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Imagen: Anders Sandberg -
Los
antioxidantes presumen de aportar numerosos beneficios para la salud.
Están presentes en diversas frutas y hortalizas, cuyo consumo está
recomendado como base de una alimentación saludable. Acerca de esto, no hay dudas. Otra cosa son los suplementos antioxidantesque
toma un porcentaje nada despreciable de la población. ¿Son también
saludables? ¿Presentan los mismos beneficios o, por el contrario,
entrañan riesgos? ¿Es correcto afirmar que un suplemento antioxidante
ayuda a prevenir la mortalidad? En el presente texto se detalla por qué
en septiembre y en octubre de 2013, dos
prestigiosas entidades sanitarias de cardiología y oncología han
advertido de la falta de beneficios claros y de los riesgos (algunos
graves) de consumir de forma habitual suplementos de antioxidantes.
Antioxidantes: tras los pasos de la falacia en sandalias de piel
Una
falacia es una trampa lógica; un razonamiento que a primera vista
parece válido, pero en realidad no lo es. Dicho de manera sencilla, la
"afirmación del consecuente" -así se la denomina- consiste en sacar
conclusiones falsas o erróneas a partir de dos premisas verdaderas. Por
ejemplo:
- A: Las personas de la cuenca del Mediterráneo en 1950 solían llevar sandalias de piel (verdadero).
- B: Dichas personas tenían menos riesgo cardiovascular que las americanas, que no acostumbraban a llevar tales sandalias (verdadero).
- Calzarse sandalias de piel previene, por lo tanto, el infarto (falso).
Suena
descabellado, claro, pero no difiere mucho de otros razonamientos
similares, como el que concluye que tomar vino previene la mortalidad
cardiovascular porque la alimentación de los países de la cuenca del
Mediterráneo incluía vino en cantidades moderadas y en dichos países la
mortalidad cardiovascular era menor. En el caso de los antioxidantes
ocurre algo parecido. Las frutas y las hortalizas tienen antioxidantes, y
consumir frutas y hortalizas previene la mortalidad (según la OMS, su
baja ingestaocasiona 1,7
millones de muertes anuales). Todo esto es cierto, así que resulta
tentador afirmar que consumir sus antioxidantes dentro de una bonita
cápsula prevendrá la mortalidad. Pero, ¿es así? ¿Tomar suplementos
antioxidantes resulta saludable o es, en cambio, la consecuencia de una
trampa lógica? Antes de esgrimir tales razonamientos (y, sobre todo, de
llevarlos a la práctica) debemos estar seguros de que no estamos ante
una falacia y recordar que la veracidad de las premisas de un
razonamiento no garantiza la verdad de la conclusión.
Verdades contrastadas sobre el consumo de antioxidantes
Algunas
falacias, como hemos visto, son más difíciles de detectar que otras. No
todos los errores lógicos son obvios. Para evitar las zancadillas al
razonamiento, se recurre a la llamada "medicina basada en pruebas" o
"medicina basada en la evidencia", que se fundamenta en
datos científicos contrastables y juiciosos, con el objetivo de que los
tratamientos sanitarios no se basen en suposiciones o creencias
falaces. Una de las más importantes (quizá la más importante) entidades
de referencia en la medicina basada en la evidencia es laColaboración Cochrane.
- Imagen: tinpalace -
En marzo de 2012, su revista científica The Cochrane database of systematic reviews publicó
un estudio titulado "Suplementos de antioxidantes para la prevención de
la mortalidad en personas sanas y en pacientes con varias
enfermedades". A semejante título, publicado en semejante revista, solo
le faltaba el redoble de tambores que precede a un fusilamiento. Porque
la conclusión de la investigación (revisión sistemática y metaanálisis),
que escrutó toda la literatura científica sobre el tema (mucha), fue
que no hay pruebas médicas ni científicas que apoyen el uso de suplementos de antioxidantes para prevenir la mortalidad.
No
solo eso, sino que los suplementos de vitamina A, de beta-carotenos
(antioxidantes, que además son precursores de la vitamina A) y de
vitamina E pueden incrementar el riesgo de morir de manera prematura.
Es
un dato de una importancia capital porque, según los autores del
estudio, alrededor del 10-20 % de la población adulta de América del
Norte y Europa (de 80 a 160 millones de personas) estaría consumiendo
los suplementos evaluados. Es decir, muchas personas podrían estar
muriendo de forma prematura a causa de una laxitud legislativa y una
falta de control sanitario de los "suplementos naturales", tal y como
detalló este artículo de
EROSKI CONSUMER. La revisión Cochrane no se olvida de mencionar, en
este sentido, que "los suplementos de antioxidantes no son sometidos a
los mismos estudios rigurosos de toxicidad que otros agentes
farmacéuticos".
- Imagen: foxumon -
Esta
investigación entierra la vieja teoría de "los radicales libres y el
envejecimiento", según la cual anular dichos radicales (moléculas
inestables, generadas por el metabolismo de nuestras células) aumentaría
la longevidad. Podría, de hecho, ocurrir incluso al revés, tal y como apuntaron en
2011 Ristow y Schmeissner. Los autores de la revisión Cochrane postulan
una hipótesis para justificar sus observaciones: los suplementos de
antioxidantes interfieren con mecanismos defensivos esenciales que
nuestro cuerpo pone en marcha cuando tenemos una enfermedad en la que
está implicado el estrés oxidativo: apoptosis, fagocitosis y
desintoxicación. Afirman que "no comos capaces de concretar qué
mecanismos bioquímicos específicos justifican los efectos
perjudiciales", pero sí detallan que el aumento de la mortalidad es
atribuible, sobre todo, a eventos cardiovasculares y cáncer.
Esto
nos lleva a un par de textos recién publicados por dos entidades de
referencia en medicina cardiovascular y medicina oncológica (relacionada
con el cáncer). En septiembre y octubre de 2013, tanto la American Heart Association como el National Cancer Institute han
desaconsejado la utilización de los suplementos de antioxidantes. Ambas
organizaciones recomiendan basar la alimentación en alimentos de origen
vegetal, sin recurrir a pastillas o cápsulas, por más naturales que
sean. El porqué de los beneficios de dicha estrategia suscita
interesantísimas discusiones científicas, aunque puede que sea porque se
desplaza el consumo de alimentos superfluos, tal y como recoge un artículo, publicado en este mismo canal.
La revisión Cochrane no se olvida de mencionar que, debido a que solo se ha examinado la influencia de lossuplementos de antioxidantes, sus hallazgos no deben aplicarse a los efectos potenciales de frutas y verduras. En otras palabras, no discute los beneficios de la dieta basada en alimentos de origen vegetal, sino que cuestiona los riesgos de "envasar" la alquimia de la naturaleza.
- Por JULIO BASULTO / LAURA CAORSI
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