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23 jun 2014

La música: Medicina de alta vibración.




Definitivamente , los buenos artículos deben de compartirse por el bien de la humanidad. Y este artículo no es que es bueno: Es sencillamente extraordinario la música es un factor importantísimo para dar el gran salto cuántico que muchos seres humanos estamos deseando para que este mundo sea un mundo completamente lleno de paz y armonía. Donde no exista ninguna clase de conflicto, ya sea personal o colectivo. Por lo tanto he considerado justo que al final del artículo se resalte la fuente de este artículo. Honor a quien lo merece y estoy seguro que aunque el artículo es muy extenso, lo van a disfrutar muchísimo y además los hará leerlo muchas veces y al mismo tiempo reflexionar y así saber cómo pueden todos ustedes aplicar todas esas enseñanzas maravillosas que a continuación se presentan. Deseo que el mismo sea de ilimitada utilidad y bendición para todos ustedes!
El sonido puede ser un camino para entrar en otros mundos y realidades
La utilización de los sonidos como medicina de apoyo sanadora no es nada novedoso. Tenemos una buena cuenta de ellos desde los albores de la humanidad en la que se creía que cada ser tenía su propio sonido secreto al cual debía responder, y a ello se dedicaban médicos brujos y chamanes con cada uno de sus pacientes.
Aquel que lograra hallar el tono secreto de su ser, tenía garantizada la longevidad y con su utilización comenzaría la regeneración de la enfermedad. Esta teoría parece increíblemente moderna si nos atenemos a los últimos descubrimientos de la física quántica aplicadas a medicina. En realidad ellos buscaban un sonido que elevara la vibración del enfermo devolviéndole tu frecuencia original. Ese es el fundamento de la Medicina Vibracional.
Todo en el cuerpo humano y en la naturaleza funciona en base a una coherencia a un orden armónico en donde cada cosa responde en función del flujo de vida recibido. Hay un sentido vital, un acuerdo perfecto en el que el protagonista es el corazón de nuestro ser. Eso se traduce en verdad o mentira, es decir, se puede uno mentir a si mismo intelectualmente pero no puede mentir impunemente durante mucho tiempo a sus células y cuando eso ocurre, nuestro ser pierde la dirección, las pautas ficticias asumen el control, el corazón entra en inarmonía con la vida real y el cuerpo enferma, porque el sentido profundo de esta vida ha sido burlado, traicionado, desviado y distorsionado.
Se ha formado una barrera demasiado grande entre el ser y la personalidad contenida en el cuerpo físico; se ha perdido la comunicación y comienza la división descontrolada de las células.
Nuestro objetivo es la evolución la superación de niveles de consciencia y eso se hace tangible cuando comprobamos el poder que se esconde en el interior de nuestro ser, es decir, la fuerza que sacamos a relucir en situaciones críticas, pero ese inmenso potencial cuando no está enfocado al servicio de la vida y de la evolución, nos destruye.
Solamente podremos dar lugar al verdadero proceso de curación a fin de restablecer la coherencia interior, cuando permitamos la eliminación de estas mascaras aprendidas en muchos casos desde la infancia, y dando paso a la verdadera persona que hay en nosotros, reconociéndonos y aceptando con los aspectos armónico e inarmónico como un todo.
El ser humano es mutante por naturaleza, y nuestras células han demostrados lo largo de los siglos una enorme capacidad de adaptación, al ambiente a los cambios climáticos, al entrono, a la sociedad, y sobre todo, al ser humano mismo. Solo necesitan que las dejemos actuar de acuerdo a sus leyes permitiéndoles crear y co-crear con el Ser.
Lo único que reclaman es que dejemos de imponerles las mismas viejas pautas conductuales y programas hereditarios de miedo, de engaño y de duda. Lo demás será su aportación a la vida.
La música es medicina de alta vibración
Es conocida la función de la música desde hace años como herramienta de sanación, y de hecho la tradición ya marcaba una influencia directa o indirecta de las vibraciones acústicas sobre el organismo, pero no había prueba científica. Los curanderos primitivos, los chamanes y los sanadores del mundo entero sanaban con sus instrumentos y sus cánticos en una frecuencia que hacia revivir a las células de su ostracismo.
