QUINTO CHAKRA – LARINGEO - VISHUDDHA
El quinto chackra, Chakra Vishuddha, también
denominado chakra del cuello o de la garganta, o centro de
comunicación. El quinto chakra se encuentra entre la nuez y la laringe.
Nace de la columna vertebral cervical y se abre hacia delante.
Color: Un quinto chakra activo luce con color azul claro, también argenta y verde azulado. Elemento correspondiente: Eter. Función sensorial: Oído. Símbolo: Loto de dieciséis pétalos.
Principio básico: Resonancia con el ser.
Correspondencias corporales:
Zona del cuello, zona cervical, zona de la barbilla, orejas, aparato
del habla (voz), conductos respiratorios, bronquios, zona superior de
los pulmones, esófago, brazos.
Glándulas correspondientes: Tiroides.
La
tiroides desempeña un papel importante en el crecimiento del esqueleto y
de los órganos internos. Se encarga del equilibrio entre el crecimiento
físico y psíquico y regula el metabolismo, es decir, la forma y la
velocidad en la que transformamos nuestro alimento en energía y en que
consumirnos dicha energía. Además regula el metabolismo del yodo y el
equilibro del calcio en la sangre y los tejidos.
Al
chakra del cuello se asigna un azul claro y transparente. Este color
propicia tranquilidad y amplitud y te abre para la inspiración
espiritual.
Terapia por las piedras (gemoterapia)
Aguamarina: El
color azul luminoso de la aguamarina es como el mar en el que se
refleja un cielo despejado. La aguamarina ayuda al alma a convertirse en
un espejo para la infinita amplitud del espíritu. Favorece la
comunicación con el yo más interior y aporta luz y transparencia a los
rincones más ocultos del alma. Sus vibraciones aportan al alma pureza,
libertad y amplitud, con lo que aquella puede abrirse a una
clarividencia visionaria y a un entendimiento intuitivo, y también ayuda
a expresar libre y creativamente este saber.
Bajo la influencia de la aguamarina, el alma puede convertirse en un canal para el amor desinteresado y la fuerza curativa.
Turquesa: La
turquesa, en cuyo color se aúnan el azul del cielo y el verde de la
tierra, conjuga los ideales elevados del espíritu con la fuerza original
de nuestro planeta. Ayuda a expresar ideas y conocimientos
intelectuales y a integrarlos en la vida sobre la Tierra. Además, atrae
energías positivas y protege al cuerpo y al alma de los influjos
negativos.
Calcedonia: La
calcedonia blanca y azul tiene un efecto positivo sobre la glándula
tiroides. Posee una influencia sedante y equilibradora sobre el estado
de ánimo, reduce la irritabilidad y la hipersensibilidad. Gracias a su
influencia sedante, abre el acceso a la inspiración interior y propicia
la automanifestación por medio del lenguaje y la escritura.
Terapia por los olores (aromaterapia)
Salvia: El
aroma fresco y áspero de la salvia envía vibraciones curativas al
«ámbito donde mora el lenguaje». Disuelve las contracciones convulsivas
del chakra del cuello, de forma que nuestras palabras se expresan
armónicamente y con vigor, y pueden transmitir de la forma más eficaz
posible la intención de nuestra alma.
Eucalipto: El
aroma refrescante del eucalipto lleva la transparencia y la amplitud al
ámbito del quinto chakra. Sus vibraciones nos abren para la inspiración
interior y nos dotan para la automanifestación, la originalidad y la
creatividad.
RESUMEN:
Derecho a decir y escuchar la verdad.
Significado: purificación
Número de pétalos: dieciséis
Ubicación: Garganta
Glándula: Hipófisis
Relacionado a: Garganta, Esófago
Elemento: éter
Animales: elefante y toro
Cuerpo Celeste: Mercurio
Color: azul celeste
Piedras: lapislázuli, aguamarina, celestina y turquesa
Aromas: mirra, lila y eucalipto
Música: cantada
Mandala: círculo fucsia
Alimentos: frutas
Arquetipo: el mensajero
Tema central: la comunicación
Misión y funcionamiento del quinto chakra:
En
el chakra del cuello encontramos el centro de la capacidad de expresión
humana, la comunicación y la inspiración. Está unido con un chakra
secundario menor, que está asentado en la nuca y que abre hacia atrás.
También estos dos centros energéticos suelen considerarse a menudo como
un único chakra. En su funcionamiento, sin embargo, el chakra cervical
está tan estrechamente unido con el chakra del cuello que lo hemos
integrado en la interpretación de este último.
El
quinto chakra conforma también una unión importante de los chakras
inferiores con los centros de la cabeza. Sirve como puente entre nuestro
pensamiento y nuestro sentimiento, entre nuestros impulsos y las
reacciones que tenemos a los mismos, y transmite simultáneamente los
contenidos de todos los chakras al mundo exterior. A través del chakra
del cuello manifestamos todo lo que vive en nosotros, nuestra risa y
nuestro llanto, nuestros sentimientos de Amor y de alegría o de angustia
y de ira, nuestras intenciones y deseos, e igualmente nuestras ideas,
intuiciones y nuestra percepción de los mundos interiores.
