos que tendría que seguir para que se apruebe la medicina. Aparentemente esas condiciones fueron satisfechas y el laboratorio solicitó la aprobación del fármaco por tercera vez y así lo logró.
Pero si polémico va a ser el tratamiento polémica es ya la enfermedad, cuyos críticos ven como otro intento de medicalizar un estado natural de salud, el bajo deseo sexual en la pre y post menopausia de la mujer.
¿Cual es la diferencia entre la azul y la rosada? Que la primera actúa sobre el pene y la segunda sobre el cerebro. La primera ayuda a la erección y la segunda estimula o ayuda a la líbido.
La razón por la cual se ha aprobado un medicamento de beneficios modestos y notables riesgos que hay que tomar todos los días tiene que ver con el lobby.
El fabricante financió una plataforma de asociaciones femeninas para que lo revindicasen con la excusa de que los hombres disponen de muchos "fármacos sexuales" y las mujeres ninguno.
Estos argumentos han sido contestados desde posturas feministas más equilibradas y más independientes.
Investigar sobre el deseo sexual de hombres y mujeres está muy bien pero intentar resolver con químicos tóxicos lo que en su mayor parte son problemas de pareja y sociales es matar moscas a cañonazos. Como concluye Huerta:
No ha habido unanimidad en el voto favorable. La profesora de Salud Pública en la Universidad de Texas, Nuria Homedes (a quien tengo el gusto de conocer) califica de "mala ciencia" la investigación sobre esta píldora.
Pese a presentar tres ensayos clínicos el laboratorio no convence en lo que a eficacia del fármaco se refiere y sus daños (hipotensión, síncope y depresión del sistema nervioso central) pueden ser como explica el médico Elmer Huerta: la aprobación de esta medicina, tiene más de política y de negocio que de ciencia y beneficio para la mujer.
La flibanserina, de nombre comercial Addyi, es una sustancia desarrollada por el laboratorio alemán Boehringer Ingelheim que aumenta la norepinefrina y dopamina y disminuye la cantidad de serotonina en el cerebro. Como su "hermana" la pastilla azul de Pfizer, que fue en un principio pensada para la angina de pech y la hipertensión arterial, este fármaco ha dado diversos tumbos. El medicamento fue probado en los años 90 como un antidepresivo y no funcionó muy bien.
Sin embargo, en junio del 2010, el laboratorio le solicitó a la FDA que apruebe el medicamento para el tratamiento de la hipoactividad del deseo sexual en la mujer. El pedido fue rechazado por unanimidad. Desencantado, el laboratorio alemán le vendió los derechos de la medicina, ya bautizada como la "Viagra rosada" al laboratorio Sprout, que volvió a solicitar a la FDA la aprobación del medicamento en junio del 2013. La solicitud fue rechazada otra vez.
Ante una protesta formal, en febrero del 2014, la FDA le dio instrucciones muy precisas al laboratorio Sprout de los pasos que tendría que seguir para que se apruebe la medicina. Aparentemente esas condiciones fueron satisfechas y el laboratorio solicitó la aprobación del fármaco por tercera vez y así lo logró.
Pero si polémico va a ser el tratamiento polémica es ya la enfermedad, cuyos críticos ven como otro intento de medicalizar un estado natural de salud, el bajo deseo sexual en la pre y post menopausia de la mujer.
¿Cual es la diferencia entre la azul y la rosada? Que la primera actúa sobre el pene y la segunda sobre el cerebro. La primera ayuda a la erección y la segunda estimula o ayuda a la líbido.
La razón por la cual se ha aprobado un medicamento de beneficios modestos y notables riesgos que hay que tomar todos los días tiene que ver con el lobby.
El fabricante financió una plataforma de asociaciones femeninas para que lo revindicasen con la excusa de que los hombres disponen de muchos "fármacos sexuales" y las mujeres ninguno.
Estos argumentos han sido contestados desde posturas feministas más equilibradas y más independientes.
Investigar sobre el deseo sexual de hombres y mujeres está muy bien pero intentar resolver con químicos tóxicos lo que en su mayor parte son problemas de pareja y sociales es matar moscas a cañonazos. Como concluye Huerta:
la Viagra femenina es un mal negocio para la mujer, pero uno muy bueno para la industria farmacéutica".
Artículos relacionados:
- Las farmacéuticas quieren que sigas enfermo (desenmascarando a Big Pharma)
- Farmacéuticas Estadounidenses prueban nuevas medicinas en el extranjero
- Experto danés alerta de que los medicamentos son la tercera causa de muerte
- "Existe en EE.UU. un cártel médico que implica a las farmacéuticas y el Gobierno"
- Médico de Harvard advierte que las farmacéuticas están deteriorando la salud
- Ex ejecutivo de Eli Lily & Co revela las atrocidades de la industria farmacéutica
No hay comentarios:
Publicar un comentario