Son conocidos los cuencos cantores de los lamas tibetanos y los de cuarzo, como instrumental de Musicoterapia, hasta el punto que en ciertas clínicas de estados Unidos recomiendan el sonido de estos instrumentos para reequilibrar el sistema inmunológico.
Los mantras forman aun hoy día parte de las terapias en la medicina Tibetana. Y en la actualidad se ha descubierto que los bebes cuyas madres escucharon música de los compositores renacentistas como Vivaldi, Bach, Mozart, y Listz durante el tiempo de la gestación, han obtenido mejores resultados escolares que aquellos a los que no se les aplico la terapia.
La vocalización con una cadencia armónica determinada produce una vibración en el cuerpo. Solo hay que hacer la prueba. Repitamos sonidos como OM HA HUM de forma prolongada en una nota musical determinada, apoyemos la palma de la mano en el estómago, y sentiremos la vibración del sonido en nuestro cuerpo, como si tuviera una sutil diapasón vibrante.
Estos datos no son afirmaciones más o menos fantasiosas de los defensores de la nueva medicina cuántica, sino que la ciencia ha hecho su gran aportación tecnológica, mediante la medición a través de ecografías y fonendoscopios en madres que escuchaban distintos tipos de música. Los resultados de las mediciones detectaron que la música clásica producía movimientos lentos del niño y ninguna alteración de sus constantes cerebrales y circulatorias, mientras que la música rock provocaba movimientos nerviosos y aumentos de su frecuencia cardíaca. Eso no significa que la música rock sea perjudicial y la clásica beneficiosa, sino simplemente que modifica el comportamiento por lo que si se aplica adecuadamente será un instrumento sanador para recuperar la vibración perdida con la enfermedad.
El shamanismo y las ondas cerebrales
En la tradición shamanística, el sonido se ve como un camino para entrar en otros mundos y realidades. En el pasado, el acceso a esta otra realidad era un secreto excepcionalmente guardado y sólo podía ser comprobado después de un largo período de estudios, meditaciones y ceremonias especiales.
Pasado el tiempo y bien metidos en este siglo, todas las enseñanzas e información sobre los yogis y shamanes y sus actuaciones en estos “estados de trance consideraban generalmente “secretos”, o incluso “milagros”, o también por otra parte, trucos inteligentes basados en habilidades de sugestión y a veces de la superstición y credulidad de los espectadores, han producido cambios en la sociedad hacia la búsqueda de un “propio interior” o “propio sendero”, desviando así atención enfocada en la Iglesia Católica hacia otros campos más misterioso y lejanos. A esa corriente se le llamó Nueva Era, pero en realidad no es nueva, sino la más tradicional y ancestral de todas.
El maestro Sufi Hazrat Inayat Khan, que era un famoso músico antes de dedicarse a su labor de guía espiritual, dijo, entre otras cosas, que la música no sólo proporcionaba fuerza a la personas sino que también las transportaban al éxtasis. Dijo que los místicos, a través de los años siempre han amado la música por encima de todo. Los Sufis siempre han considerado la música como fuente de inspiración para sus meditaciones y creen que la meditación con música es más fructífera que la meditación sin ella.
La medición de las ondas del cerebro electromagnéticas ha demostrado que hay un número de longitudes de onda claramente reconocibles, cada una conectada a un estado de conciencia diferente. Sabemos que el estado normal del cerebro produce ondas Beta. Las ondas Alfa están presentes en el cerebro en un estado de meditación y de conciencia en calma. Las ondas Zeta se producen en un estado de “medio sueño” y las ondas Delta se activan solamente mientras se duerme profundamente.
También es posible grabar las ondas que emiten los cuencos cantores. Se ha descubierto que entre los modelos de onda de los distintos cuencos cantores hay un modelo de onda que se puede medir que es equivalente al de las ondas alfa que produce el cerebro. Estos cuencos en particular inspiran un sentimiento de profunda relajación y de “apertura del espacio interior”.
