A cada momento de cada día, está teniendo lugar una conversación dentro de nosotros que es una de las más vitales en las cuales estaremos involucrados. Es la conversación silenciosa, a veces subconsciente e interminable de las señales basadas en la emoción entre el corazón y el cerebro. La razón por la cual esta conversación es tan importante es porque esa cualidad de la señal emocional que el corazón envía al cerebro determina qué tipo de químicos se liberan en nuestro cuerpo. Cuando sentimos lo que llamamos típicamente emociones negativas (por ejemplo rabia, odio, celos e ira) el corazón envía una señal al cerebro que refleja
Si
pueden imaginar un gráfico de los altibajos del mercado de valores en un día
volátil y caótico tendrán una idea del tipo de señales que creamos en nuestros
corazones en tiempo de tales emociones. El cuerpo humano interpreta este tipo
de señales como estrés y pone en movimiento mecanismos para ayudarnos a
responder apropiadamente.
Cambiando los R
itmos
del Corazón
Frustración
Apreciación
Tiempo en segundos
Figura
4.1 Una comparación de las señales entre el corazón y el cerebro en dos
extremos de emoción; la emoción “negativa” de frustración y la emoción
“positiva” de apreciación. Fuente: Institute of HeartMath
El
estrés de las emociones negativas incrementa los niveles de cortisol y
adrenalina en nuestro torrente sanguíneo, las hormonas denominadas hormonas del estrés, que nos preparan
para una reacción rápida y poderosa a lo que esté causándonos estrés. Esa
reacción incluye re-direccionar el suministro de sangre de los órganos
profundamente dentro de nuestros cuerpos a los sitios donde sea más necesaria
en tales momentos: los músculos, extremidades que utilizamos para confrontar la
fuente de nuestro estrés o correr tan rápido como podamos para alejarnos –
nuestra respuesta instintiva de luchar o correr.
Para nuestros ancestros esta respuesta los salvaría de un oso enojado acampado fuera de su cueva por ejemplo. Cuando sentían que se había ido el peligro, sus emociones cambiaban y los niveles elevados de las hormonas de estrés regresaban a los niveles normales de la vida cotidiana. La clave aquí es que la respuesta de estrés está diseñada para ser temporal y breve. Cuando aparece infundimos nuestros cuerpos con la química necesaria para responder con rapidez y poderosamente a la amenaza. Todo es supervivencia. La buena noticia es que cuando tales niveles altos de estrés están presentes, podemos convertirnos en súper humanos. Todos hemos escuchado historias de una mujer de 44 kilos y medio ladeando un automóvil el tiempo suficiente para salvar a su hijo atrapado bajo el mismo –haciéndolo sin tener en cuenta si era posible o no.
La Respuesta de Luchar o Correr
En
tales casos la respuesta de luchar o correr se activa a favor del hijo, que
hubiese muerto sin intervención. En estos casos la fuerza extra humana de la
madre se atribuye a la irrupción de hormonas de estrés que se derraman en su
cuerpo a partir de sus sentimientos de hacer
o morir – sentimientos que se originan en su corazón. La mala noticia es
que aunque los beneficios pueden ser útiles durante un período corto de tiempo,
el estrés que dispara a la irrupción efectivamente cancela la liberación de
otros químicos que sostienen funciones importantes en nuestros cuerpos. La
liberación de químicos vitales que sostienen las funciones del crecimiento,
inmunidad y anti envejecimiento se reducen dramáticamente durante estos
momentos. En otras palabras, el cuerpo puede estar en un solo modo o en el
otro: modo luchar/correr o modo
sanar/crecer. Claramente, no se espera que vivamos cotidianamente sometidos
a estrés como una forma de vida. No obstante ésta es precisamente la situación
en la que muchos nos encontramos hoy en día.
En
nuestro mundo moderno de sobrecarga informativa, velocidad en las relaciones,
múltiples doble cappuccinos consecutivos y el sentido muy escuchado de que la
vida se está acelerando, es inevitable que nuestros cuerpos sientan que estamos
en un estado constante de estrés interminable. La gente que no puede encontrar
una liberación de este tipo de estrés se encuentra en una lucha sostenida del
modo luchar o correr, con todas las consecuencias que vienen con el territorio.
Una rápida mirada a una oficina o aula de clases o hasta una mirada a los
miembros de nuestra familia en la cena dominical confirma lo que sugieren los
datos. No es sorpresa que veamos que la gente con los niveles más elevados de
estrés sostenido también son las de peor salud.
El
crecimiento de las estadísticas en los EE.UU. respecto a condiciones
relacionadas con el estrés, incluyendo enfermedades cardíacas e infartos,
problemas alimentarios, inmuno-deficiencias y algunos cánceres, son menos
sorprendentes cuando tenemos en cuenta el estrés inhumano que muchas personas
experimentan en su vida cotidiana. La buena noticia es que el mismo mecanismo
que crea y mantiene nuestras respuestas al estrés a menudo a nivel
subconsciente, también se pueden regular para ayudarnos a aliviar el estrés de
manera saludable –aunque el mundo esté en caos. Y podemos hacerlo de forma
rápida e intencional.
De
la misma forma que nuestro corazón envía a nuestro cerebro las señales de caos
cuando sentimos emociones negativas, las emociones positivas envían otro tipo
de señal a nuestros cerebros que es más regular, más rítmica y ordenada. En
presencia de emociones positivas, tales como apreciación, gratitud, compasión y
bondad, el cerebro libera un tipo de química muy diferente en el cuerpo. Cuando
sentimos un sentido de bienestar, el nivel de las hormonas de estrés en nuestro
cuerpo disminuye, a la vez que la
química afirmativa de un sistema inmune poderoso con propiedades anti
envejecimiento aumenta. El cambio
entre la respuesta de estrés y un sentimiento de bienestar puede suceder
rápidamente.
Estudios
documentados por el Institute of HeartMath (IHM), una organización pionera en
la investigación basada en Boulder Creek, California, ha mostrado que los
niveles de cortisol pueden disminuir hasta un 23% y los niveles de DHEA, un
precursor afirmativo de vida a otras hormonas vitales del cuerpo puede
incrementar en un 100% si dedicamos unos tres minutos al uso de técnicas
enfocadas diseñadas para producir tales respuestas. La razón por la cual estoy
describiendo estos fenómenos es porque las técnicas que tienen tales beneficios
en nuestra salud son las mismas que crean la elasticidad de nuestros corazones.
Esta es la clave para mantener la elasticidad personal en la vida. La calidad
de nuestras emociones determina las instrucciones que nuestro corazón envía a
nuestro cerebro.
Traducción: Fara González
Difusión: Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
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