El
elemento que se asigna al chakra del cuello es el éter. En la doctrina
del yoga está considerado el elemento fundamental a partir del cual se
forman por compactación los elementos de los chakras inferiores: tierra,
agua, fuego, aire. Pero el éter es también el portador del sonido, de
la palabra hablada y de la palabra del creador; es, en resumen, el
transmisor de las informaciones en todos los planos.
Así,
la comunicación de nuestra vida interior hacia el exterior se produce
predominantemente a través de la palabra hablada, pero también a través
de nuestros ademanes y nuestra mímica, y a través de otras
manifestaciones creativas, como la música, el arte gráfico e
interpretativo, la danza, etc. La creatividad que encontrábamos en el
chakra sacro se une en el chakra del cuello con las energías de los
restantes chakras, y la potencia formadora del éter le da una
determinada figura que nosotros retransmitimos al mundo exterior.
Sin
embargo, nosotros sólo podemos expresar aquello que encontramos en
nosotros. Así, a través del quinto chakra recibimos en primer lugar la
facultad de la autorreflexión. La premisa necesaria para poder
reflexionar es una cierta distancia interior. A medida que desarrollamos
el chakra del cuello somos más y más conscientes de nuestro cuerpo
mental, y podemos separar su funcionamiento del funcionamiento del
cuerpo emocional, del funcionamiento del cuerpo etérico y del
funcionamiento del cuerpo físico. Esto significa que nuestros
pensamientos ya no son los rehenes de nuestros sentimientos y
sensaciones físicas, por lo que es posible un conocimiento objetivo.
El
éter se define también como espacio (Akasha), en el que despliegan su
eficacia los elementos más compactos. El conocimiento más profundo nos
es conferido cuando estamos abiertos y desahogados como el espacio
infinito, como el ancho cielo (cuyo color azul claro es el color del
chakra del cuello), cuando permanecemos en silencio y escuchamos
atentamente al espacio interior y exterior. Al quinto chakra se asocia
la función sensorial del oído. Aquí abrimos nuestro oído, escuchamos
atentamente las voces ocultas o no ocultas de la creación. También
percibimos nuestra propia voz interior, entramos en contacto con el
espíritu inherente a nosotros y recibimos su inspiración. Y
desarrollamos una confianza inquebrantable en la guía personal superior.
También somos conscientes de nuestra auténtica función en la vida, de
nuestro dharma. Conocemos que nuestros propios mundos interiores son
tanto los planos no materiales de la vida como el mundo exterior, y
somos capaces de recoger y retransmitir informaciones de los ámbitos no
materiales y de las dimensiones superiores de la realidad. Esta
inspiración divina se convierte en un elemento portador de nuestra
automanifestación.
Así, en el quinto chakra encontramos nuestra expresión individual de la perfección en todos los planos.
Tratamiento mediante la experiencia natural
El
azul claro y transparente de un cielo despejado evoca una resonancia en
tu chakra del cuello. Para acogerlo íntegramente en ti, lo mejor es que
te tumbes relajado al aire libre y que abras tu ser interior a la
amplitud infinita de la bóveda celeste.
Notarás
cómo tu espíritu se abre y se hace transparente y cómo se disuelve
paulatinamente cualquier estrechez o rigidez en tu chakra del cuello y
en su ámbito de irradiación. Estarás interiormente dispuesto para
recibir los «mensajes celestiales».
El
reflejo del cielo azul en un curso de agua cristalina tiene además el
efecto de ampliar y liberar tus sentimientos. El ligero murmullo de las
olas porta los mensajes de tus emociones y sensaciones ocultas hasta tu
consciente. Déjate penetrar completamente por la energía vibratoria del
cielo y del agua, y espíritu y sentimientos se unirán en una fuerza
complementaria.
Terapia por el sonido (musicoterapia)
Forma musical: Música
y canto ricos en tonos superiores, así como danzas sagradas y
meditativas acompañadas del canto, actuarán con un efecto enormemente
vivificador sobre el chakra del cuello. Para armonizar y relajar el
quinto chakra la música más eficaz es la «Nueva Era» con efectos
acústicos. Aporta liberación y amplitud y abre el oído interior.
Vocal: La vocal «e» activa el chakra del cuello. Se entona en la clave de sol de
la escala. Si con la voz vas pasando lentamente de una «a» a una «i»,
en un momento determinado surgirá el sonido «e». Al igual que el cuello
representa un canal de unión entre la cabeza y el resto de cuerpo, la
«e» del chakra del cuello une el corazón y el entendimiento, «a. e «i», y
canaliza sus fuerzas hacia el exterior.
Al
cantar la «e», observarás que este sonido exige la máxima presión de la
voz. Fortalece la energía de la expresión en tu quinto chakra.
Mantra: HAM.
visto en: shekinamerkabablog--Mary. Carmen Perez Vidal
visto en: shekinamerkabablog--Mary. Carmen Perez Vidal
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