La información del cerebro se transmite a través de las “neuronas”, células nerviosas con largas prolongaciones ramificadas que se conectan para transmitir impulsos nerviosos. Esta transmisión utiliza las propiedades electromagnéticas de las células para transmitir ondas de comunicación rápida. Cada uno de los diez mil millones de neuronas de la mente humana tiene un potencial ilimitado. Podría ser que la vibración de libre movimiento producida por los cuencos cantores estimule las neuronas para realizar más conexiones. Si esto es así, podría significar que la conciencia literalmente se desarrolla.
La terapia holósonica: medicina del siglo XXI
La sociedad Japonesa de Medicina Psicosomática, ha realizado unas investigaciones a través de las cuales se ha permitido elaborar un perfil humano favorable al desencadenamiento del cáncer.
Se sabe que el cáncer es un “aislamiento” una célula que se encierra en si misma y se separa del grupo. Los japoneses han descubierto que aquellas personas que se “evaden “de sus propios sentimientos” encubriéndolos bajo máscaras emocionales, evitando así enfrentarse a sus propios deseos y necesidades; son los más susceptibles de desarrollar en cualquier momento un cáncer.
Caso similar ocurre con aquellas otras que por no tomar conciencia de lo que realmente quieren de la vida y de ellos mismos, caen en el autoengaño. También podríamos incorporar a este grupo la personalidad del eterno obediente, el demasiado bueno, o el ser perfecto, o siempre amable, ya que a menudo su rabia o su frustración queda oculta bajo pautas conductuales tales como “tengo que ser“, “hay que demostrar”.
Como decíamos antes, la sanación es una cuestión de valentía: se requiere valor para quitarnos máscaras que nos regalaron siendo niños y nos convencieron que así seriamos aceptados socialmente, se requiere valor para mirarnos y reconocernos, se requiere valor para perdonarnos y amarnos. Valor para ser nosotros mismos libres y sin condicionamientos. En una palabra se requiere valor para vivir y eso es la evolución.
La música multidimensional, medicina del siglo XXI
Los trabajos de Szent Gyorgyi y Herbert Frohlich (ambos premios Nóbel) y recientemente de Fritz-Albert Popp sobre la biología de la luz y la biocomunicación electromagnética intercelular, han demostrado que la célula (nucleada) por mediación de la configuración espacial y vibratoria de su ADN es capaz de captar, almacenar y emitir información (es decir, orden y neguentropía) sobre el ambiente.
Régis Dutheil, físico de la Fundación Louis de Broglie, profesor de física cuántica en la universidad de medicina de Poitiers, autor de: “el hombre súper luminoso”, dice que “el único método que se aproxima a la medicina del siglo XXI es la música multidimensional, por que toca a la vez el cuerpo electromagnético y la conciencia. La música multidimensional restablece la neguentropia, una fuerza de información que organiza las estructuras y las funciones de los sistemas vivientes participando de la bio-comunicación intercelular.
Transcribimos:
(Alex Vicq, en la revista La Vie Naturelle. Marzo 1994 / Nº 92). “Por contacto directo entre la música y la persona que la recibe, puede restablecerse la unidad de la consciencia por desbloqueo de los nudos emocionales y de lo que se podrían llamar “quistes” vibratorios del parasimpático.
Por resonancia con la Música Multidimensional se puede observar un efecto disipado del fenómeno que se comunica de célula en célula, entre sistemas conexos. Se llega de este modo al reequilibrio de los potenciales eléctricos a lo largo de los meridianos de acupuntura. el efecto puede ser físico, psíquico y holístico.
El fenómeno que se origina en la percepción celular de las vibraciones se traduce de alguna manera en sensaciones cada vez más precisas que corresponden a una “toma de consciencia global de uno mismo.”
“El profesor R Dutheil, prosigue, explicando que hay en principio un efecto de “auto-diagnostico”, seguido del “efecto terapéutico”, ya que ponen en evidencia los traumatismos y correcciones que la consciencia produce.
En este nivel de consciencia el tiempo no existe, el pasado se superpone al presente, el cuerpo multidimensional se extiende al pasado y al futuro del holograma.
