Publica el diario El Correo Vasco
que en el reciente congreso internacional de menopausia que ha tenido
lugar en Madrid, en el que se han reunido innumerables expertos en la
materia, se ha abierto la veda de la “caza” de la mujer con menopausia
con la otrora denostada Terapia Hormonal Sustitutiva (o Sustitutoria,
THS). La tristemente famosa terapia -consistente en estrógenos y
progestágenos a dosis individuales para cada caso- ya no es tan mala,
según indica este rotativo que se ha concluido en la mencionada reunión.
Habrá polémica, claro, porque no es fácil entender que un tratamiento
que se ha publicado en numerosas ocasiones que tras más de cinco años de
uso puede causar cáncer de mama y ahora que su uso es bastante limitado
vuelva a apoyarse desde la comunidad médica.
No deja de ser curioso que la neo
promoción de la THS tras años de cuestionamiento coincida con que otro
medicamento para tratar esa “no enfermedad” que es la menopausia, el
Agreal del laboratorio Sanofi Aventis, acabe de ser retirado de Brasil y
Uruguay. Hace unos meses se hizo lo mismo en Argentina y Colombia. En
2005 se prohibió su comercialización en toda Europa....
De modo que un fármaco peligroso que en sólo en España ha provocado unas 4.000 demandas judiciales de mujeres a las que ha destrozado su sistema nervioso y las ha dejado marcadas psíquicamente, todavía se vende en numerosos países de América del Sur y del mundo.
De modo que un fármaco peligroso que en sólo en España ha provocado unas 4.000 demandas judiciales de mujeres a las que ha destrozado su sistema nervioso y las ha dejado marcadas psíquicamente, todavía se vende en numerosos países de América del Sur y del mundo.
Esto nos indica que el mercado de los
tratamientos para la menopausia está en crisis y con él la salud de
muchas mujeres que han tomado o toman los citados remedios. Los
laboratorios no consiguen que las mujeres acudan a la THS todo lo que
querrían. Hace un par de meses, cuando se ultimaban los preparativos de
ese congreso sobre menopausia entrevisté para el semanario La Clave a su
presidente, el doctor Santiago Palacios, que es director del Instituto
Palacios de Salud y Medicina de la Mujer y presidente de la Fundación
Europea Mujer y Salud. Mucho se ha escrito sobre la menopausia como una
“enfermedad inventada” por los intereses económicos que la rodean. El
período en la vida de la mujer en que finaliza la menstruación, la
menopausia, no es una enfermedad pero se medica como si de ello se
tratara y congresos como el mencionado están destinados a promover la
medicalización de ciertas situaciones de la vida que presentan
incomodidades. Yo le pregunté a Palacios por todo ello.
Este médico no cree que estemos
asistiendo a la medicalización de la mujer: “Mi opinión es totalmente
contraria a la existencia de la llamada medicalización de la mujer. Es
más, creo que la manera de ser de muchas mujeres impide que completen
sus tratamientos farmacológicos para la osteoporosis, la hipertensión o
el colesterol alto. Cuesta convencer a muchas mujeres para tomen
fármacos para estas dolencias. Por ello, podemos afirmar que no existe
medicalización, todo lo contrario, necesitarían medicarse más.
Tratamientos para lo que he citado tienen un éxito por debajo del 50%”,
argumenta.
Palacios quiere más mujeres medicadas; él
tiene una de las clínicas sobre salud de la mujer más conocidas de
nuestro país. Y un foro sobre ginecología, menopausia, sexualidad
femenina en el que él no esté sencillamente no existe. Menopausia,
disfunciones sexuales femeninas, osteoporosis, colesterol alto,
hipertensión, son cuestionadas como “enfermedades fabricadas” por los
laboratorios. Son factores de riesgo, procesos naturales o síntomas
producidos por nuestro estilo de vida que están siendo diagnosticados
como enfermedad para vender más medicamentos.
¿Existen las “no enfermedades” o
“enfermedades inventadas”?, le pregunté a Palacios: “Hay que distinguir
entre lo que es una verdadera enfermedad o un simple factor de riesgo
pero para mí cuando la hipertensión conduce a un ictus o la osteoporosis
a una fractura sí considero que hay enfermedad y hay que dar una
tratamiento preventivo que reduzca ese riesgo. ¿Sofocos en la mujer por
la menopausia? Si esto afecta a su calidad de vida hay que tratarlo con
medicamentos”, contestó él.
También
le pregunté por las dos terapias relacionadas con la menopausia más
criticadas, el fármaco Agreal y la Terapia Hormonal Sustitutoria: “No
estoy de acuerdo con recetar Agreal, debió ser retirado antes de cuando
se hizo [como he comentado en América del Sur continúa recetándose].
Para nada debió usarse para terapia menopáusica. La THS es eficaz pero
debe administrarse la menor dosis posible durante el menor tiempo
posible, tres años como mucho. Es cierto que se ha comprobado que tras
ser consumido durante más de cinco años puede producir cáncer de mama
cuando el preparado de THS lleva progesterona”.
Muchos
laboratorios promocionan la menopausia como sinónimo de envejecimiento.
La Asociación Profesional de Ginecólogos de la Baja Sajonia (Alemania)
ha afirmado que “la menopausia es una enfermedad”. Muchos médicos y
empresas farmacéuticas han conseguido que millones de mujeres tomen
estrógenos para “tratarla” aunque, según el libro Los inventores de enfermedades, de Jörg Blech, “siguen sin existir pruebas científicas sobre la utilidad de estos preparados hormonales”.
Por su parte,
el doctor Santiago Palacios opina que “todos aquellos inconvenientes que
afecten a la calidad de vida de las mujeres, como los sofocos de la
menopausia, yo creo que sí pueden tratarse con medicamentos ¿por qué
no?”.
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