Hay multitud de puntos neurológicos, de vórtices energéticos, podría decirse, que conectan entre si los diferentes niveles vibratorios que corresponden a diferentes fases de los cuerpos multidimensionales: fotónico por una parte y taquiónico por otra.
Los médicos que practican la “medicina energética” han descubierto algunos de estos puntos y se comportan a menudo de manera aleatoria, porque no hacen intervenir la consciencia del paciente y por lo tanto la fuente de la disfunción del cuerpo no se tiene en consideración (de hecho al cabo de un cierto tiempo dicha disfunción re-aparecerá porque no se ha tratado la causa primaria que la origino). “…
La Música Psicogeométrica
Aristóteles en la antigua Grecia, ya atribuía a la música el efecto catártico de un trauma emocional, y Platón recetaba música y danza para situaciones de angustia y decía que “el regalo de la música lo había recibido el hombre no para danzar y bailar y solazase lo sentidos sino para calmar el alma y los movimientos que experimenta el cuerpo lleno de imperfecciones”.
En actualidad la Musicoterapia junto con otras técnicas de sonido a ha alcanzado altas cotas de respuesta clínica tanto que ha llamado la atención de la psiquiatría, neurólogos y científicos, dando lugar a una nueva línea de pensamiento como es la musicología cognitiva.
En la composición de la música psicogeométrica se utilizan tanto instrumentos electrónicos como instrumentos musicales convencionales e instrumentos musicales de tipo étnico provenientes de tradiciones culturales ancestrales. Se combinan voces, silabaciones y mantralizaciones en distintas lenguas para obtener un patrón armónico de frecuencias audibles identificadas como capaces de catalizar procesos biológicos, psicológicos y emocionales. De esta forma lograremos un tipo de música que “trabaja” para equilibrar ser humano con su interior y con su entorno de una manera equilibrada…
El objetivo de este estudio es determinar la frecuencia sonora fundamental que produce, de manera repetitiva, una resonancia armónica entre el cuerpo físico y el cuerpo emocional.
En base a las frecuencias y proporciones encontradas, se elabora una composición musical única para la persona que se presenta en un CD de música para que el interesado lo escuche recurrentemente y pueda obtener los beneficios de esta música. Está integrada por su nota tonal, sus armónicos y su gusto estético. Se procesa la información y se potencia mediante elementos de música geométrica, permitiendo lograr un efecto auditivo combinado que logra hacer resonar positivamente el cuerpo, ayudar a restablecer el equilibrio armónico, inducir emociones placenteras, y proveer una poderosa herramienta para el bienestar.
Como podemos ver con este sistema retomamos las creencias tribales sobre el tono individual para llegar a la sanación. Y si siguiéramos investigando, llegaríamos a encontrarnos con la numerología como base armónica de equilibrio físico-mental-emocional. Todo está en TODO.
Cuencos Cantores : El sonido crea y adapta
El siguiente texto ha sido extraído del libro Singing Bowls. (Eva Rudy Cansen Binkey Kok Publications. Holland, 1992) publicado en http://www.Revistainvestigacion.com “Christian Huygens, científico del siglo XVII holandés notó que cuando dos péndulos se situaban uno junto al otro, empezaban a oscilar al unísono. De manera similar, después de un rato, dos movimientos ondulatorios que son casi aunque no totalmente iguales, cambian y se vuelven cada vez más similares hasta que llegan a ser iguales. Esto se llama “la adaptación colectiva de fases” o sincronización. Las mujeres están ya familiarizadas con este fenómeno por su ciclo menstrual. Las amigas o hermanas que viven en la misma casa tienen la menstruación al mismo tiempo muy a menudo.
A mucha gente se le conmueve el espíritu cuando escucha el sonido viviente de los cuencos cantores. Este sentimiento es menor cuando el sonido está grabado. A veces el sonido inspira el sentimiento de un gran espacio o de una paz profunda. Estas y otras experiencias no son frutos de la “imaginación”, o de la “creencia” como tienden a sugerir las personas que no han experimentado este fenómeno.
Más allá de esto, el sentimiento de bienestar físico después de un “baño” de cuenco cantor no se debe únicamente a la relajación.
Hemos visto ya que el agua es una perfecta cargadora de vibraciones. Cuando se golpea un cuenco cantor se puede sentir que el aire que rodea el cuenco también vibra. Las personas que nunca han oído nada sobre cuencos cantores y no saben qué son las frecuencias, incluso experimentan esto cuando ponen sus manos sobre un cuenco cantor, por primera vez. Las poderosas vibraciones se expanden rápidamente por nuestro cuerpo, que consiste en más de un 80% de agua después de todo, con lo que se convierte en un delicado masaje interno por todas las células. Los fisioterapeutas también hacen uso de estos masajes internos con ondas sonoras ultrasónicas.
¿Qué se quiere decir con “unificación de fases”? El cuerpo humano es una entidad viviente de vibraciones y longitudes de onda. Un órgano saludable se encuentra bien templado lo que significa que únicamente vibra con su propia frecuencia, mientras que la frecuencia un órgano con una disfunción se ve alterado. Los cuencos cantores (al igual que los gongos y cascabeles) recrean la frecuencia armónica original, y estimulan el cuerpo para descubra de nuevo su propia frecuencia del cuenco, de manera que cuando llega a estar sincronizado, puede vibrar independientemente.
Una vez que el cuerpo ha sido estimulado y despertado por las poderosas vibraciones de los cuencos cantores, es capaz de afinarse su propia frecuencia inalterable.
¿Cómo actúa la musicoterapia?
El sistema nervioso se compone de células que se comunican entre sí a través de sustancias denominadas “neurotransmisores”, tales como las endorfinas, las cuales provocan la sensación de bienestar a las vez que tienen un efecto sedante, antidepresivo y analgésico.
La forma que hasta ahora se ha resuelto el problema de los neurotransmisores ha sido mediante fármacos, sin embargo la terapia vibracionales, promulgan que mediante la vibración de la música, aromas, esencias florales o meditación, la mente es capaz de regenerar de nuevo esos neurotransmisores restaurando el equilibrio del cuerpo. Es decir, que la vibración del sonido puede liberar de nuevo endorfinas, lógico si tenemos en cuenta lo ya hablado de las vibraciones que restauran niveles perdidos de equilibrio armónico.
¿Cuáles son sus efectos ?. Tumbémonos en la cama o en diván y previamente creemos un ambiente agradable, encendamos un incienso pongamos una música de alta vibración por ejemplo música Barroca en un tono agradable a nuestro oído, y adoptemos una postura cómoda; todo nuestro cuerpo debe estar en reposo. Transcurrido un tiempo en ese estado de escucha y “no hacer nada” nuestro estrés habrá reducido su nivel de actividad, nuestro ritmo cardiaco fluirá más acompasadamente, nuestros músculos estarán relajados y una sensación de bienestar nos invadirá. Eso sería lo lógico, salvo casos excepcionales más traumáticos.
Supongamos que en vez de poner la música de un Cd comercializado, nos permitimos una sesión de musicoterapía mediante personal especializado que utilizando el instrumental adecuado a nuestras necesidades, apliquen los sonidos requeridos para nuestra subir la vibración emocional del momento.
En primer lugar se reduciría del ritmo respiratorio, habría un enfriamiento del cuerpo que pasaría a un estado semi-letargico, con un menor consumo de oxígeno y entraríamos en una fase de relajación parecida a la duerme-vela, cada vez mas y mas profunda, mas y mas placentera, alcanzando una vibración semejante a la ola amorosa que sentimos en momentos de gran armonía personal. Dependiendo de las ondas mentales se puede acceder a estado alterados de conciencia. Ha entrado en acción la liberación de las endorfinas.
Estas vibraciones se alcanzan igualmente con la práctica de la meditación profunda, o en estados místicos; recordemos los éxtasis de Santa Teresa de Jesús y de otros muchos santos y maestros de la espiritualidad mundial. La ventaja de participar en las sesiones de musicoterapía es que no necesitamos alcanzar la iluminación para disfrutar de estados tan placenteros para nuestro ser.
La Música se emplea bajo 3 parámetros:
• Cadencia o ritmo.
• Intensidad o volumen.
• Frecuencia o posición en el pentagrama.
Las notas altas, agudas, actúan preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o agotamiento.
En el sentido negativo, tendremos en cuenta que también pueden dañar si son muy altas e incluso producir descontrol y alteraciones de los impulsos nerviosos.
Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es más mecánico, por lo que tienen mayor influencia sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones, corazón y abdomen, quizá porque son lugares idóneos para las resonancias.
Las notas graves se perciben mal en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es difícil de medir, aunque son capaces de ser audibles en muchos Km. a la redonda. Su efecto mecánico es tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras, terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso en cualquier cuerpo sólido.
Terapéuticamente tienden a producir efectos sombríos, visión pesimista del futuro y tranquilidad extrema.
La cadencia de las notas musicales, graves o agudas, es el segundo factor en importancia y así tenemos que, mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos inventan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.
El tercer y último elemento musical es la intensidad, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia quizá aún mayor que las otras dos, a causa de los potentes equipos de sonido. Cualquiera de los otros dos efectos, cadencia o frecuencia, produce efectos mucho menores que la intensidad del volumen, hasta el punto de que una nota o partitura que en sí es tranquilizante puede volverse irritante si el volumen es más alto que lo que esa persona puede soportar.
Notas agudas a bajo volumen Son agradables de escuchar, nos invitan a despertarnos con relax, nos predisponen al trabajo y nos dan alegría. Son antidepresivas y nos proporcionan felicidad. Se correspondería con el despertar de la naturaleza, cantos de pájaros, grillos veraniegos, cascadas, y se expresarían mediante instrumentos como el clarinete, el arpa, o la guitarra clásica.
Las notas agudas de alto volumen, sin embargo constituyen una llamada de alerta, una nota de atención vigorosa, nos despierta del sueño con rapidez, eso puede irritarnos y excitarnos. Se usaría para movilizar a grandes masas ya que esos sonidos inducen a la acción. Los equipararíamos con la sirena de las fabricas, o portuarias, el sonido de las trompetas del ejercito, el grito desgarrado de un niño. Son sonidos sobrecogedores. Los instrumentales serian La guitarra eléctrica, la trompeta y los platillos de la batería, el ulular del viento de tormenta.
Las notas agudas a alto volumen y muy rápidas, son aquellas que influyen de forma más rápida y directa hacia las personas proyectándolas hacia la acción. Nos invitan al movimiento corporal, nos predisponen a mezclarnos con grupos de gente y casi nos obligan a seguir una dirección determinada.
Emocionalmente mejora la apatía, la debilidad de carácter y los complejos. Tiene un efecto muy perjudicial en el oído, son irritantes del sistema nervioso hasta el punto de descontrolarnos, aumentan la agresividad y perjudican las relaciones sociales íntimas y personalizadas. La batería, los solistas de música rock. La caída del agua de una gran cascada, el desbordamiento de un río o un enjambre de cigarras.
Notas graves a bajo volumen Son las notas más sedantes, las que nos motivan a movernos con lentitud, con paciencia, y las que invitan a la reflexión. Pueden calmar rápidamente a grupos de personas discrepantes, provocar el sueño de un niño inquieto y producir una relajación muscular y nerviosa rápida y eficaz.
Ejemplos: el silencio de la noche, el movimiento de las olas, el vibrar del campo. Las palabras serenas de un abuelo, el mugir de las vacas, la respiración durante un sueño profundo y un pequeño ventilador. El contrabajo, el oboe y el violonchelo.
Notas graves a fuerte volumen Son notas intimidatorias, que obligan a detenerse ante la presunción del peligro. Nos producen miedo, o al menos prudencia, y nos invitan a movernos con extrema lentitud. Se emplea generalmente para infundir pánico y para obligar a la reflexión inmediata a personas muy agresivas.
Ejemplos: los timbales (muy utilizados en el ejército), el saxo y el trombón. En la naturaleza encontramos las avalanchas de tierra y nieve, los movimientos sísmicos, el trueno, el rugir de un animal salvaje o en el estallido de un volcán en erupción. Una explosión, un tornado o un maremoto.
Si la cadencia es muy rápida, como una manada en estampida, una ametralladora o cientos de personas corriendo, el efecto de pánico puede ser incontrolable.
Aplicaciones concretas de la musicoterapia
Las clases de canto desbloquean emociones contenidas, aclaran la voz y liberan adrenalina. En los niños menores de tres años les mejora el concepto de espacio y tiempo. El desarrollo cerebral de los niños que escuchan canciones de cuna es mucho mejor. Los niños que escuchan música clásica desarrollan mejor las habilidades manuales.
Los adolescentes que escuchan música melódica cuando estudian tienen una mejor comprensión de las matemáticas y las ciencias.
En los adultos es de gran utilidad para afecciones psicosomáticas, como la úlcera gastroduodenal, las taquicardias y el asma. La música suave, lenta, produce un efecto estimulante en personas deprimidas. Las personas maníacas o con fobias mejoran con música alegre, vivaz. La música escuchada en grupo es más eficaz que en solitario, al menos para las enfermedades mentales.
Se produce una mejora instantánea en las situaciones de estrés y angustia. Los débiles mentales, los discapacitados físicos, los niños autistas y los que tiene trastornos cerebrales profundos se benefician enormemente de las sesiones con música. Efectos beneficiosos para aliviar los dolores del parto.
Conclusión: salud-placer y calidad de vida
La búsqueda del placer es un fuerte impulso connatural a la fisiología y psicología de todos los animales y del hombre. Es sabido que yoguis, lamas y otros discípulos de la sabiduría en Oriente llegan a estados de conciencia elevados y altamente placenteros a través de la música: ciertas frecuencias emitidas -y sus alícuotas (armónicos o tonos parciales)-, al vibrar en la caja de resonancia craneana, estimulan la norepinefrina y la dopamina, drogas endógenas del cerebro que se asocian con el placer, así como otros neurotransmisores que de otra manera permanecerían siempre inertes, pero que una vez despiertos son capaces de reactivar impresionantes destrezas físicas y cognitivas.
Después de la meditación, que a menudo recurre al sonido del mantra, la música es una de las actividades que con mayor intensidad propicia el “estado de flujo”.
Se acostumbra decir entre los ocultistas que la magia del sonido solo puede deshacerse mediante la magia de la luz, que es la más poderosa de cuantas existen, de hecho es la indestructible. Eso marca el índice del poderoso nivel de vibración que obtiene el sonido, tal es así que, como vimos al comienzo del tema, desde la remota antiguedad, con el sonido se agasajaba a los dioses, a los invitados y se llamaba a los espíritus. Y seguimos hoy en día: con música celebramos nacimientos y con cánticos despedimos a nuestros seres queridos para atravesar las fronteras del más allá.
Alabamos a Dios con salmos y cantamos el amor a nuestros seres queridos.
Por una Palabra se hizo el mundo; con lamentaciones gritamos el infortunio frente a un muro silencioso, y de música está llena la Naturaleza en cualquier época del año. El sonido es la vibración que mueve el mundo, así pues ¿porqué no va a poder renovar células y restaurar armonía al cuerpo dañando al mismo tiempo que disfrutamos del estado placentero de escuchar la musica que nuestra alma necesita para recobrar su Luz?…creo que esto podria explicar la razón por la cual la Musicoterapia será la medicina del siglo XXI…
Para terminar, baste decir que escucharemos de muchas más técnicas basadas en la vibración del sonido, la lista será interminable. Lamentablemente ni las conocemos todas ni podemos extendernos más. Nuestro propósito es dar a conocer las bases y fundamentos de este tipo de terapias que estamos seguros va a cobrar mucha más fuerza en el futuro próximo.
Ojala estos apuntes musicales sean de beneficio para muchas personas.
http://www.webislam.com/articulos/36388-terapia_del_sonido_la_sanacion_por_la_musica.html

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